Asesor de empresas y profesor de la UPF-BSM

Rómpete la pierna, si quieres crecer

06 de Noviembre de 2020
Oriol López | VIA Empresa

Hace ya unos años, The New York Times publicó un artículo sobre los parques infantiles donde mostraba los descubrimientos de la doctora Ellen Sandseter, una profesora de psicología de la Queen Maud University en Noruega. La doctora Sandseter identificó seis riesgos diferentes que los niños afrontan cuando juegan, tales como alturas, alta velocidad, herramientas peligrosas, elementos como el agua o el fuego, las luchas o moverse sin supervisión del adulto. De esto aprendí que las criaturas afrontan el riesgo como una experiencia incremental, y no exponencial. Empiezan despacio y van afrontando más riesgos cuando ganan confianza, pero siempre yendo un paso más allá que los pone en peligro. Los resultados de la investigación de la doctora Sandseter demostraron que los niños que se rompen algún hueso antes de los 9 años son menos propensos a tener miedo de las alturas como adolescentes, por ejemplo.

 

Siguiendo el concepto de antifragilidad del filósofo Nassim N. Taleb, diríamos que los niños ponen en estrés su sistema para mejorarlo de cara al futuro. Es decir que, tomando pequeños riesgos aprenden a afrontar situaciones más complicadas en el futuro. "Los niños necesitan afrontar riesgos y superar miedos en el parque", dice la doctora Sandseter. De hecho, el tópico de dejar la zona de confort es una manera motivacional de decirnos que tendríamos que asumir riesgos para mejorar nuestra situación futura. Y esto quiere decir que no tienes que gestionar el riesgo, sino que lo tienes que utilizar como un trampolín para tu negocio.

"El mensaje es que no tienes que gestionar el riesgo, sino que lo tienes que utilizar como un trampolín para tu negocio"

El estrés que causa asumir riesgos nos mantiene alerta y conectados con el rendimiento futuro. Del mismo modo que asumir algunos riesgos en la empresa es una manera excelente de mantenerla consciente y proactiva de aquello que queremos conseguir. La autocomplacencia empieza con la ausencia de estrés e incertidumbre por el que una empresa sin miedo es una empresa que no asume suficientes riesgos, innova o invierte en crecimiento constantemente. De hecho, sin presión, nuestra empresa acaba preocupándose en exceso por el presente, en lugar de estar pensando en crear un futuro mejor.

 

Y pues, ¿qué tendríamos que estar haciendo ahora mismo? Como líderes empresariales, ahora mismo tendríamos que estar estresando a nuestras empresas de manera sistemática en aspectos como:

  • Creando nuevos productos o servicios.
  • Explorando nuevos mercados.
  • Echando a los malos clientes.
  • Intercambiando roles entre trabajadores.
  • Aumentando nuestros precios.
  • Invirtiendo en operaciones, para mejorar ventas y finanzas.
  • Despedir aquella persona que no está rindiendo o es tóxica.
  • Aprendiendo nuevas cosas cada día.
  • No rebajando el estrés, sino manteniéndolo en la zona óptima.

Todo esto puede llevarnos a la quiebra, lo sé, pero también puede fortalecer nuestra empresa para futuras disrupciones, porque muestra los costes. "Para trabajar hacia la resiliencia tendríamos que entender y aceptar que nuestras vidas están llenas de retos que pueden parecer complicados, pero que, al final, nos ayudan a ser más fuertes y exitosos". Richard Citrin y AlanWeiss, en The Resilience Advantage.

Una reflexión final sobre criaturas. Cuando era pequeño, acostumbrábamos a jugar en las rocas delante del mar. No teníamos adultos cerca, y había múltiples peligros. Ahora, cuando veo a todos esos padres trepando por las rocas detrás sus hijos, cogiéndolos de las manos a cada paso complicado, sólo soy capaz de ver una falsa red de seguridad basada en el miedo a que los niños lo hagan mal como nosotros lo hacíamos cuando éramos niños. El problema es que para ser capaz de trepar por las rocas con seguridad tienes que haberte caído alguna vez. Así aprendemos y crecemos.

Pidámonos, pues... ¿Estamos tomando suficientes riesgos para aprender y crecer en nuestra empresa? ¿Y en nuestra vida?