En pleno siglo XXI las telecomunicaciones, la telefonía, Internet y la cobertura móvil son un elemento básico por las empresas, no sólo para ser visibles en un mundo global y tecnológico sino para realizar todos y cada uno de los pasos del proceso productivo. Tener un buen servicio de telecomunicaciones, pues, da un valor añadido en el desarrollo de la economía y la competitividad de un territorio.
La proximidad de los territorios a la capital catalana ha sido prácticamente siempre uno de los indicadores que han determinado la prioridad de las acciones a realizar en casi todos los ámbitos económicos y sociales. En este sentido la comarca de la Anoia queda fuera de esta zona de influencia y por lo tanto, fuera de proyectar un plan para implantar una buena red de telecomunicaciones.
El Anoia, igual que otras comarcas de Cataluña, hace años que sufre una dejadez en este sentido, la tecnología de la que disponen los polígonos industriales está totalmente desfasada, anticuada. Cada localidad tiene sus singularidades, pero ahora mismo la mayoría de empresas de la comarca pagan una elevada suma para tener 2 ó 3 ADSLs, con un servicio precario, propio de los años 90', operado a menudo por la principal compañía en telefonía.
Una muestra de la precariedad de la red es el problema que sufrieron el mes de abril y mayo décimas de empresas de Igualada y otras zonas de la Anoia. Una succesió de averías de la principal operadora en telefonía dejó sin línea de teléfono ni internet (ADSL) durando más de 15 días a las empujadas, repercutiendo muy negativamente en los negocios, al produïr pérdida de clientes, contactos, proveedores, pedidos, opciones de venta, etc...
Episodios como este no se pueden volver a repetir, pero la realidad nos constata que el territorio está carecido de alternativas a nivel de telecomunicaciones, y que las compañías no disponen de planes de contingencia que nos permitan superar este tipo de inconvenientes. Sin olvidar que el despliegue de fibra óptica es nulo a la gran mayoría de zonas industriales de la comarca.
Precisamente, hace casi un año que la principal compañía en telefonía comunicó, su compromiso de desplegar la fibra óptica en Igualada, incluyendo el polígono industrial. Sin duda fue una noticía esperanzadora por el territorio puesto que disponer de una buena red de telecomunicaciones es sinónimo de competitividad y valor añadido. Y, en este sentido, parecía que el Anoia se avanzaba a otros territorios con un despliegue de fibra óptica igualmente nulo. De este compromiso, pero, sólo seha cumplido una parte, la de dar servicio de fibra a los hogares, puesto que esta es su prioridad.
Es bueno y necesario que una ciudad de 40.000 habitantes, en pleno siglo XXI, disfrute de unas conexiones a la altura del que requeireixen sus ciudadanos, pero todavía sería mucho mejor si las empresas también gaudíssin de la tecnología de este siglo. El compromiso de la principal operadora de telefonía con la UEA fue el de hacer llegar la fibra a todos los polígonos de la Cuenca de Òdena y un año desprendido continúa pendiente.
Si queremos un territorio industrial hay que trabajar plegados la administración pública y el sector privado, como la Unión Empresarial de la Anoia. Con la suma de esfuerzos conseguiremos que este propósito sea una realidad en un futuro inmediato y que la Anoia acontezca un territorio industrial más competitivo y atractivo para mes emprendidas, con una red de telecomunicaciones digne del siglo XXI.