La administración y el sector público en su conjunto tienen que ser cada día más competitivos y preparados para dar respuesta a los retos que se plantean, y hacerlo de forma rápida, eficaz y eficiente. A la vegada pero, el sector privado acontece también un conjunto de actores que tienen que redefinir su papel y función ante la sociedad.
Es, desde mi punto de vista, un reto clave de los años próximos redefinir las responsabilidades del sector público y del sector privado, aquello que corresponde a uno y al otro ya no puede basarse en patrones del pasado. El nuevo mundo y las nuevas revoluciones digitales y de la información conforman un ecosistema donde los papeles del hecho público y privado no pueden sólo quedar en un marco del cual hasta hoy hemos denominado partenariats público-privados, que en la gran mayoría de casos no dejan de ser de gran valor pero que no pasan de ser una nueva manera de concebir la colaboración en ciertos desarrollos y gestión de servicios que no sueño corazón exclusivo de la función y actividad pública tradicional.
El sector privado, las empresas y las grandes corporaciones no pueden actuar a los mercados pensante que las externalidades que genera el libre funcionamiento de los mismos es un problema que sólo puede y tiene que resolver el sector público. La última crisis financiera se puede ver desde muchos puntos de vista, y las responsabilidades están bastamente repartidas, como por ejemplo lo son el descontrol de las finanzas públicas y la despreocupación absoluta del mercado respeto la sostenibilidad y el impacto social en caso de quiebra. El crecimiento a cualquier precio no es amigo de la humanidad ni del planeta.
La responsabilidad social de las grandes corporaciones se tiene que reinventar, las políticas públicas y la estrategia y funcionamiento de las empresas tienen que compartir responsabilidades sociales y de sostenibilidad que impliquen la construcción de un nuevo paradigma. El mundo lo necesita si realmente nos preocupa su sostenibilidad económica y ambiental futura.
Estoy totalmente de acuerdo con Jeffrey Sachs, con quién tuve la oportunidad de compartir debate sobre este tema a Naciones Unidas, en el marco del World Investment Forum, cuando él declara ser un firme defensor de los mercados y del crecimiento económico pero nunca poniendo por encima este objetivo a la sostenibilidad de nuestro mundo y sociedad.
Tenemos oportunidades tan grandes como retos a resolver para poderlas convertir en un éxito para la sociedad. Tiene que ser este, un factor e incentivo para ponernos a trabajar en esta dirección.