Simplifica tu empresa y mejorarás
04
de Mayo
de
2016
Hoy en día en el mundo de la empresa una de las tendencias que se va imponiendo es la simplificación. Ir del que es complejo al que es sencillo, simplificando el trabajo en sí misma y también su entorno y ambiente de trabajo. Por las personas, esto los permitirá ganar en eficiencia, en la medida que en sus tareas diarias se reduzcan cargas administrativas o "burocracias", y simplificando la complejidad en sus procesos.
Hay investigaciones psicológicas que avalan este camino. Estudios recientes nos informan que hacer muchas tareas a la vez, en el tiempo, puede ir en contra de un buen rendimiento, cambiando la estructura del cerebro y disminuyendo la sustancia gris, que es la encargada de procesar la información, que afecta, entre otras funciones, la atención. Además de estos daños al cerebro, hay cálculos que dicen que representa a las empresas un coste anual de 450.000.000 de dólares.
Curiosamente, la tecnología y la globalización nos trae a no tener cura de hacer muchas cosas a la vez, lo cual no nos ayuda. Contestar un mensaje mientras escuchamos música y escribimos un mail; contestar al teléfono, mirar el WhatsApp, escribir un mail con la mesita o el PC, y los más osados incluso pueden estar comiendo a la vez. Es cómo si las personas quieren aprender a ser máquinas (multitasca), qué contradicción. La tecnología tendrá que servir para colaborar y no competir en tareas cognitivas con las personas por su puesto de trabajo.
Todo ello lo más preocupante es que la parte del cerebro que se encoge es la que tiene que ver con el procesamiento de la emoción. Qué relación tendrá con el estrés? Y cómo influirá en la salud laboral? Las áreas de RRHH tienen nuevos retos que van más allá de los programas del talento, para que las organizaciones ganen en productividad de las personas y también en su grado de compromiso.
La simplificación representa una doble transformación, tanto estructural como cultural. Simplificar procesos, reducir el número de revisiones antes de actuar es siempre mejorable. Introducir cambios culturales en la manera de pensar será posible si se modifica las creencias y el comportamiento de las personas. Hablar menos de valores, y más de negocio, y de las creencias que los traerán a actuar para ofrecer un servicio ágil y eficiente en el cliente.
Procesos de negocio, organización y uso de la tecnología, tres aspectos donde la simplificación merece reconocimiento. Un camino apasionante si queremos que la productividad y el compromiso de las personas vayan alineadas con la empresa. Hay trabajo a hacer!
Hay investigaciones psicológicas que avalan este camino. Estudios recientes nos informan que hacer muchas tareas a la vez, en el tiempo, puede ir en contra de un buen rendimiento, cambiando la estructura del cerebro y disminuyendo la sustancia gris, que es la encargada de procesar la información, que afecta, entre otras funciones, la atención. Además de estos daños al cerebro, hay cálculos que dicen que representa a las empresas un coste anual de 450.000.000 de dólares.
Curiosamente, la tecnología y la globalización nos trae a no tener cura de hacer muchas cosas a la vez, lo cual no nos ayuda. Contestar un mensaje mientras escuchamos música y escribimos un mail; contestar al teléfono, mirar el WhatsApp, escribir un mail con la mesita o el PC, y los más osados incluso pueden estar comiendo a la vez. Es cómo si las personas quieren aprender a ser máquinas (multitasca), qué contradicción. La tecnología tendrá que servir para colaborar y no competir en tareas cognitivas con las personas por su puesto de trabajo.
Todo ello lo más preocupante es que la parte del cerebro que se encoge es la que tiene que ver con el procesamiento de la emoción. Qué relación tendrá con el estrés? Y cómo influirá en la salud laboral? Las áreas de RRHH tienen nuevos retos que van más allá de los programas del talento, para que las organizaciones ganen en productividad de las personas y también en su grado de compromiso.
La simplificación representa una doble transformación, tanto estructural como cultural. Simplificar procesos, reducir el número de revisiones antes de actuar es siempre mejorable. Introducir cambios culturales en la manera de pensar será posible si se modifica las creencias y el comportamiento de las personas. Hablar menos de valores, y más de negocio, y de las creencias que los traerán a actuar para ofrecer un servicio ágil y eficiente en el cliente.
Procesos de negocio, organización y uso de la tecnología, tres aspectos donde la simplificación merece reconocimiento. Un camino apasionante si queremos que la productividad y el compromiso de las personas vayan alineadas con la empresa. Hay trabajo a hacer!