Es evidente que el sector está tirado, se ve tan sólo paseando por las calles, promociones en marcha, grúas, mucha actividad; se ve también con la entrada de muchos fondos internacionales que han escogido Barcelona por sus inversiones; se ve también al observar como crecen a los medios el número de anuncios inmobiliarios.
La realidad es que se vende y se vende muy bien, pero hay que matizar que esta situación se da sólo en Barcelona y primera corona, entente en sentido amplio. Nuestros datos son bastante elocuentes, el aumento en número de ventas en el primer semestre del 2017 ha estado de un 47% que significa, en volumen, un 65% más, el que nos indica no solamente que en unidades se compra mucho más, sino también en volumen. Es un dato para la reflexión.
"El aumento en número de ventas en el primer semestre del 2017 ha estado de un 47% que significa un 65% más"
Es interesante analizar quién nos compra, porque el 45% de las operaciones hechas por Amat son a personas de menos de 40 años, una realidad que ha subido significativamente. Debido a la necesidad de comprar, y por no haber ofrecido en alquiler, estamos provocando una situación contraria a la que en teoría tendríamos que estar viviendo. Los estudiosos hace años que están diciendo que la gente joven no tiene que comprar sino que tiene que alquilar porque le permite tener más movilidad, más flexibilidad, pero está claro, alquilar qué?
El alquiler es una de las grandes deficiencias que tenemos como sociedad. Barcelona no ha sido nunca una gran ciudad en manso de familias históricas, de inversores en patrimonial. Desde los años 60 ha sido una ciudad con la mayor parte de sus inmuebles divididos en propiedad horizontal, una ciudad donde no se han hecho políticas de incentivación al alquiler, lo cual ha ido produciendo una reducción de este mercado. Si ya teníamos problemas, en pocos años hemos añadido la proliferación de las viviendas turísticas, la inseguridad jurídica con las ocupaciones ilegales, el acabamiento de los contratos de tres años que se hicieron en un momento de la crisis que, con el aumento importante de precios de alquiler de los últimos años, provoca que muchos jóvenes no puedan renovar el contrato. Esta problemática ha ido creciente y creciente y bien es verdad que vemos poca salida, a pesar de algunas iniciativas interesantes del Ayuntamiento de Barcelona que, en todo caso, tendrán efecto a largo plazo.
"Si ya teníamos problemas, en pocos años hemos añadido la proliferación de las viviendas turísticas y la inseguridad jurídica con las ocupaciones ilegales"
En este contexto, en el Barcelona Meeting Point que empieza este miércoles, encontraremos muchas promociones, muchos inversores, muchas preguntas sobre hasta cuando se prevé que dure el ciclo alcista en que nos encontramos ahora; muchas preguntas sobre el impacto en el mercado de los momentos de incertidumbre que estamos viviendo como país.
Seguramente los grandes gurus del sector darán sus respuestas a los diferentes foros que se organizan durante el Meeting Point, pero en nuestra opinión, el ciclo durará más o menos en función de la rapidez en que los precios aumenten, y esto nos preocupa, porque en este último años hemos visto aumentos del precio del sol de un 50%.
Es evidente que este aumento se traslada al precio final de compraventa al cliente finalista, y si no lo paramos, nos encontraremos de nuevo con un GAP entre el precio final del inmueble y el que puede pagar el comprador. Quiero pensar que sabremos gestionarlo. En relación en los momentos de incertidumbre que vivimos, evidentemente que tendrán algún tipo de impacto, no tanto que de golpe se retiren los fondos de inversión, sino que se pueden atrasar decisiones de compra. Comprar es una decisión importante en la vida de una familia y, por lo tanto, es normal que en momentos como este tengan más dudas, pero tenemos que ser muy optimistas: las necesidades existen y el mercado continuará.