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Presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona

Carta a los Reyes de Oriente: un mejor financiamiento, más infraestructuras y menos burocracia

04 de Enero de 2025
Josep Santacreu

Año nuevo, propósitos nuevos. Nos encontramos en un contexto incierto, con guerras que sacuden el tablero global, el posible retorno de políticas proteccionistas en el comercio internacional con la victoria de Donald Trump y el enfriamiento de la industria europea. No obstante, las previsiones económicas de la Cámara de Comercio de Barcelona apuntan a que Catalunya se encontrará entre las economías europeas que tendrán un crecimiento más robusto. Enfrentamos el nuevo año con optimismo, pero sin ignorar propósitos muy importantes que deben ser abordados con prioridad este 2025.

 

Nuevo modelo de financiamiento: ahora o nunca

El primero de estos retos es el déficit de financiamiento, un hecho más que documentado y que genera consenso en el mundo económico y empresarial catalán sobre el impacto negativo que supone y la necesidad de solucionarlo. Y es que el hecho de que Catalunya sea una de las comunidades que más aporta al sistema y, en cambio, se quede atrás en la distribución nos indica que el modelo actual no es ni equitativo ni eficiente. La falta de financiamiento es un freno a las políticas de bienestar, con lo cual hay mucho en juego.

El pasado mes de marzo, 20 instituciones, entre ellas las Cámaras de Comercio, publicamos un comunicado conjunto reclamando un nuevo modelo de financiamiento, ya sea un modelo federal o un pacto fiscal, o una profunda reforma del modelo actual. Esta reforma debería orientarse hacia la autonomía financiera, donde la Generalitat sería la encargada de recaudar y gestionar los tributos que se pagan en Catalunya. Finalmente, es necesario que el modelo aplique el principio de ordinalidad, es decir, que los territorios reciban un volumen de inversiones proporcional a sus necesidades y al peso de su PIB.

 

Que se necesita un cambio en el modelo de financiamiento es unánime. La caja de los truenos, y lo que eterniza el debate, es cómo se debe hacer esta reforma. La propuesta del financiamiento singular que han acordado el PSC y ERC es una buena oportunidad y una apuesta concreta para cambiar las cosas, muy alineada con lo que hemos reclamado estas 20 entidades. Además, la Generalitat ha creado un gabinete de expertos para asesorarlo en la materia. Ahora es el momento de ser pragmáticos y evitar debates espurios. Que nadie se equivoque. Los catalanes no somos egoístas ni queremos eliminar los mecanismos de solidaridad. Lo que queremos los catalanes es, sencillamente, un financiamiento más justo.

Las infraestructuras, una palanca para el desarrollo

Un ejemplo de cómo impacta el déficit de financiamiento en la economía son las infraestructuras. La red de Rodalies tiene un mal endémico que es la falta de ejecución de sus inversiones. El traspaso integral del servicio a la Generalitat sin duda traerá cambios, pero el reto sigue siendo el mismo: cuánto invertimos en la red y cómo lo hacemos para asegurar un servicio de calidad, que invite a utilizar el transporte público. No es una cuestión solo de promover el

transporte sostenible. Contar con una red eficiente y bien conectada de transporte público es uno de nuestros mejores aliados ante emergencias como el acceso a la vivienda, ya que permitiría descongestionar los núcleos urbanos más tensionados y facilitar que los trabajadores que viven fuera de las grandes ciudades puedan desplazarse para ir a su lugar de trabajo. Todo esto mientras se abordan políticas orientadas al aumento de la oferta de vivienda.

Las empresas también se benefician de infraestructuras clave. Un buen ejemplo es el corredor mediterráneo, un gran eje para promover el intercambio comercial y hacer los deberes ante Europa para incrementar la cuota de transporte de mercancías por ferrocarril. No obstante, es una obra que también acumula un retraso importante. El ministro Óscar Puente se felicitaba hace poco de que la inversión en el corredor en 2024 había crecido un 32% respecto al año anterior. Veremos si este titular se traduce en un avance real en la ejecución de esta infraestructura, o se queda solo en eso, un titular.

No podemos olvidar tampoco el aeropuerto de Barcelona, una de las infraestructuras más importantes de Catalunya y que aún tiene un futuro incierto, a la espera de que el gobierno catalán defina un plan para su transformación. Lo que sí sabemos es que el aeropuerto ha conseguido más destinos intercontinentales que nunca y se acerca a un nuevo récord de pasajeros en 2024 que superaría el del 2019, antes de la pandemia. Hablamos, por tanto, de un potencial de crecimiento importante que, no obstante, se ve limitado por una infraestructura que se encuentra al límite de su capacidad. Ponerle remedio es prioritario para no perder competitividad respecto a otros aeropuertos europeos.

Una nueva administración para ser motor de progreso

Otro reto que quiero destacar para este nuevo año que comienza es la reforma de la administración pública. Como el modelo de financiamiento, este es un tema que hace años que sobrevuela el debate público, pero que no acaba de avanzar. El sector público gestiona el 50% del PIB, una cantidad demasiado importante para permitir que lo haga de manera poco eficiente, arrastrando consigo la competitividad del conjunto del sistema.

Más de 300 entidades del mundo económico y social alzamos la voz en un acto unitario para reclamar la reforma de la administración pública. Una demanda que en el contexto económico, social y político actuales es imprescindible y urgente, porque no puede haber un buen país sin una buena administración. Es necesario reducir la burocracia y la telaraña normativa para facilitar la actividad económica, pero también profesionalizar la dirección pública, introducir mecanismos de transparencia y de evaluación de las políticas públicas y una digitalización eficiente. No se trata de un desafío fácil ya que requiere un compromiso político claro y una visión de país a medio y largo plazo.

La Ley de Cámaras, una deuda histórica

El último objetivo del año afecta exclusivamente a las Cámaras de Comercio, pero tiene relación con un déficit que dura más de una década: la Ley de Cámaras. Después de un año de conversaciones

para consensuar el texto con las principales patronales, el Consejo General de Cámaras de Catalunya ha dado luz verde a una nueva propuesta de Ley para que Catalunya cuente por fin con una ley actualizada que defina y regule la actividad cameral. Ahora toca trabajar para la aprobación de esta Ley, que nos dotará de los recursos para poder cumplir con más garantías nuestras funciones.

Catalunya afronta el 2025 con un horizonte lleno de desafíos, pero también de oportunidades. Con compromiso, colaboración y una estrategia clara, podemos superar obstáculos como el déficit de financiamiento, las carencias en infraestructuras y la eficiencia administrativa. Es el momento de consolidar un modelo que permita a nuestro tejido económico crecer y ser un referente europeo. La implicación de todos los actores es imprescindible para transformar las prioridades en realidades palpables.