Hablo con Carles Sora, un colega mío de la UPF que hace de investigador postdoctoral fullbright al MediaLab del MIT, que no sé que quiere decir pero parece importante. Al MediaLab se encuentran artistas, tecnólogos y visionarios de todo el mundo para investigar sobre nuevas formas de comunicación (Silicon Valley es por vendedores). han pasado personajes de la talla de Nicholas Negroponte (Vivir en digital), de John Maeda (Maeda Media) y de Joi Ito, activista, emprendedor, inversor, columnista y actual director del MediaLab.
La mezcla de tecnología, medios, ciencia, arte y diseño que hay al MediaLab nos podría hacer pensar —y a menudo se define— en un laboratorio interdisciplinario. De las intersecciones de estas disciplinas salen investigaciones en robótica social, computación emocional, fabricación basada en biología, hiperinstruments entre otras. Nos podríamos quedar aquí pero esto sería poco MediaLab. Yo soy más del parecer de su actual director que rechaza el término y lo define como un laboratorio antidisciplinari: "El trabajo interdisciplinario es cuando trabajan juntas personas de diferentes disciplinas. Un proyecto antidisciplinari no es una suma de disciplinas sino algo completamente nueva: la palabra desafía la definición fácil."
"Nos encontramos en una situación similar a la que se vivía en el mundo en 40 del siglo pasado durante la cursa por la energía nuclear"
Continuamos la conversación hablando de todo y de nada: de las diferencias entre la cultura del trabajo en los EE.UU. y a casa nuestra; de las nevadas al mes de marzo; del actual director Joi Ito, su visión transhumanista y la importancia que no sea estatunidenc por el valor que da la diversidad; y de la importancia de la Inteligencia Artificial, sobre todo de esto último. Según Carles todo, absolutamente todo gira alrededor de la IA: "No me podía imaginar la dimensión que tiene hasta que no he llegado aquí". Me encaja con el que he sentido últimamente a Davos , al MWC y con el que me llega de la China. Llegamos a la conclusión que nos encontramos en una situación similar a la que se vivía en el mundo en 40 del siglo pasado durante la cursa por la energía nuclear. Las grandes potencias están invirtiendo mucho en IA y al suyo cercando se están articulando los mismos debates éticos, filosóficos y científicos que con el átomo ahora hace 80 años.
La conversación continúa en un tono más distendido: "El que más me jode es no poder haber saludado a Sr. Tim Beners-Lee, todo el mundo dice que lo han saludado y yo no me lo encuentro nunca. Trabaja en uno de los edificios, yo paso cada mañana y voy a hacer el café al bar sólo para ver si lo veo! :D".
Tim Berners-Lee es la única persona en el mundo —junto con Robert Cailleau— que además de ser "creador web" es a la vez "creador de la web". Hace gracia que salga el tema a la conversación precisamente el día que la Word Wide Web hace veintinueve años y en el mismo momento que pasa por mi timeline un tuit del mismo Tim Berners-Lee donde mujer las gracias a todo el mundo por el #HappyBirthdayWWW y agreix las reacciones a la carta que había escrito para hacer de la web el lugar que todos queremos.
A su carta abierta el creador de la web se queja del que entre todos le hemos hecho en la web, empezando por la centralización: "Aquella web a la cual nos conectábamos hace años ya no es la que los nuevos usuarios encuentran hoy". Aquella web de Geocities, blogs y wikis abierta, está hoy controlada por las grandes plataformas —Google, Apple, Facebook, Amazon, Microsoft, Netflix, YouTube— que tienen la clave de paso. Con su poder —es el que los damos— hacen y deshacen a voluntad, y son sus departamentos legales los que acaban estableciendo qué es legal y que no. Si alguna start-up los disputa el terreno, la compran y, o bien lo incorporan como un servicio más, o bien la dejan morir sin hacer demasiado ruido (esta semana mismo Apple ha comprado Texture, un tipo de Netflix de las revistas que por 9,99 dólares da acceso además de 200 revistas).
"Los próximos veintinueve años la web ya no será un espacio de innovación"
Por Berners-Lee todo esto nos trae a una situación de estancamiento, donde los próximos veintinueve años la web ya no será un espacio de innovación como lo han sido estos últimos. Entre todos hemos hecho de la web un lugar peor. Pero según dice no está todo perdido y todavía estamos a arreglarlo: "Juntamos las mentes más brillantes de la empresa, la tecnología, el gobierno, la sociedad civil, las artes y la academia para hacer frente a las amenazas del futuro de la web".
Yo sólo añadiría: "...y rechazamos el espacio multidisciplinario en que hemos convertido la web. Volvámosla a convertir en un proyecto antidisciplinari que no sea una suma de disciplinas sino algo completamente nueva para la cual no tengamos una definición fácil."
"Manos a la obra" (esto es de él).