economista

'Retail' y economía verde

09 de Noviembre de 2016
Enric Llarch | VIA Empresa

Cuando hablamos de economía verde, siempre nos viene a la cabeza la energía, los productos manufacturados o, incluso, la construcción. La primera impresión es que la immaterialitat de los servicios hace difícil aplicar los principios de la economía verde a su producción y distribución. En algunos casos, como la hostelería o las actividades que se desarrollan en oficinas parece que se pueda ir algo más allá. Pero y el comercio? El retail, para decirlo en el término anglosajón de moda?

Por poco quereflexionamos, el comercio al por menor también puede beneficiarse de las oportunidades que ofrece la economía verde para disminuir sus costes y para diferenciar su servicio. Ya hay algunas firmas líderes quehan profundizado y ahora es hora que las ventajas de la economía verde lleguen a todo tipo de empresas comerciales.

Evidentemente, en la medida que la función comercial tiende a acontecer hegemónica en la cadena de valor, la capacidad que el comercio tiene para imponer prácticas de economía verde es más importante. Un caso muy claro es el de la marca blanca o marca de distribuidor, donde podemos condicionar el envasado y el etiquetado de los productos que distribuimos de forma que generen menos impacto ambiental –envases más grandes o menos serigrafías, por ejemplo- y ahorramos costes.

Todos tenemos presente que ahora la mayoría de botellas de aceite han dejado de ser cilíndricas para tener una base cuadrada. La explicación es muy sencilla. Allá dondecabían 15 de base circular, ahoracaben 18 de las nuevas. Es decir, ahorro en los costes de almacenamiento y de distribución y menor impacto ambiental en términos de espacio ocupado a las camionetas de reparto. Parece una fotesa, pero estas y otras muchas mejoras similares han permitido a cadenas como Mercadona acumular un importante ahorro de costes y reforzar su liderazgo competitivo.

Además del envase y el etiquetado –que formarían parte del concepto más amplio del ecodisseny-, es evidente que los establecimientos comerciales pueden incorporar prácticas de economía verde que disminuyan sus costes de funcionamiento. Ya no se trata sólo de sustituir las bombillas convencionales por leds. A la cadena de frío, por ejemplo, hay a menudo importantes márgenes de mejora, desde incorporar contenedores de productos congelados con puertas para conservar mejor el frío hasta establecer una temperatura ambiente durante el verano, menos gélida del habitual. Cadenas como Bonpreu han rebajado el nivel de refrigeración ambiental, lo han explicado a los clientes yhan hecho bandera de responsabilidad ambiental.

Y esto nos enlaza con el otro componente de la mejora de la competitividad que puede generar la economía verde: la diferenciación del servicio a un cliente que cada vez es más sensible a los argumentos ambientales. Un ejemplo emblemático de esta utilización promocional de la economía verde lo tenemos a Ikea, donde son capaces de convencernos que montamos en casa los muebles, que los adquirimos para disminuir costes de transporte y generar menos impacto ambiental.

Finalmente, y no por más obvio es menos importante, la comercialización de productos de bajo impacto ambiental puede acontecer una especialización comercial y un elemento de diferenciación respecto a la competencia. Tenemos ejemplos recientes en los productos alimentarios, donde los mercados municipales o cadenas como Almendro hacen bandera de vender productos de proximidad. Y si esto funciona en la alimentación, también puede funcionar en la roba –fibras naturales cultivadas de forma ecológica, por ejemplo-, la informática y los electrodomésticos –móviles que se pueden reparar por partes, marcas que evitan la obsolescencia programada- o en los juguetes –proximidad, productos naturales...

El comercio urbano, finalmente, puede hacer bandera que si es fácilmente accesible en transporte público, también genera menos impacto ambiental que el de los centros comerciales periféricos donde habitualmente se accede en vehículo privado. Iniciativas como la jornada sobre Retail y economía circular que organiza este miércoles Comertia son indicativas del interés que empieza a despertar el aprovechamiento de la economía verde como factor de competitividad del comercio.