VIA Empresa: el papel de los conectores

30 de Abril de 2020
Act. 30 de Abril de 2020

Los ecosistemas son redes de relaciones que crean oportunidades compartidas. Se trata de perímetros difusos de talento arraigado a organizaciones diversas que crean un valor que es superior al que cada organización podría crear en solitario. Los ecosistemas que funcionan son aquellos en que las culturas corporativas no son una frontera infranqueable entre los diferentes actores. Los ecosistemas de innovación y competitividad que resultan referentes tienen además de culturas corporativas de cada empresa, una cultura social compartida que opera a través de valores transversales y de códigos referenciales de la forma de hacer las cosas en aquel ecosistema.

"Los ecosistemas relevantes tienen automatismos invisibles que explican la serendipia de las relaciones y de las innovaciones"

Uno de los factores culturales transversales en estos ecosistemas como nacen los proyectos y cómo se gestiona el riesgo. Otro, la consideración real sobre el fracaso. El nivel de su cultura asociativa. Es muy importante cómo se gestiona el talento. También lo es la forma de pensar en grande (o en pequeño). El nivel de ambición va asociado a cómo se conciben las oportunidades y la viabilidad que otorga tener al alcance actores que lo puedan hacer posible. Los ecosistemas relevantes tienen automatismos invisibles que explican la serendipia de las relaciones y de las innovaciones.

Barcelona es un ecosistema de innovación y emprendeduría relevante en Europa. Se ha consolidado con mayor autenticidad que otros ecosistemas, por razones diversas: un contexto muy internacionalizado, una tradición empresarial e industrial seculares y unas ayudas públicas que siempre han sido comparativamente discretas. Los que han mandado que se creían la importancia del ecosistema no tenían nunca suficiente fuerza para otorgar presupuestos significativos, pero también es cierto que aquellos que desde el poder han querido menospreciar y debilitar el ecosistema han tenido que reconocer que lo que querían hacer era un sin sentido colosal. La marca Barcelona, poco a poco, no se ha asociado sólo a una de las ciudades más turísticas del mundo, sino también a un centro internacional de innovación y emprendeduría. Hacerlo, ha costado mucho, más de veinte años.

Si los ecosistemas operan a través de relaciones entre sus actores, es normal que la comunicación juegue un papel importante. De hecho, la forma como se comunican los actores (lugares de encuentro, acontecimientos formales e informales, medios convencionales y redes sociales, etc) es una parte de la cultura transversal. Entre estos actores hay gente y entidades que hacen de conectores naturales. VIA Empresa ha ido ocupando un espacio en este ecosistema rico y diverso de la innovación y la emprendeduría desde hace 7 años. Consolidarse como un canal especializado en empresas y emprendedores no es nunca fácil. Hacer periodismo especializado hoy es muy difícil, hacer periodismo y además ser un punto de referencia capaz de reunir muchas voces empresariales y universitarias en torno al ecosistema de innovación y emprendeduría tiene mucho mérito. Este papel de conector y de canal que VIA Empresa hace, lo encontraríamos con estilos y dimensiones diferentes en todos los grandes ecosistemas. Aunque las ambiciones sean globales, el papel que juegan los conectores locales es fundamental.

"Este papel de conector y de canal que VIA Empresa hace, lo encontraríamos con estilos y dimensiones diferentes en todos los grandes ecosistemas"

Es necesario que alguien articule los debates, que proyecte los impactos de las empresas y de las universidades, que evalúe el trabajo que hacen las administraciones. Hacen falta actores que den voz a otros actores. Gente que, sin confundir los términos ni perder de vista donde está su lugar, simplemente, dinamice y facilite la mayor fluidez posible, de ideas, de oportunidades y de personas en torno un imaginario compartido: nuestro ecosistema de innovación y emprendeduría.