El suicidio demográfico de Europa y el desprecio del talento senior

06 de Noviembre de 2019

Mientras en nuestra sociedad de lo que más se habla es de las revoluciones tecnológicas, el desarrollo sostenible o la transición energética, deberíamos asustarnos con un problema que cada vez será más grave, el suicidio demográfico de Europa ante la baja natalidad consecuencia de nuestro modelo de vida.

 

"Deberíamos asustarnos con un problema que cada vez será más grave: el suicidio demográfico de Europa"

Europa tiene una población estimada de 747 millones de habitantes, dividida entre sus 50 países (año 2019), que está envejeciendo progresivamente debido a la disminución del número de nacimientos y al constante aumento en la esperanza de vida que es una de las más altas del mundo, con 80,3 años de vida media (77,5 para los hombres y 83,1 en el caso de las mujeres).

Ante este rápido envejecimiento, si no se toman medidas para mejorar la situación del mercado laboral de los trabajadores de más edad, se frenarán las mejoras en el nivel de vida y se generarán aumentos insostenibles en el gasto social. Por eso se requieren mayores esfuerzos para promover la inclusión de las personas mayores de 45 años.

 

Reducir los incentivos para los que se jubilan de manera prematura y recompensar el empleo a los mayores, para que tengan una vida laboral más larga, debe estar en el centro de la agenda política de todos los países. Una cuestión clave en las políticas de empleo es que sean más inclusivas, promoviendo que los empleadores contraten y retengan a los trabajadores de más edad en mejores empleos. Desgraciadamente, la discriminación por edad y las actitudes de los empleadores son un obstáculo para su vida laboral. Es necesario orientar y estimular a estos empleadores para que gestionen mejor una fuerza laboral con diversidad de edad de manera más eficiente, lo que permitirá a todos los trabajadores permanecer más tiempo en el empleo manteniendo su productividad.

El que la gente de hoy viva más que nunca, es muy bueno para las personas, pero un desafío para las sociedades. Si no se hace nada para cambiar las pautas de trabajo y jubilación, el número de personas mayores inactivas que necesitarán el apoyo de cada trabajador podría aumentar en un 40% entre 2019 y 2050. Esto produciría una presión insostenible sobre las generaciones más jóvenes que financiarán los sistemas de protección social frenando el aumento del nivel de vida.

"El número de personas mayores inactivas que necesitarán el apoyo de cada trabajador podría aumentar un 40% entre 2019 y 2050"

Por eso, mejorar las perspectivas de empleo de los trabajadores de más edad es vital y los países deben trabajar para dar a las personas mayores mejores incentivos y oportunidades laborales.

Es necesario retrasar la edad promedio en la que los trabajadores mayores finalizan su vida laboral, y reducir la brecha de género en la aportación laboral en edades más tempranas, con la movilización del talento femenino en el mercado laboral como respuesta al desafío del envejecimiento.

Como he comentado antes, la discriminación por edad y las actitudes negativas de los empleadores son los principales obstáculos para una vida laboral más larga. Y aunque la discriminación por edad está prohibida en muchos países, la efectividad de las leyes se ve muchas veces obstaculizada por la dificultad para demostrar que la discriminación ha tenido lugar.

Los gobiernos deben garantizar que se estimule el trabajo a una edad avanzada y no penalizarlo. Debemos acabar con la reticencia del empleador a contratar y retener a los trabajadores de más edad (discriminación por edad), con los pocos incentivos que tienen para continuar trabajando, e invertir más en el desarrollo de las habilidades y la empleabilidad durante toda su vida laboral. Ofrecer oportunidades para que mejoren sus habilidades y aprendan otras nuevas, a lo largo de sus carreras laborales, es un requisito imprescindible para fomentar una vida laboral larga.

"Los gobiernos deben garantizar que se estimule el trabajo a una edad avanzada y no penalizarlo. Los empleadores deben ver los beneficios de invertir en empleados mayores" 

Los empleadores deben ver los beneficios de invertir en la capacitación de sus empleados mayores como factor clave para cerrar la brecha de habilidades con los empleados más jóvenes.

Se necesitan políticas para incentivar el empleo en los mayores de 45 años y adoptar medidas como la elaboración de legislaciones que prevengan su discriminación. También es importante hacer campañas de sensibilización en la sociedad, que estén destinadas a eliminar la discriminación en los procesos de reclutamiento, formación, promoción laboral y retención del empleo.

Adoptar medidas que garanticen que la edad no debe ser un criterio para determinar el nivel de conservación del trabajo e impulsar el intercambio de conocimientos y experiencias entre diferentes grupos de edad.

Sabemos que en 2050 no estaremos aquí para lamentarnos de que no se nos escuchó. Pero es nuestra responsabilidad dejar un mundo mejor a las generaciones venideras.

Aún estamos a tiempo de pasar a la acción para evitarlo. Europa en general tiene una perspectiva demográfica oscura según los datos de la ONU, con la peor tasa de natalidad de todos los continentes, que combinado con la longevidad, creará pirámides poblacionales cada vez más inestables que generarán conflictos intergeneracionales, por la difícil sostenibilidad de los sistemas de jubilación, el equilibrio de los sistemas de pensiones, los gastos en sanidad o la dependencia.

Pasemos a la acción!!  #NoALaDiscriminacionPorEdad