A pesar de ser consciente que una buena parte de la población con suerte llega a final de mes y no tiene recursos para invertir, sí que hay quién se puede plantear qué hacer con sus ahorros. Y el problema es que el momento actual es realmente complicado desde el punto de vista de las inversiones. Los tipos de interés están por el suelo y hay mucha incertidumbre. Una muestra la tenemos enel Índice de Incertidumbre Económica que Scott Baker, profesor de Northwestern, calcula desde 1997 y que, actualmente, está en su nivel máximo. Entre los factores que provocan incertidumbre está la guerra comercial entre los EE.UU. y China; y el Brexit; a pesar de que estos dos focos de tensión se han relajado en las últimas semanas. A nivel más cercano, otro factor que influye es el conflicto político, agravado por la carencia de diálogo.
Cómo que al decidir inversiones tratamos de equilibrar los objetivos de rentabilidad, riesgo y liquidez, ahora no es fácil encontrar inversiones claras. De todas maneras, hay alguna pauta que quizás puede ayudar:
• Partimos de la base que cuando nos planteamos invertir, lo hacemos pensando en dinero que no se necesita ni a corto ni a medio plazo. Si hay dinero que se pueden necesitar en los cercanos dos o tres años, el mejor es tenerlo en inversiones financieras como depósitos bancarios que se puedan convertir en dinero de manera inmediata y sin riesgos. Está claro que el tipo de interés que recibiremos es inferior a la inflación y que, por lo tanto, es un tipo de inversión con la que tenemos una pequeña pérdida, pero este es el coste de la seguridad que nos dan estos recursos.
"El mejor es tener el dinero en inversiones financieras como depósitos bancarios que se puedan convertir en dinero de manera inmediata"
• El resto del dinero que no se necesita a medio plazo se pueden invertir en otras alternativas. Descarto las inversiones en mercados de divisas, metales preciosos o mercancías (petróleo...) porque en la mayoría de los casos están dominados por unos pocos y no me veo capaz de hacer previsiones sobre estos mercados.
• En inversiones financieras, una alternativa a considerar es la inversión en empresas poco endeudadas, con elevados beneficios, con buenos equipos directivos y que estén en sectores que entendemos y que creemos que en los años próximos irán a más. Por decir algunos: alimentación, aseguradoras, deportes, farmacéutico, químico, aparcamientos... Se trata de diversificar, escogiendo unas 12 ó 15 empresas, de 4 ó 5 sectores. No olvidemos que a una empresa, por mejor que sea, le puede pasar de todo y desaparecer. Por eso, hay que diversificar. Las empresas escogidas tienen que ser baratas (con precios que no sean más de 10 o 12 veces los beneficios por acción) y que pagan unos dividendos de al menos el 3% o 4% del valor de la acción. Cómo la bolsa de Nueva York está en máximos y podría dar algún susto, si invertimos en buenas empresas y a largo plazo, en caso de caídas repentinas de los mercados, podremos aguantar las acciones hasta que un tiempo después se vuelvan a recuperar, y mientras tanto iremos cobrando los dividendos.
• En temas inmobiliarios, en la mayoría de los casos los precios todavía están un 20% o más por debajo de los máximos de 2008. Por eso, teniendo en cuenta los elevados alquileres, todavía hay buenas oportunidades de inversión inmobiliaria, pero hay que elegir bien las ciudades e incluso los barrios. En cambio, hay zonas, de Barcelona, por ejemplo, donde los precios ya son demasiado altos.
"Teniendo en cuenta los elevados alquileres, todavía hay buenas oportunidades de inversión inmobiliaria"
En definitiva, hay alternativas inmobiliarias y financieras, pero tenemos que adoptar una perspectiva de largo plazo. Y con inversiones que se entiendan bien. Si no tenemos conocimientos suficientes sobre inversiones, hay que dejarse asesorar por entidades o personas en las cuales confiamos y que comprendan bien nuestro perfil e intereses.