Hoy en día, vivimos en un entorno VUCA (acrónimo en inglés de volátil, incierto, complejo y ambiguo) condicionado, además, por la velocidad. La información, el traspaso de datos y la comunicación en general se producen con una rapidez vertiginosa que condiciona nuestra manera de actuar, dentro y fuera de la empresa. En paralelo, la Revolución Tecnológica ha originado nuevas necesidades que están impactando muy directamente al mercado laboral, fruto de la transformación digital de las empresas y de los retos de la nueva era global. Las mismas organizaciones han empezado a plantearse qué necesitarán para este nuevo modelo de desarrollo; no es sólo una cuestión a abordar por los que buscan un trabajo o quieren cambiar de puesto de trabajo.
A la práctica, ocurre un serio problema de ensambladura, y es que muchas empresas no consiguen encontrar a los empleados que de verdad necesitan y miles de lugares quedan sin ocupar. Es decir, se produce un desajust entre las capacitaciones que tienen los estudiantes que salen de las universidades y las características concretas de los perfiles que las compañías demandan. Según un estudio de ManpowerGroup, en los Estados Unidos, el 52% de los empleadores hablan de escasez de talento, porque revelan graves dificultades para ocupar ciertas posiciones. Puestos de trabajo que requieren unas capacidades y habilidades añadidas, para los cuals una formación universitaria no es suficiente.
En España, la desocupación juvenil supera el 50% y, si bien es cierto que parte de la responsabilidad viene de la larga crisis que arrastramos desde 2008, en la actualidad, hay un gran desconocimiento por parte de los estudiantes sobre qué estudios elegir. Los datos son alarmantes: este desajust entre el cual se estudia y el que demanda el mercado laboral provocará que, el 2020, queden vacantes en nuestro país más de dos millones de puestos de trabajo por falta de calificación, según varias fuentes. Siguiendo un informe publicado por Ransdstad, las previsiones apuntan a una significativa falta de profesionales de disciplinas STEAM (Science, Technology, Engineering, Artes y Mathematics). De hecho, se calcula quehabrá un aumento de la demanda de estos trabajadores en Europa de un 14% hasta el final de 2020 y que faltarán 1,9 millones de profesionales de estas especialidades altamente cualificados (no sólo de perfiles universitarios, sino también de perfiles de Formación Profesional de grado superior).
"El concepto de ocupación como lugar duradero para toda la vida está desapareciendo y hay que desarrollar competencias nuevas"
Actualmente, por lo tanto, el mercado de trabajo está reclamante expertos para profesiones que la Universidad, por sí misma, no llega a formar: especialistas en big data, en gamificació, expertos en seguridad informática, narrow caster, growth hacker, etc. Son posiciones con unas características técnicas muy concretas basadas en las demandas del mercado y los nuevos modelos de negocio de las empresas en la era digital. Todo esto hace pensar que el desajust, en realidad, viene por una necesaria actualización de la formación en todos los niveles.
Sería óptimo que los estudiantes, antes de embarcarse en sus carreras universitarias, conocieran con un poco de detalle qué necesidades tienen las empresas y qué posiciones tienen más salida en el sector laboral. También, informarse sobre qué otras vías de formación complementaria pueden aportar soluciones diferentes para salidas profesionales únicas (MOOCs, Masters inManagement , Programas Cantera, etc.).
Por todo esto, en este mundo VUCA, el concepto de ocupación como lugar duradero para toda la vida está desapareciendo y hay que desarrollar competencias nuevas, así como promover e incentivar a todos los niveles la inquietud de una formación continua para dar respuesta a las demandas de las empresas y prosperar.