Ya hace muchos años que en los países del centro de Europa es habitual que, cuando una empresa prescinde de los servicios de un trabajador/a le proporciona el servicios de una empresa especializada en la recolocación de trabajadores, el llamado outplacement.
En nuestro país, hasta no hace mucho, esta práctica sólo lo ejercían algunas grandes empresas, principalmente multinacionales, en colectivos de niveles medios o medios-altos, y pocas eran las empresas especializadas en esta actividad a nuestro país.
Con las últimas reformas laborales se ha instrumentalizado que en los procesos de Expedientes de Regulación de Ocupación sea obligatorio contratar los servicios de empresas de recolocación acreditadas por la Administración en este tipo de servicios, especialmente si el ERO afecta además de 50 trabajadores.
Cómo acostumbra a pasar, cuando una cosa se convierte en obligación legal, hay quién mira de cumplir estrictamente con los mínimos que la norma establece. Cómo que la normativa actual establece que la empresa que despide se comprometa a dar servicio de seis meses como mínimo, donde se ofrezca formación y orientación laboral, ya empiezan a ver a empresas que recientemente se acreditan como empresas de recolocación y ofreciendo servicios que estrictamente cubren el mínimo que se exige. A menudo emprendidas con poca experiencia en estas tareas, y que confunden la exclusiva intermediación laboral con la orientación profesional y personal o con la formación profesional.
Creo que es importante que reflexionamos en cómo tiene que ser un Servicio de Recolocación. En primer lugar tendríamos que hablar de Orientación, en un sentido amplio: cuando una persona pierde el trabajo desprendido de muchos años de servicios a una empresa, a menudo se encuentra en una situación de choque emocional que hay que saber gestionar, y más si tenemos en cuenta la situación actual, cada persona se un mundo, y su entorno personal y familiar también, aquí es donde interviene una tarea de acompañamiento individualizado. Por otro lado habrá que analizar las aptitudes profesionales y conocimientos de la persona: analizar sus carencias, sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Hará falta a buen seguro enseñarle un nuevo trabajo, que es la de buscar trabajo, y que no es una tarea que habitualmente un dominio, y en este caso no se trata sólo de enseñar a hacer el currículum vitae, sino de como analizar las ofertas de trabajo y como acceder a estas. Tenemos que pensar que cerca de un 70% de las contrataciones que se efectúan en el mercado de trabajo, están en el que denominamos ofertas ocultas, es decir, no están en portales telemáticos ni en los anuncios al diario. Es por eso que Orientar tanto en el sentido personal como en el profesional, es una tarea con un alto grado de preparación y experiencia de los Técnicos/se en la materia. En segundo lugar tendríamos que hablar de la formación profesional y en tercer lugar de la etapa de intermediación, donde es imprescindible el conocimiento del territorio donde operan las empresas de recolocación.
Cuando una empresa que se ve obligada a reducir su plantilla ofrece estos servicios, no sólo puede cumplir con una exigencia legal, sino que hay que tener en cuenta la responsabilidad social que esto representa no tan sólo por el trabajador/a que causa baja en la empresa, sino que también es valorado por la plantilla que continúa en la misma, puesto que ve que en las circunstancias actuales de carencia de trabajo a la empresa ofrece una ayuda o una vía alternativa.