vicedecano Facultado de C. Económicas UIC Barcelona

Las cifras del "Clásico" del fútbol mundial

21 de Noviembre de 2015
El "Clásico" entre dos gigantes del fútbol profesional como el Real Madrid y el FC Barcelona es un acontecimiento de magnitud colosal, por su visibilidad global y por el interés que despierta a los medios de comunicación de todo el mundo. Cuáles son los factores que explican el éxito de este espectáculo? Repasamos algunos de los disparos que caracterizan la industria de los espectáculos deportivos en la actualidad.

En primer lugar, encontramos rivalidades locales, que se dan en muchas disciplinas deportivas y son un aliciente por la competición. En la medida en que una rivalidad local adquiere dimensión global, la suya capacidad para suscitar la atención del público se traduce en más patrocinadores y más ingresos. (No debatiremos aquí sobre el uso de la visibilidad por objetivos ajenos al espectáculo deportivo y de negocio; y mucho menos sobre las amenazas terroristas que estamos viviendo).

Un segundo aspecto, relacionado con el anterior, se refiere a la batalla de los equipos para fichar a los futbolistas con más talento deportivo y mediático. Cómo si se tratara de una "carrera de armamentos", los grandes clubes apuestan para contratar los mejores jugadores del momento, puesto que el estatus de estrella futbolística será un valioso activo con el cual abrir nuevos mercados y extender la cuota de negocio.

Finalmente, está el efecto de "el campeón se lo lleva todo": basta con que los líderes del mercado sean ligeramente superiores a otros competidores porque consigan acaparar los mejores premios, siendo retribuidos de manera más que proporcional respecto a su rendimiento deportivo. Así, el mercado de trabajo de futbolistas profesionales está constituido, junto con talentos medianos, por un grupo selecto de jugadores con habilidades extraordinarias. Los factores exclusivos que sólo unos pocos tienen en tan alto grado los confieren el estatus de estrellas. Un número relativamente amplio de clubes compiten para hacerse con los servicios de estos pocos jugadores, que disfrutarían así de gran poder de negociación.

En cualquier caso, la conjunción de los factores señalados explica porque los clubes líderes mundiales, para preservar su primacía, están dispuestos a emprender grandes desembolsos para fichar o retener en los mejores futbolistas. El hecho que alguna decisión de contratación se revele equivocada con el paso del tiempo, no necesariamente contradice la racionalidad económica de esta decisión, sino que es reflejo del riesgo asociado a toda inversión realizada en condiciones de incertidumbre.

Es hora de cuestionar algunos tópicos. En diferentes foros, tanto académicos como de la industria, se aprecia una excesiva convicción que un mayor equilibrio competitivo (y financiero) implica mayor interés por parte de los forofos. La evidencia, después de muchos años habiendo contabilizado el valor mediático de jugadores, equipos y ligas, indica que pretender dar toda la validez a este argumento teórico es un error tal como demuestra la terca realidad de los datos.

De hecho, a pesar de ser acusada de poco equilibrio competitivo, la liga BBVA disfruta en los últimos años de una visibilidad mediática global pareciendo a la de la Premier League: en los últimos años, cada una de ellas representa un tercio (entre el 30% y 35%) del total acumulado por las cinco grandes ligas domésticas. Es decir, Italia, Alemania y Francia se reparten el tercio restante de la visibilidad total de las cinco. Qué argumentos podrían explicar esta sólida evidencia empírica?

Por una parte, podría ser que la aspiración de equilibrio competitivo se viera saciada con rivalidades parciales, siendo suficiente quehaya dos equipos en la parte superior de la competición (la liga BBVA cumpliría con este requisito, en contraste con la situación que viven otras ligas domésticas como la de Francia y Alemania). Por otro lado, a los entendidos del fútbol nos gusta apreciar la concentración de talento. Por eso, no mejoraría el interés de una liga en la cual en lugar de disfrutar de Xavi, Iniesta, Neymar y Messi en un mismo club, se forzara que estos talentos tuvieran que estar dispersos en diferentes equipos. Y la misma apreciación tendría que hacerse al habla del equipo que formaban – entre otros – Zidane, Ronaldo, Raúl y Roberto Carlos.