Etnógrafo digital

Los otros agentes del MWC

07 de Marzo de 2025
Act. 07 de Marzo de 2025
Josep Maria Ganyet | VIA Empresa

Aparte de los agentes basados en inteligencia artificial, en el Mobile World Congress también encontramos agentes basados en inteligencia natural, agentes que esta vez responden al concepto que tenemos de un agente: los de policía.

 

Uno de los stands que más ojos y tiempo de móvil acapara es el de los Mossos d’Esquadra. En tres estaciones diferentes, presentan tres prototipos de aplicación de la tecnología a la seguridad ciudadana que han sorprendido a profesionales y transeúntes.

La primera, no por ser la menos vistosa es menos sorprendente. Un sistema basado en IA mezcla datos propios de los Mossos —criminalidad, riesgo, afectaciones, etc.— con datos estructurados y desestructurados provenientes de fuentes abiertas. La IA, que de esto sabe, intenta encontrar patrones en las grandes cantidades de datos que se proporcionan al sistema. Así, tu policía puede establecer correlaciones o causalidades entre fenómenos aparentemente inconexos como el número de robos en una ciudad y la meteorología. El intendente Saumell, un gran comunicador, explica cómo el sistema les ayuda a gestionar mejor los recursos cruzando datos que en principio son inconexos.

 

"Poder denunciar desde el móvil facilita el acceso al hecho de denunciar, especialmente para las generaciones más jóvenes"

La otra estación es la más vistosa, es la que los Mossos denominan de manera informal “el coche del futuro”. Un Cupra equipado con una especie de baca con dos puertas que se abren para liberar un dron que sube tanto como le deja el hilo que lo mantiene conectado a la nave nodriza. Para los agentes del coche “es como estar en la oficina” y para la oficina “es como estar sobre el terreno”. A mí el coche me recuerda al de los Cazafantasmas.

Pero el prototipo que más impresiona es el de la comisaría virtual basada en IA; la MIA (atención que ya no quedan nombres de chica libres para hacer juegos semánticos con IA). La MIA es un avatar de una mossa a escala 1:1 con quien puedes hablar cara a cara —de cara a pantalla— y hacerle una denuncia. No estamos hablando de uno de aquellos avatares de pega de Zuckerberg, hablamos de un avatar real, de un vídeo grabado de una mossa de verdad. La gracia no es solo que la MIA sea capaz de responder a lo que le preguntamos y de mantener una conversación fluida, es que la expresión facial y la posición de la boca corresponden a lo que dice. Y en cualquier idioma, cosa muy necesaria en un entorno tan turistificado como Barcelona. Un turista japonés, por ejemplo, puede iniciar la conversación en su lengua y la comisaría MIA le hará las preguntas pertinentes para hacer la denuncia. El proceso acabará con dos copias de la denuncia: una en la lengua de Doraemon para el denunciante y la otra en la lengua del Dragui para los Mossos. El objetivo es que el avatar de la mossa esté disponible en la aplicación de los Mossos y que cualquiera pueda hacer la denuncia desde su móvil siempre que no le hayan agredido en la Rambla (no todas las denuncias se pueden hacer en remoto. Las denuncias de violencia sexual, por ejemplo, deben ser presenciales). Más allá de la novedad, este último es un caso claro de aplicación ética de la IA; poder denunciar desde el móvil facilita el acceso al hecho de denunciar, especialmente para las generaciones más jóvenes.

"No estamos hablando de uno de aquellos avatares de pega de Zuckerberg, hablamos de un avatar real, de un vídeo grabado de una mossa de verdad"

Por cierto, la mossa MIA se llama en realidad Judit y dice que se le hace extraño verse hablando en diferentes idiomas.

 

La presencia de los Mossos d'Esquadra en el MWC no es meramente testimonial, sino que ilustra cómo la tecnología, y en particular la IA, está redefiniendo también la seguridad ciudadana. Desde la prevención del crimen hasta la mejora en la gestión de denuncias, estas innovaciones no solo aumentan la eficiencia policial, sino que también hacen que la justicia sea más justa, facilitando el acceso a más personas. A pesar de ello, y dado que el equilibrio entre seguridad y privacidad es muy inestable, habrá que estar atentos a cuestiones como la robustez de estas plataformas, el uso ético de los datos y el necesario equilibrio entre automatización y control humano.