Hacia una Europa más competitiva y sostenible

09 de Mayo de 2019

El 9 de mayo de 1950, el ministro francés de Asuntos exteriores, Robert Schuman, pronunció la llamada Declaración Schuman en la cual proponía la creación de una Comunidad Europea del Carbón y del Acero, lo que sería la CECA, la primera de una serie de instituciones supranacionales que se convirtieron en el que hoy es la Unión Europea. Es por eso que cada 9 de mayo celebramos el Día de Europa, un buen momento para pararnos a reflexionar sobre el legado que heredamos y el futuro que queremos para nuestra Unión, porque tal como dijo el presidente Juncker "cada generación tiene el deber de mejorar el destino de los europeos tanto los de hoy como los de mañana".

 

Juncker: "Cada generación tiene el deber de mejorar el destino de los europeos tanto los de hoy como los de mañana"

A pesar de que los retos son penetrantes y el contexto global complicado, hay motivos para el optimismo a la hora de mirar al futuro. En clave económica, Europa ha crecido a un ritmo mediano del 2% durante los últimos años y está previsto que este crecimiento continúe este año y el próximo. La recuperación económica también se puede ver con las cifras de paro. Desde noviembre del 2014, cuando la Comisión Juncker empezó su mandato, se han creado 12,6 millones de puestos de trabajo a la UE y como consecuencia la tasa de paro el marzo del 2019 se situaba al 6,4%, la más baja desde el inicio del siglo. Otro indicador que nos ofrece dosis de optimismo es el de la inversión, que ha recuperado los niveles de antes de la crisis y este año está previsto que crezca en todos los estados miembros de la Unión, cosa que no pasaba de los del 2007. El Plan Juncker, que puso en marcha la Comisión al 2015 precisamente para relanzar la inversión, está dando sus frutos y se prevé que al 2020 haya generado 500 mil millones de inversión adicional en Europa y 1,4 millones de puestos de trabajo.

 

Aprovechando los avances hechos y teniendo en cuenta la opinión de los ciudadanos expresada en más de 1.600 debates y en varias consultas públicas, la Comisión ha definido la agenda estratégica para el 2019-2024, un marco para afrontar los retos que se nos presentan y que necesitan acción a escala europea en cinco grandes ámbitos: la protección, hay que avanzar hacia una auténtica Unión Europea de la Defensa que se base en el reparto de responsabilidades y la solidaridad entre todos los estados miembros; la competitividad: hace falta que mejoremos el Mercado único para poder extraer el máximo de provecho y que invertimos en capacidades digitales clave para impulsar una inteligencia artificial centrada en el ser humano que nos posicione como líderes globales; la equidad para acabar con las brechas de género, garantizar igualdad de oportunidades a las minorías y reducir las diferencias entre las diversas regiones europeas; la sostenibilidad, tenemos que adoptar pautas de producción y de consumo sostenibles y redoblar los esfuerzos para luchar contra el cambio climático. Apostar por la economía circular y solucionar algunos retos pendientes como por ejemplo la seguridad energética. Y la influencia, Europa tiene que ejercer un liderazgo a escala mundial a través del apoyo a un orden mundial multilateral.

Tarradellas: "Los ciudadanos tendrán el 26 de mayo otra oportunidad para decidir qué forma tiene que tener la Europa del futuro"

El 9 de mayo de 2019 los líderes de la UE se reunirán en Sibiu, una ciudad rumana, para culminar con el proceso de reflexión colectiva sobre el futuro de la Unión y renovar el compromiso de una Unión Europea que ofrezca respuestas a los retos a los cuales tendremos que hacer frente durante los próximos años. El día siguiente empezará la campaña electoral para las elecciones europeas que en España se celebrarán el 26 de mayo y donde los ciudadanos tendrán otra oportunidad para decidir qué forma tiene que tener la Europa del futuro.