Directora de Innovación de Foment del Treball

El tsunami de la IA y los deberes para mañana

16 de Febrero de 2025
Maria Mora | VIA Empresa

Esta semana se ha celebrado en París la AI Action Summit, una cumbre mundial que ha reunido a participantes de más de 100 países, líderes gubernamentales, representantes del mundo empresarial, organizaciones internacionales, sociedad civil, empresas y el mundo académico.

Evidentemente, el día que acaparó todos los flashes fue el martes 11 de febrero, donde grandes jefes de Estado mostraron sus posicionamientos respecto a la IA, mostrando sus implicaciones globales y anunciando grandes inversiones para definir el rol de cada uno en los próximos años. No obstante, el día anterior, las puertas del Grand Palais se abrieron para acoger a un grupo privilegiado – invitados por Business France junto con la Embajada francesa en España-, que tuvimos el honor de escuchar a grandes expertos en debates de alto nivel sobre el futuro del trabajo, la inversión y competencia en la era de la IA, la gobernanza y la sostenibilidad.

 

¿Tsunami o no tsunami?

Desde hace tiempo, los debates se centran en la destrucción de puestos de trabajo que provocará la implementación de la inteligencia artificial. Pero, ¿qué pasaría si viéramos que estamos haciendo la lectura equivocada del futuro? Quizás esta afirmación viene dada porque entendemos este futuro partiendo de la base de los puestos de trabajo. Un cocinero, díganme escéptica, difícilmente será un business intelligence developer y un taxista será complicado reconvertirlo en un ingeniero de datos. Pero, ¿qué pasaría si en lugar de centrarnos en las ocupaciones que desarrollan, pusiéramos el acento en las capacidades, las habilidades - las skills que dicen los ingleses-, para intentar modificar el comportamiento y orientarlo a una nueva etapa? Dicen que el puesto de trabajo no te lo quitará la IA sino aquel que sepa utilizarla. Quizás es el momento de potenciar el pensamiento crítico y la curiosidad por aprender.

Sylvain Duranton, líder de BCG X, Celine Lee CEO de Zindi Africa y James Manyika, Vicepresidente Senior de Investigación, Laboratorios, Tecnología y Sociedad en Google, y también Co-Presidente del Cuerpo Asesor de Alto Nivel de la ONU sobre Inteligencia Artificial debatieron sobre este posible tsunami y el aumento de las desigualdades. Ninguno de ellos anticipó este tsunami de desplazamiento de los trabajadores. De hecho, en un análisis de BCG X donde comparan las diferencias en la percepción y adopción de la tecnología se veía claramente; los trabajadores del Sur Global (Nigeria, India, Brasil o Sudáfrica) utilizan la IA generativa un 57%, frente a un 37% del grupo de países considerados del Norte (Bélgica, Francia, España, Reino Unido o Estados Unidos).

"Dicen que el puesto de trabajo no te lo quitará la IA sino aquel que sepa utilizarla. Quizás es el momento de potenciar el pensamiento crítico y la curiosidad por aprender"
 

Mientras los del norte ven la IA como una amenaza, el grueso de países agrupados como el sur la considera una oportunidad para superar barreras y mejorar tanto laboralmente como en la autoformación y acceso a conocimiento. Con barreras de uso mínimas, el reto es impulsar su adopción, ya que quien la utilice será más competitivo. ¿Y si la IA fuera la clave para reducir desigualdades y generar más prosperidad?

 

Recalificación, una prioridad crítica

Desde hace años hemos oído que es necesario impulsar masivamente el reskilling y upskilling porque, en lugar de sustituir trabajadores, la IA potencia las habilidades. La gran pregunta es: ¿estamos preparados?

Es evidente que la IA transformará completamente nuestra manera de relacionarnos con el mundo. Algunos siguen hablando de una gran desbandada que transformará nuestro mercado de trabajo, pero como en cualquier revolución, el reto debe centrarse en comprenderla para poder implementarla con éxito. Si se necesita una transformación profunda dada la magnitud de la tecnología, los esfuerzos deben orientarse en despertar la curiosidad, desaprender y volver a aprender. Volvamos a ello. Es, una cuestión de skills.

¿Cómo incentivamos la formación para ayudar a integrar esta nueva realidad?

Por la mañana, el CEO del grupo Adecco, Denis Machuel, evidenció que menos del 1% del PIB se destina a la formación de adultos. De hecho, si lo recuerdo bien, hablaba del 0,1%. ¿Estamos planificando adecuadamente, atendiendo este goteo de avisos de cambio que cada día son portadas en los medios?  

Celine Lee expuso que el 30% de los trabajadores verán cómo el 50% de sus tareas se verán afectadas por la IA. Reforcemos la idea: el foco no debe ser el puesto de trabajo en sí, sino las competencias necesarias para ejercerlo. Se necesita un cambio estructural para afrontar los retos actuales.

"Menos del 1% del PIB se destina a la formación de adultos"

Por lo tanto, si sabemos que la IA impactará rotundamente, ¿no deberíamos repensar qué incentivos aportamos a las empresas para abordar el tema formativo? No paramos de escuchar la necesidad de reskilling y upskilling, pero lo cierto es que se necesita una inversión masiva para formarnos todos. Necesitamos personas que se cuestionen por qué debemos implementar determinadas tecnologías, porque al final son herramientas para alcanzar un fin. Y si el fin no lo sabemos, la herramienta no servirá.

Es necesario, al mismo tiempo, repensar cuáles son las competencias que queremos amplificar y cuál es la mejor forma de hacerlo. Es ingenuo pensar que crearemos un curso para todos, y habrá millones de solicitudes para registrarse. Y esta responsabilidad de planificar, y este coste, no puede recaer únicamente en las empresas. Se necesitan incentivos fiscales para abordar este futuro del trabajo de la misma manera que hay incentivos fiscales para otras prioridades que se pensaron en el pasado. Necesitamos una recalificación masiva y movilizar los recursos necesarios que nos permitan redefinir la sociedad del conocimiento que queremos. Es imprescindible el apoyo por parte de los gobiernos y adicionalmente, la colaboración entre empresas, universidades, instituciones académicas para hacer, ahora más que nunca, que la oferta vaya claramente relacionada con la demanda.

"Necesitamos una recalificación masiva y movilizar los recursos necesarios que nos permitan redefinir la sociedad del conocimiento que queremos"

El líder de BCG X lo ejemplificaba de la siguiente manera. BCG X introdujo Github masivamente para sus 1000 ingenieros de software. La productividad aumentó 0. Doble cero, enfatizó. Únicamente lograron un impacto real cuando contrataron coaches, orientadores especializados, para enseñarles nuevas metodologías que propiciaran el cambio de mentalidad necesario que se tradujera en más productividad. Coaches para transformar la manera de trabajar. Estamos evidenciando que no es únicamente un tema de velocidad, sino de entender lo que queremos transformar.

La solución parece fácil. Y se debe abrir el debate porque estas conversaciones se deben tener ahora. Nuestro rol como organizaciones empresariales es propiciar esta comprensión que nos permita agilizar su adopción. Pero si no hay un pacto global que apueste claramente por la mejora de las competencias, las skills, no saldremos adelante. Así que es una inversión de futuro. Los efectos de la adopción de la IA en la empresa y en la sociedad, los veremos en las décadas venideras.

Anne Bouverot, enviada especial del presidente francés para la Cumbre de Acción de IA, inauguró el 10 de febrero la cumbre con una cita de Marie Curie “Nada en la vida debe ser temido, solo debe ser entendido”.

Pongámonos a ello, que los deberes son para mañana.