La idoneidad o no de cerrar a las vacaciones. He aquí uno de los dilemas que más discusiones encendidas levantan en el seno de la industria y no es casualidad que este sea un punto de tensión creciente pues confluyen intereses, necesidades, costumbres y, el que lo enreda todo, las convicciones. El gran argumento de la empresa es la necesidad del servicio al cliente y para dejarlo claro es obvio que un fabricante de helados no cerrará por vacaciones en verano, por mucho que el respetable deseo de los trabajadores sea coincidir con las vacaciones escolares de los hijos.
Dicho esto, también tiene que quedar claro que la cuestión no se cierra, como se hace demasiado a menudo, con este único argumento, sin cuantificarlo ni buscar alternativas, en el contrario sehace una doctrina con la cual alimentar el ego insatisfecho de directivos y empresarios que valoran más la imposición que el análisis. Cuando añaden que en Europa no se cierra por vacaciones, tengo que decir que no es verdad.
Pero hay un factor capital que a menudo se desprecia, cuando no se cierra y las vacaciones de la gente se esglaonen, pasamos demasiado tiempo con los equipos incompletos y esto afecta el funcionamiento pero, sobre todo el desarrollo de los proyectos (si notienen, entonces es todavía más grave).
En resumen, las vacaciones representan una traba por el funcionamiento aseado, así que por poco que sea posible lo menos traumático y eficiente es concentrarlas en un paréntesis de parar y cerrar.