Politóloga y filósofa

Por qué un trabajo aburrido puede ser el trabajo de tu vida

04 de Abril de 2025
Arianda Romans | VIA Empresa

De vez en cuando, en la universidad nos ofrecen formaciones y charlas. Normalmente, no tengo tiempo para asistir, pero siempre intento aprovechar la oportunidad de trabajar en un lugar donde la gente cobra por pensar y aprovecho para encontrar tiempo para las que me parecen más interesantes. El otro día asistí a una charla sobre cine y contar historias, sin ser yo una gran experta en la primera parte. Todo el mundo en la sala era lo que se podría considerar un cinéfilo, o alguien que llena su vacío existencial con la gran pantalla (yo no estoy en condiciones de juzgar a nadie porque hago exactamente lo mismo con los libros). El caso es que entre ese público curioso y el conferenciante se creó un diálogo muy bonito sobre qué pretende realmente el cine y también sobre las múltiples posibilidades que tenemos cuando compartimos una historia.

 

Estoy acostumbrada a que las personas que vienen a hablar ante grandes audiencias tengan currículums impresionantes y experiencias vitales absolutamente diferentes a las de la mayoría. En general, la mayoría han asistido a grandes universidades, o han viajado por todo el mundo, o han trabajado en organizaciones influyentes y tienen contactos con las altas élites de su país de origen. Pero aquel señor, a pesar de trabajar en una gran universidad y con un proyecto muy estimulante de cine y conciencia social, había trabajado durante muchos años en un trabajo “normal” que, según él, le permitía disfrutar de una gran cantidad de tiempo libre, vacaciones, y tiempo para pensar en sus proyectos audiovisuales.

“Sin ninguna intención de ofender, pero esto no lo podría hacer con las condiciones que me ofrecía en ese momento la universidad”. Y es que más allá de las pasiones, la vida tiene muchas cosas. En una sociedad que requiere muchas responsabilidades y estructuras complejas, a veces lo que tienes que encontrar no es el trabajo de tu vida, sino una fórmula que te permita ser feliz con tus circunstancias personales.

 

La frase del director de cine me recordó al libro de Sarah Jaffe, Tu trabajo no te quiere, disponible en castellano en Capitán Swing desde 2024. En una sociedad donde nos identificamos con el trabajo que hacemos, a veces las curiosidades se pierden en las bambalinas de descripciones demasiado estrechas. Hay gente a la que le gusta su trabajo, y eso es fantástico, pero también hay muchas personas que solo trabajan porque lo necesitan o porque les da un sueldo a final de mes. Y ambas opciones están bien.

"En una sociedad que requiere muchas responsabilidades y estructuras complejas, a veces lo que tienes que encontrar no es el trabajo de tu vida, sino una fórmula que te permita ser feliz"

No es necesario que ames tu trabajo si no quieres. A veces, un trabajo aburrido y corriente será tu oportunidad para poder hacer lo que realmente te gusta: salir en bicicleta, pasar tiempo con tus amigos, cuidar tu huerto, participar en una asociación, hacer cerámica, escribir, ser voluntaria en un refugio de animales, arreglar coches antiguos o aprender un idioma. Todas aquellas cosas que no nos llenan los bolsillos, pero que sí nos llenan el corazón.

Además, desde el punto de vista de la conciliación también es mucho mejor que no te guste demasiado tu trabajo. Si te gusta mucho, no te molesta dedicarle más horas o te preocupas demasiado por cumplir los objetivos y alcanzar nuevas metas, lo cual es positivo, pero también puede conducir a autoexplotaciones no deseadas. Si te gusta, pero tampoco te apasiona, haces lo justo y necesario. Desde el punto de vista de los derechos laborales, es mucho mejor que no le tengas demasiado cariño a tu trabajo.

"Lo más importante es ser una persona apasionada; si eso coincide o no con tu trabajo, ya es otra cosa"

Vuelvo a concentrarme en las palabras del director, que nos explica cómo después de su trabajo aburrido logró trabajar a tiempo parcial en un proyecto de la universidad y después pudo llegar a un proyecto donde pudo aplicar los conocimientos del trabajo aburrido. Realmente, a veces la vida va como va y lo que queremos decidir pocas veces acaba siendo relevante para el resultado final. Lo más importante es ser una persona apasionada; si eso coincide o no con tu trabajo, ya es otra cosa.