economista y analista financiero

La mejora del precio de la deuda catalana

06 de Febrero de 2017
El rendimiento de la deuda es un indicador de la salud financiera de los Estados o de las empresas. Un rendimiento más alto en comparación con el de emisores parecidos nos habla de la relativamente baja confianza que muchos inversores tienen ninguno este emisor. Si se quiere comprar bonos de un Estado de que se cree que puede tener dificultades para pagar los intereses comprometidos o para volver parte del capital invertido, se le exige un tipo de interés más alto.

El 31 de marzo de 2016, el rendimiento de la deuda de la Generalitat, concretamente el de los bonos de vencimiento 2020, tocó su nivel máximo, el 4,79%. En aquel momento, los buenos españoles de vencimiento pareciendo cotizaban al 0,25%. Aquel porcentaje de rentabilidad mostraba la desconfianza que se producía hacia la deuda catalana. Los mercados consideraban que la situación de tensión entre el Estado y la Generalitat ponía en cuestión las líneas de liquidez estatales, básicamente el FLA, y así lo indicaba la agencia de calificación creditícia Standard & Poor's.

Aun así, de entonces acá los rendimientos de los bonos de la Generalitat con vencimiento 2020 se han ido reduciendo y, de hecho, han iniciado el 2017 al 2,51%. La pregunta que nos tenemos que hacer es a que se debe de esta mejora tan drástica del precio de la deuda catalana. La prensa especializada lo atribuye a una reducción del riesgo que percibe el mercado debido a las ofertas de diálogo que vienen del Gobierno del Estado. Pero, es muy bien así?

Si nos fijamos en la evolución de los rendimientos de la deuda de la Generalitat, veremos que estos, a partir de los mencionados máximos de marzo del 2016, se reducen progresivamente hasta llegar al 3,83% el 27 de junio, lunes posterior a las elecciones generales que ganó el Partido Popular y momento en que todavía nadie hablaba de diálogo. Desde esta fecha la progresión a la baja es imparable y constando hasta llegar al 2,82% del 31 de octubre, día de la toma de posesión de Mariano Rajoy y en la cual todavía tampoco nadie hablaba de diálogo. La Operación Diálogo empieza pocas semanas después: el 21 de noviembre El Mundo publica el titular "Santamaría abre oficialmente una etapa de diálogo cono Cataluña". Aquel día el rendimiento de los bonos de la Generalitat se situaba en el 2,83%.

Actualmente, el rendimiento de la deuda catalana se encuentra alrededor del 2,46%, habiendo experimentado una espectacular bajada de 233 puntos básicos desde los máximos de marzo del 2016. De estos 233 puntos de caída, 196 pertenecen al periodo que transcurre entre el momento de aquellos máximos hasta el inicio de la Operación Diálogo, y los 37 restantes, desde entonces hasta el día de hoy. Por lo tanto, si aceptáramos que la Operación Diálogo tiene algún efecto, este sólo sería responsable de una mejora de 37 puntos básicos sobre 233.

El que realmente indica la espectacular caída de los rendimientos de la deuda catalana y, por lo tanto, de la reducción de la percepción de su riesgo por parte de los inversores, es que los mercados han asumido, como hace Moody's en su última evaluación de la calificación creditícia, que el Estado seguirá suministrando liquidez a la Generalitat, no por el deber de ético de volver a la Administración catalana el que previamente ha recaudado de los catalanes en forma de impuestos, sino por interés propio: a pesar de que el último responsable legal de los bonos catalanes es la Generalitat, un impago de esta generaría una crisis financiera de tal magnitud que acabaría arrastrando la deuda del Estado y el mercado lo sabe.