Cualquier empresa aspira a vender más y mejor sus productos o servicios . Razón por la cual, como paso necesario, aspira que sus marcas estén muy presentes tanto en sus círculos de expansión como en los de vinculación. Qué son los círculos de expansión? Aquellos que te traen a situarte al alcance de tus potenciales clientelas: los canales de distribución y los apoyos de comunicación..
Qué son los círculos de vinculación? Aquellos que nos permiten establecer vínculos de afinidad entre la marca y sus clientelas. Para favorecer la afinidad, las marcas tienen que comprometerse en determinados aspectos: sus valores, sus actitudes, su prometida… Su mensaje.
Las actuaciones de las marcas en los círculos de expansión son para ampliar el círculo, para estar presentes en más espacios, en contacto con más clientelas, más veces y más tiempos. Las actuaciones en los círculos de vinculación son para estar más presentes en la mente de las clientelas en las cuales hemos decidido focalizarnos. Esto implica que el avance en los círculos de vinculación es de estrechamiento del círculo, de focalización en círculos concéntricos, para ganar afinidad.
Las marcas, para conseguir capitalizar y revitalizar su activo, necesitan actuar equilibradamente en la interacción entre círculos de expansión y círculos de vinculación.
Pero todo esto no es garantía de éxito. Falta una cosa fundamental, el más importante: el ser. Para estar adecuadamente tienes que tener muy claro quién es tu marca o quién quieres que sea, y saber que no puedes ser errático en esta estructuración del ser.
Cómo puedes desarrollar vínculos de afinidad con una persona si tu marca representa valores opuestos a los suyos? Y si adopta unas actitudes que no generan empatía en este potencial cliente? Estas elementales preguntas ya nos dicen que los valores, carácter y actitudes de nuestra marca son fundamentales para conseguir vinculación. Determinar valores, carácter y actitudes nos sitúa ante elecciones difíciles y que condicionan la aceptación de la marca. Podemos obviar estas decisiones, sí, pero entonces nos quedamos sin progresar en los círculos de vinculación . Y, el que es más grave, ante la ausencia de definición, puede ser que estemos transmitiendo valores, carácter o actitudes diferentes, e incluso contradictorias, en diferentes apoyos y en diferentes periodos de tiempos. En este caso, estaríamos desarrollando una marca errática, y tirando el dinero en los círculos de expansión.
Para progresar de forma equilibrada es fundamental definir el SER de la marca. Empezando por la definición de su Razón de Ser, una razón que justifique su presencia social. Si no estamos para satisfacer una necesidad de los potenciales clientes, por qué nos tienen que comprar? Esto implica que nosotros, como gestores de la marca, tenemos que tener muy claro qué necesidad vamos a satisfacer y a quién. Parece obvio, verdad? Pues estamos rodeados de marcas sin tener respuesta para estas dos preguntas.
Claro que se puede encontrar la forma de avanzar tanto en los círculos de expansión como en los de vinculación sin una actuación sistemática (no diré intuitivamente porque tengo una consideración muy elevada de la intuición, diré erráticamente). Pero esto nos costará dinero; toda actuación de prueba y error solo costar dinero. Y todavía más importante, algo irrecuperable: tiempo. Porque quizás no solamente hemos perdido tiempo, sino que podemos ver como el tiempo de nuestra marca ha pasado.
Los usos del lenguaje ya lo expresan: la difusión busca expandirse, los vínculos se estrechan. Son las dos formas de ganar presencia, con sentido de oportunidad: estar más y mejor, oportunamente. Pero esto solamente es posible cuando está muy claro e interiorizado la esencia de la marca. Su SER.
Por eso mi recomendación: antes de ponerte a trabajar en el aumento de presencia de tu marca, piensa a dotarla de vida. Optimizarás tus recursos y ganarás tiempos.