presidente del ADPEG

No es momento de desorientarnos

01 de Octubre de 2016
Los últimos informes que recogen los diferentes indicadores de datos de evolución económica son coincidentes a la hora de mostrar evidencias de recuperación. Entre los publicados recientemente, se encuentra el Informe ADEPG de Coyuntura Económica del primer semestre del 2016, donde destaca el hecho que a las tres comarcas que forman el Grande Penedès ha aumentado la ocupación, siguiendo la dinámica de creación de puestos de trabajo que se inició el 2015 en el conjunto de Cataluña y que se mantiene en este ejercicio, registrando diez trimestres seguidos de crecimiento.

Otro aspecto relevante es el comportamiento del tejido empresarial a nuestro territorio, que presenta también un crecimiento aunque más moderado que el de la ocupación, a pesar de que se muestra desigual entre las tres comarcas. A estos datos hay que sumar los buenos resultados obtenidos por el sector turístico que, según me comentaba un reconocido hotelero y restaurador de la zona, han superado las expectativas y previsiones de ocupación más optimistas esperadas por este verano.

Son datos que marcan una tendencia a la alza y por lo tanto son datos positivos, pero que hay que circunscribir en un entorno todavía lleno de incertidumbres, lejos del índice de crecimiento que obtuvimos antes de la crisis y en que la situación actual de recuperación económica se muestra frágil en muchos aspectos.

Dando un vistazo rápido podemos observar que los índices de paro de las tres comarcas todavía son muy elevadosy poco homogéneos, existiendo desigualdades considerables entre los diferentes municipios. Los contratos de corta duración tienen un peso más elevado del deseado entre las nuevas contrataciones. Hay más personas por familia ocupadas y esto ayuda a incrementar el consumo pero los niveles salariales son bajos. La iniciativa emprendedora ha reculado en relación a periodos anteriores. El turismo crece pero como consecuencia de que el mercado percibe más seguro nuestro país que otros destinos turísticos, que se mantienen como competidores directos, pero que hoy por hoy consideran más inestables o inseguros como consecuencia del incremento del terrorismo.

En una conversación entre amigos, hace días, uno de ellos me comentaba que "esta crisis lo están soportando los trabajadores con la reducción de sueldos y los empresarios con la reducción de márgenes" y añadía "no hay nada más ni nadie más que haya contribuido a la recuperación; por lo tanto, ahora que parece que empezamos a ver la luz que nadie se atribuya méritos que no le corresponden, pero sobre todo que no nos lo estropeen". Probablementehabría algunas (o muchas) consideraciones a hacer a esta reflexión, pero es del todo innegable que las empresas que han sabido mantenerse en este periodo de crisis reciente y persistente lo han conseguido uniendo esfuerzos y compartiendo recortes entre empresarios y trabajadores.

Las personas aprendemos de los errores, pero más importando todavía es aprender de comportamientos que consideramos acertados y éticos. Ahora más que nunca es momento de mantener este comportamiento ético, de mostrar su interiorización en los valores que transmitimos como empresarios responsables, no porque uno diga serlo, sino porque en sus comportamientos y decisiones manifiesta esta responsabilidad. Si ahora la situación mejora, hay que compartirla también con todo el equipo y no desorientarse o relajarse cayendo en errores del pasado.

Hay que ser moderadamente optimismos, pero sobre todo hay que ser consciente que el trabajo no está acabada. Más bien al contrario, hay que mantener el polos firme, continuar trabajando con los niveles de exigencia y de eficiencia financiera a los cuales estamos sometidas actualmente las empresas, pero al mismo tiempo hay que mantener la energía vital del equipo de personas que forman parte de las organizaciones.

Trabajar cada día para alinear los valores compartidos y que nutren la cultura corporativa con las decisiones estratégicas. Ahora y siempre el efecto que ha tenido el ajuste entre valores y decisiones ha sido y será la supervivencia de la organización.