Un informe hecho público por la Confederación Española de Pequeña y Mediana Emprendida (Cepyme) ponía de manifiesto que la audiencia potencial de las redes sociales era una oportunidad de negocio sin precedentes por emprendedores y pymes . En nuestro país, para citar un ejemplo, Facebook registra 18 millones de personas que se conectan todos los meses; 12 millones todos los días y más de 8 millones lo hacen cada día desde dispositivos móviles. La pregunta es: Pueden las empresas vivir de espaldas ante esta realidad?
A pesar de que hoy en día es difícil medir cuál es el beneficio que podemos conseguir de las redes sociales, es evidente que este mercado potencial de compradores/consumidores, de opinión pública, se informa y se deja influenciar por el que lee a las comunidades que son de su interés.
Según un estudio realizado por la consultora Mobstac, el 74% de los consumidores consulta las redes antes d´efectuar una compra y el 75% confiesa que sus ventas d´e-commerce del pasado ejercicio fueron influenciadas por Facebook, Twitter y Pinterest. De la misma forma, el tráfico social supuso un incremento del 17,8% en las ventas d´ e-commerce. Y España, junto con EE.UU. y Gran Bretaña, encabeza la lista de los países que mas usohacen d´Internet.
Por lo tanto, parece evidente que las empresas necesitan utilizar adecuadamente las redes sociales para comunicar con el suyos públicos. La realidad así lo demuestra: según un estudio de LinkedIn el 81% de las pymes yaestá presente.
Por otro lado, las pymes manifiestan –en una reciente encuesta- que la financiación es uno de los temas que más preocupan y que necesitan generar confianza al sector económico-financiero para continuar avanzando. La pregunta, en este caso, a hacerse es si los bancos son influenciables a través de las redes sociales. La respuesta es que no, por ahora.
Si bien es cierto que las mismas entidades bancarias si utilizan cada vez más las redes (Bankinter, Sabadell y BBVA, entre ellas) para mostrarse cercanas y responsables ante sus públicos, también es cierto que los cargos medianos y los directivos de las entidades bancarias todavía son sensibles al que publica La Vanguardia o Expansión , en definitiva, medios tradicionales de reputación y solvencia dignas de credibilidad por el mundo empresarial.
Por lo tanto, cada vez más las empresas de comunicación gestionamos estrategias mixtas de social media y comunicación convencional como a herramientas ideales para las pequeñas y medianas empresas. Estrategias muy definidas, cualitativas y segmentadas en función de las necesidades, evaluar l´impacto de la comunicación 2.0 para integrarla dentro de la estrategia de comunicación corporativa convencional y posicionar la empresa ante sus stackeholders allá donde estos s´informan, es la clave de l´exit.