Etnógrafo digital

Zuckerberg contra el mundo. Literalmente

09 de Enero de 2025
Josep Maria Ganyet | VIA Empresa

Cuando el mundo pensaba que ya había encontrado en Musk al villano de James Bond, Mark Zuckerberg ha decidido presentar su candidatura. Atentos al “próximo capítulo” (sic) de Meta.

 

Zuck abre capítulo poniendo sus grandes números sobre la mesa, alineándose con Donald Trump y haciendo un “no quiero pagar” al marco regulador europeo al que califica de "censura institucionalizada". Zuckerberg parece estar reclamando el papel que le corresponde como bróker disruptor global en jefe, título que hoy ostenta Musk.

Con una influencia de alrededor de 3.290 millones de personas, las consecuencias de sus actos son imprevisibles, globales y, por lo tanto, muy preocupantes.

 

Cambios políticos de política

Meta ha presentado una serie de cambios radicales en sus políticas. El mismo Zuckerberg comentaba en un video en Instagram y en un hilo en Threads (su clon de Twitter). Si cada uno por separado levanta recelos y comporta riesgos, conjuntamente revelan un patrón de ambición calculada que hace saltar todas las alarmas. Vamos allá.

Substitución de verificadores por notas de la comunidad

La decisión de Meta de sustituir los verificadores de hechos profesionales por un sistema de "Notas de la comunidad" impulsadas por los usuarios se vende como una democratización de la moderación del contenido. Desconfíen de cuando les hablen de democratización. Al final lo que pasa es que se traslada la responsabilidad de la verificación a los usuarios, al tiempo que se abre la puerta a más desinformación y manipulación: solo hay que pasar por las notas de la comunidad de X para ver su abuso. En su video, Zuck llega a decir que las notas de la comunidad de X —¡menciona la competencia por su nombre!— funcionan muy bien. La realidad es que no hay datos ni estudios que lo demuestren porque X simplemente no da datos ni permite que los científicos accedan a ellos.

Desregulación de las políticas de contenido

Zuckerberg dice que Meta eliminará las restricciones sobre temas como la inmigración, el género y la raza (sic), porque han quedado obsoletas con el "discurso generalizado" (mainstream). Zuck, como Musk, sabe bien quién es su público —tiene todos los datos— y sabe quién será el (des)regulador a partir de ahora. Meta comienza a silbar el himno de Trumpelonia™.

 

Prioridades de las normas

A partir de ahora, el filtrado de contenido nocivo solo se aplicará en casos de infracción de alta gravedad como el terrorismo o la explotación de menores. Para evitar falsos positivos se relajará la aplicación a todos los contenidos que no sean delictivos a pesar de que puedan incurrir en la violación de los términos de uso —y abuso— de la plataforma. Tal enfoque prioriza la eficiencia sobre la seguridad y abre de facto una autopista para el abuso y acoso de personas y colectivos más vulnerables.

"A partir de ahora el filtrado de contenido nocivo solo se aplicará en casos de infracción de alta gravedad como el terrorismo o la explotación de menores"

Más política

Según Zuck y respondiendo a la demanda de los usuarios, Meta vuelve a introducir contenido político en sus plataformas. No es que no lo hubiera hecho, es que “lo ocultaban para no provocar división”. Afirma que lo que ahora pretenden es revitalizar el discurso público y volver las cosas donde estaban en 2016, es decir, el año en que Facebook y Cambridge Analytica influyeron en el resultado de las elecciones. Según afirma en el video, el ciclo electoral actual ha demostrado que hay mucho interés por la política. ¿No quieres polarización? Dos tazas. 

De California a Texas

Quizás la medida estrella, por lo que tiene de desconexión con el planeta Tierra, es la de trasladar los equipos de moderación de California a Texas. Zuck dice que lo hace para evitar que se les siga acusando de ser demasiado liberales por culpa de los sesgos ideológicos de los trabajadores de Silicon Valley. Quizás ignora que la geografía no tiene sesgos; los tienen las personas. Este movimiento lo que hará simplemente es sustituir unos prejuicios por otros, eso sí, los de los trabajadores de Texas deben estar más alineados con el "discurso generalizado" (mainstream). Eso, y que los sueldos de Texas son más bajos que en Silicon Valley.

Colaborar con el presidente Trump para evitar que los gobiernos extranjeros censuren las empresas norteamericanas

Literal bro. Lo ha dicho así. Zuck asocia públicamente y sin ningún rubor la marca de Meta con el trumpismo, con la libertad de expresión como excusa. Traducido significa luchar muy especialmente contra las regulaciones europeas como la Ley de servicios digitales. No hace falta leer entre líneas; acto seguido Zuck se permite decir que "Europa ha institucionalizado la censura". Más literalidad. En otras palabras: mi cuenta de resultados va antes que cualquier medida para proteger los derechos de los usuarios. Zuckerberg hace de manera calculada con sus plataformas lo que ya hizo Musk sin ganas con X: alinearse con el sotacarrismo mundial.

El aprendiz

Zuckerberg busca desafiar los marcos reguladores, proyectándose como defensor de la libertad de expresión global y del trumpismo en la UE. A lo Musk. La política errática de Musk al frente de X ha provocado un aumento del caos y la desinformación en EE.UU. que ahora intenta exportar a otras democracias liberales. Pero con el 40% de la población mundial utilizando las plataformas de Meta, el potencial catastrófico de las decisiones de Zuckerberg es aún mayor.

Al alienar reguladores internacionales y alinearse con personajes polarizadores como Trump y Musk, Meta renuncia a toda la responsabilidad que le corresponde como plataforma, por tanto, y en teoría, neutral. Veremos más sanciones de los reguladores a Meta y a X que resultarán en situaciones análogas a las de Brasil o Italia, donde jueces restringieron el acceso a X y ChatGPT respectivamente. 

"Con el 40% de la población mundial utilizando las plataformas de Meta, el potencial catastrófico de las decisiones de Zuckerberg es aún mayor"

En el peor de los casos, la visión de Zuckerberg se le podría volver en contra, hecho que tampoco nos ayuda demasiado. Reaccionar copiando a X y el talante de Musk te convierte en su marca blanca y la gente, en general, prefiere el original. Las plataformas de Meta podrían convertirse en refugios para la desinformación, el discurso de odio y el abuso, lo que haría que muchos usuarios las abandonaran. Pero como los números de Meta son estratosféricos, para una gran mayoría aún, este nuevo panorama informativo sería la realidad. Los gobiernos impondrían fuertes multas, restricciones o prohibiciones rotundas, aislando a Meta en algunas democracias, lo que perjudicaría, por un lado, a la empresa y por el otro erosionaría la democracia en cuestión a los ojos de los usuarios de Meta. QED.

PS: Si has llegado hasta aquí te recomiendo el libro del informático, compositor y multinstrumentista Jaron Lanier Ten Arguments for Deleting Your Social Media Accounts Right Now, de 2018. 

No tengo constancia de ninguna traducción al catalán. En castellano lo tenéis editado por Debate como Diez razones para borrar tus redes sociales de inmediato.

Bonus: Hay un gato en la portada.