Ingeniero y escritor

Sindicatos y la patronal del 20%

11 de Febrero de 2025
Xavier Roig VIA Empresa

El Sindicat de Llogateres -nombre políticamente correcto y muy elogiado en Catalunya- ha organizado una serie de movilizaciones que están teniendo un cierto eco. Veremos cómo acaba todo esto. Así comenzó Ada Colau y, después de empantanarse la ciudad de Barcelona, emprendió viaje hacia Palestina. De todo esto, antes, se decía “mucho ruido y pocas nueces”. Y, como sucede con el rey emérito, exención de responsabilidades. Pero es lo que tiene un sistema electoral aberrante -que sería escandaloso en cualquier lugar de Europa- y que le permitió ser alcaldesa con el 21% de los votos. Y que ahora permite al señor Collboni gobernar sin presupuesto (!!!) y con el 20% de los votos. Ignoro por qué, después, los medios informan de la desidia del votante.

 

Si este Sindicato de Inquilinos fuera como debe ser, debería actuar consecuentemente, sine die quiero decir. Porque en este país todo acaba convirtiéndose en política, es decir, comprados por cuatro duros gracias a la “fusión” con la izquierda extrema catalana que ha dejado de serlo cuando ha probado el sillón. Este fue el caso Colau. Y este es el peligro que acecha al sindicato en cuestión.

La palabra para bautizar este movimiento (sindicato) debería hacernos pensar. He leído ya algunos escritos que se preguntan quién es el empresario, el oponente ideológico. Es lógico, un sindicato que se caracteriza por las reivindicaciones, debe tener un oponente. Y si el país se moviera con cierta lógica, el oponente no es, ni más ni menos, que el ayuntamiento. Los ayuntamientos europeos se han convertido en las patronales que oprimen a los ciudadanos. No con impuestos exagerados -bueno, en algunos casos, sí- sino gesticulando y utilizando una verbosidad inflamada que no se traduce en nada para el ciudadano. Al contrario, los ayuntamientos son los representantes del capitalismo más descarnado.

 

Los lobbies municipales tienen mucha fuerza. Al alcalde o concejal de un pueblo o ciudad puede que te lo encuentres en el bar o en un restaurante. Un ministro regional -el que nosotros llamamos consejeros- te lo encuentras ya muy escasamente. Pero digamos que puedes llegar a quedar para almorzar con él. Hacerlo con un ministro ya es mucho más difícil, pero nada es imposible si tienes buenas conexiones en el partido que manda. Ahora bien, almorzar con un comisario europeo es prácticamente imposible. Con esto quiero desmontar el mito que dice que el poder, cuanto más cerca del ciudadano, mejor. Esto solo es verdad en Suiza. En el resto, y para determinados temas, mejor que el que manda esté lejos. Así tuvo que ser Mario Draghi quien, siendo primer ministro de Italia, prohibió que los cruceros entraran en Venecia, porque el alcalde y las “fuerzas vivas” de la ciudad no tenían ningún interés. Y es por eso que en Barcelona gobierna el lobby de las 3T: taxi, turismo y terrazas.

"Los problemas del día a día no nos vendrán de Trump, sino de los nuestros, a los cuales se puede acceder comiendo"

Con todo esto, quiero significar que el populismo de derechas avanza porque el populismo de izquierdas ya está gastado. Y comprar un edificio para distraer al personal es una levantada de camisa de dimensiones bíblicas. ¡Eh! Y dicen que lo harán más veces. Cualquier cosa menos legislar para que los problemas se solucionen en origen -el hecho confirma que los intentos de compra del Sindicato de Inquilinos por parte de la clase política ya han comenzado. 

Todo este enredo demuestra que los problemas del día a día no nos vendrán de Trump, sino de los nuestros, a los cuales se puede acceder comiendo. Porque no se trata de solucionar los problemas en origen. Sino de practicar el populismo más rancio hispano. Es lo que sucede cuando solo tienes que gobernar para el 20% que te ha votado.