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Presidente ejecutivo de La Salle Technova

La colaboración como motor de los ecosistemas de innovación: el caso paradigmático del 22@Barcelona

20 de Noviembre de 2024
Josep Miquel Piqué

La innovación se ha convertido en un aspecto fundamental en el desarrollo económico y social de las sociedades modernas; impulsa la competitividad empresarial y, al mismo tiempo, crea puestos de trabajo y mejora la calidad de vida de los ciudadanos. Sin embargo, el proceso de innovar no es aislado. No es algo que alcance su máximo potencial desde la iniciativa individual, sino que se fundamenta en la colaboración entre diversos actores y se maximiza si se fomenta en ecosistemas vibrantes. Un ejemplo paradigmático de esta sinergia es el distrito 22@Barcelona, donde los agentes de la cuádruple hélice (universidades, empresas, administraciones públicas y sociedad civil organizada) colaboran para transformar un entorno urbano en un polo de desarrollo innovador.

 

La innovación como ecosistema

La creación de redes de propósitos compartidos entre los agentes de la cuádruple hélice se convierte así en el pilar central de un ecosistema interconectado que busca impulsar la innovación para alcanzar el propósito consensuado. Por su parte, las universidades y los centros de investigación juegan un papel central, aportando talento y tecnología, siendo verdaderos imanes para las empresas. Al mismo tiempo, la industria crea valor tanto en empresas emergentes como en inversores y corporaciones que buscan escalar sus negocios. Estas interacciones requieren el apoyo del sector público, que actúa como facilitador mediante la planificación urbana, la financiación y las regulaciones locales, autonómicas y nacionales. La sociedad, demandante y validadora de soluciones, se convierte en clave como tractora de la innovación.

"La industria crea valor tanto en empresas emergentes como en inversores y corporaciones que buscan escalar sus negocios"

El caso del distrito 22@ ilustra a la perfección los beneficios de trabajar para seguir alimentando esta red. Mediante la colaboración, las diferentes entidades y organizaciones unen esfuerzos con un objetivo común: promover el desarrollo territorial, económico y social mediante la creación de un ecosistema vibrante que propicia la activación del talento, la tecnología y la inversión. Y esta es la clave de su éxito: que todos comparten un propósito y una estrategia orquestada que asegura la prosperidad de sus agentes de una manera sostenible e inclusiva en el distrito.

 

Ejemplos de éxito de colaboración en el distrito 22@

Un caso concreto de este modelo de colaboración es el proyecto Districlima. Esta iniciativa público-privada es un buen ejemplo de cómo la suma de esfuerzos puede dar respuesta a una necesidad común, en este caso, la eficiencia energética en la climatización. Otro ejemplo relevante es Almogàvers Business Factory, una plataforma física que actúa como una incubadora de incubadoras. Este espacio fue creado por el Ayuntamiento de Barcelona para dar cabida a iniciativas como InLea, favoreciendo así la aparición y el crecimiento de nuevos proyectos empresariales.

Estos casos ilustran la lógica público-privada, es decir, asegurar que universidades, empresas y administración trabajen juntas con el mismo fin. La clave del éxito radica en una clara definición del propósito que permita alinear las estrategias de cada actor implicado. En el caso de los edificios MediaTIC o Mediacomplex, sirvieron para impulsar clústeres urbanos, como el TIC y el Media, en un territorio sin tradición previa, y ahora se erigen en epicentros sectoriales.

Internacionalización del ecosistema

El potencial del ecosistema de la innovación va más allá de los beneficios que puede generar a nivel local. Su capacidad de exportar soluciones innovadoras a otros países se materializa a través de empresas y otras instituciones que funcionan como conectores internacionales trasladando tecnología y conocimiento globalmente. Así, compañías con presencia global que operan desde el distrito 22@ en sus hubs de innovación se convierten en catalizadores para la internacionalización de las actividades generadas en Barcelona. En otras palabras, trabajan desde Barcelona para el mundo.

Retos de los ecosistemas de la innovación: el caso del 22@

El distrito 22@Barcelona ha pasado por diversas etapas, desde su concepción inicial hace más de veinte años, hasta su consolidación como un polo de innovación reconocido internacionalmente. Nació con el objetivo de revitalizar la antigua zona industrial del Poblenou, con un enfoque centrado en la economía y la sociedad del conocimiento. Esta primera fase fue seguida por la etapa de lanzamiento, con el desarrollo urbanístico e infraestructural y la instalación de las primeras empresas como T-Systems o Indra. A medida que el distrito creció, se establecieron clústeres urbanos que han tenido y tienen un peso muy importante en la creación de empleo y atracción de nuevas empresas. Actualmente, el 22@ se encuentra en una fase de madurez. Una etapa que no solo implica la consolidación del distrito a nivel local, sino también la necesidad de conectarse con otros sistemas internacionales.

"El potencial del ecosistema de la innovación va más allá de los beneficios que puede generar en el ámbito local"

Llegados a este punto, uno de los principales retos a los que se enfrenta el distrito es su gobernanza, que debe ser capaz de coordinar de manera armoniosa a los agentes de la cuádruple hélice para trabajar con las tres dimensiones de desarrollo: la territorial, la económica y la social. El distrito ya cuenta con un liderazgo híbrido entre la asociación 22@Network Barcelona y el Ayuntamiento de Barcelona. Por lo tanto, es esencial que la gobernanza consolidada del 22@Network Barcelona sitúe a la asociación como verdadera orquestadora de las iniciativas y actividades presentes y futuras del distrito 22@.