La importancia del Pier01

25 de Septiembre de 2019

A cualquier cosa se le llama ecosistema de innovación. La consistencia de un ecosistema de innovación tiene que ver con la masa crítica de talento emprendedor y empresarial, entre otras cosas, como el volumen de oportunidades de valor nacidas de las universidades, el volumen del venture capital invertido y la predisposición de las administraciones a ayudar y no poner palos a las ruedas. Y un indicador clave es cuando un ecosistema de innovación funciona sin estar demasiado azucarado por las subvenciones públicas, es decir, cuando adquiere consistencia por si mismo. Para Barcelona y para Catalunya fue una buena noticia cuando se impulsó Barcelona Tech City, conocido popularmente como el Pier01, pero la mejor noticia es su consolidación y sus proyectos de crecimiento. Quiere decir que Barcelona ha adquirido masa crítica emprendedora suficiente como para que proyectos emblemáticos como el Pier01 naveguen sin depender de las administraciones. En este sentido, Barcelona ya tiene su referencia en emprendeduría, igual que Boston tiene el Cambridge Innovation Center o New York tiene el New Lab a Brooklyn. Son centros que son termómetros de innovación y emprendeduría en un territorio y generan efectos multiplicadores.

 

"El Barcelona Tech City tendría que servir de ejemplo para repensar muchas políticas públicas de promoción de la innovación y la emprendeduría. Apostar por la autenticidad es poner las condiciones del éxito. La autenticidad es lo contrario al humo"

El Barcelona Tech City se ha convertido en una visita obligada en las visitas de turismo de innovación que muchas ciudades, administraciones y empresas hacen en Barcelona. Yo mismo he molestado más de una vez a Miquel Martí, director general de Barcelona Tech City, para alguna de estas peregrinaciones. Siempre pienso que la gente cuando vamos a ver este tipo de iniciativas nos fijamos mucho en el qué y el cómo de estos proyectos exitosos. Pero la pregunta que nos tenemos que hacer es quién. El know-who es más importante a veces que el know-how. Las personas son diferenciales. Sin gente como Miguel Vicente, Miquel Martí, Ignasi Costas, Didac Lee, y sus compañeros de pandilla en el Barcelona Tech City, estas cosas no funcionan. Y este es uno de los principales problemas de las administraciones cuando quieren ayudar a construir ecosistemas de innovación. Piensan más en los edificios que en el talento. Y ponen más recursos para los edificios que para los profesionales. Y, hay que decirlo todo, tienen unas normas en las que permiten invertir todo lo que quieran en edificios y tienen unas enormes restricciones para invertir y pagar al talento. Así va la cosa. Copiar las ideas es fácil. Encontrar las personas para hacer las ideas posibles es difícil. Por eso, todos los que han intentado copiar Silicon Valley han fracasado, porque se encumbran en las triples o cuádruplos hélices y no entienden que el factor determinante es la gente, la masa crítica de talento emprendedor y empresarial y la cultura que comparte. Por este mismo motivo, construir estos ecosistemas requiere años. Sin el esfuerzo personal de muchos emprendedores primerizos y sin una política de apoyo, más o menos sinuosa, de algunas administraciones, no se habría llegado al nivel de masa crítica que permite hoy que el Barcelona Tech City se haya consolidado. Ha tardado años. Estas cosas no se hacen en un mandato!!!

 

Pero hay otro elemento clave. La autenticidad. Algunos quieren hacer nacer grandes proyectos emprendedores desde estructuras de cultura completamente burocrática. No sale nada. Bien, sí, hacen edificios, muchas reuniones y algunas hackatons para que no sea dicho. El Barcelona Tech City funciona porque detrás de un proyecto para emprendedores tiene que haber emprendedores de piedra picada. Y entonces sí, entonces un edificio enorme, de más de 11.000 metros cuadrados acoge 1000 personas y más de 800 miembros, funciona, está lleno y quiere crecer. La cultura y el know-who son lo más difícil de copiar y en cambio son definitivos. La autenticidad es el antídoto de la mediocridad. Siempre recordaré las clases de Jerry Engels en la Universidad de Berkeley cuando repetía, "entrepreneurship is a team sport". La emprendeduría es un deporte de equipo. Las personas son clave. El Barcelona Tech City tendría que servir de ejemplo para repensar muchas políticas públicas de promoción de la innovación y la emprendeduría. Apostar por la autenticidad es poner las condiciones del éxito. La autenticidad es lo contrario al humo. 

"Copiar las ideas es fácil. Encontrar las personas para hacer las ideas posibles es difícil"

Necesitamos más iniciativas como el Barcelona Tech City. No sobre el mismo ámbito necesariamente. Pero sí con su espíritu. Y esperar que den resultados. Pongamos perspectiva. Clayton Christensen siempre dice que las innovaciones que cambian el juego no se hacen en quince días. Esperamos que más startups del Pier01 acontezcan verdaderos scale ups y que impacten en el PIB. Necesitamos éxitos (ventas de la compañía) de muchas de estas startups. Esperamos que algunas de las operaciones de Venture Building animen a otros en este camino y que Barcelona se consolide como una referencia de Venture Capital en el sur de Europa. Esperamos que los resultados de la emprendeduría corporativa se vuelvan diferenciales para las empresas que promueven esta forma de innovar en las empresas. Necesitamos que Barcelona Tech City sea un verdadero multiplicador. Todo indica que lo será. Los ecosistemas de innovación tienen un KPI definitivo: cuál es su aportación a la riqueza y la ocupación que son capaces de crear en el medio y largo plazo. El resto, perdónenme, es un poco de "poesía en movimiento" muy intencionada.