Uno de los pocos temas que despiertan un consenso muy mayoritario en Cataluña se que hay una discriminación económica por el déficit fiscal. Son los famosos 16.000 millones anuales que representan el 8% del PIB y que hacen muy difícil desarrollar el potencial del país.
El problema del modelo vigente es que no respeta la ordinalitat . Esto explica que cada año Cataluña, que es la cuarta región en renta per cápita, pierda mucha renta después de los repartos interregionales.
La renta final disponible de los catalanes baja del cuarto lugar al noveno, décimo o undécimo. Es decir, hay entre cinco y siete regiones que, a pesar de generar menos renta, pasan por ante Cataluña, gracias a las compensaciones interterritoriales.
En otros países, como Alemania por ejemplo, es impensable que una región que es receptora limpia quede al final más rica que las regiones que son aportadores limpias. Nunca he sentido nadie que esté en contra de que las regiones más ricas contribuyan a reducir los desequilibrios, pero el respecto del ordinalitat tendría que ser uno de los límites de la solidaridad.