La irrupción de las tecnologías digitales ha implicado grandes transformaciones en el ámbito de la salud. Cambios en relación a las comunicaciones entre los principales agentes que intervienen en un servicio sanitario, en la atención clínica, en las competencias de los profesionales así como la aparición de nuevos actores no especializados en este mercado.
Por eso, desde RocaSalvatella hemos identificado las 8 principales áreas de transformación del sector sanitario en relación al impacto digital:
1.Empoderament de la ciudadanía y del paciente: nuevas formas de autogestión de la salud
El hecho digital hace que el paciente tenga cada vez más acceso a la información relativa a la salud, que sepa más y, en consecuencia, que tienda a implicarse más en su proceso de cura. De acuerdo con un informe del ONTSI, el 48,3% de los internautas españoles consulta información de salud a Internet , una cifra que representa un 29,9% de la población.
Con todo, para hacer un buen uso de la información obtenida a la red, los ciudadanos tienen que adquirir los conocimientos y las habilidades necesarios para aplicar criterios que determinen la fiabilidad y la calidad de estos contenidos, es decir, tienen que ser competentes digitalmente en el ámbito de la salud. Por otro lado, la digitalización permite que los pacientes puedan acceder a sus registros personales de salud, una herramienta que fomenta el seguimiento del mismo expediente por parte de los ciudadanos y de los tratamientos que los sueño prescritos.
Los pacientes se informan y registran sus datos, pero también pueden organizarse fácilmente alrededor de intereses y afinidades, creando comunidades virtuales en las cuales los usuarios comparten experiencias sobre su enfermedad. Un recurso que en el caso de los afectados por enfermedades raras es de gran utilidad. PatientsLike Me, la comunidad virtual creada en el Reino Unido, Health Unlocked o la iniciativa impulsada por el Hospital Clínico, Forumclinic, son buenos ejemplos de este tipo de espacios virtuales. Cambios, en definitiva, que nos traen a una gestión de los servicios de la salud cada vez más participativa y orientada al paciente.
2. El impacto en la relación profesional sanitario–paciente.
El empoderament del paciente supone un cambio en su relación con el profesional sanitario que puede provocar que este último se sienta cuestionado y desconfíe del uso que los pacientes hacen de la información obtenida a la red.
Por eso, resulta imprescindible que los profesionales del sector aborden esta nueva realidad y reflexionen, por ejemplo, en torno a la gestión que tienen que hacer respecto de la valoración que los pacientes hacen de los servicios médicos a Internet. Además, los profesionales y los pacientes cuentan hoy con nuevos espacios de comunicación digitales como por ejemplo las redes sociales y el correo electrónico.
Una realidad que plantea la necesidad de establecer procedimientos y delimitar la función y el uso de estos nuevos canales. Por un lado, en relación a la seguridad de estas comunicaciones, pues las redes sociales son de dominio público, y, del otro, en cuanto a las posibilidades que ofrecen en relación a la divulgación de hábitos saludables y de la promoción de la salud.
3. Nuevos ámbitos de comunicación y relación entre profesionales sanitarios
Las herramientas digitales también ofrecen nuevas oportunidades de comunicación y relación entre los profesionales sanitarios: desde la videoconferencia y el correo electrónico, que pueden ayudar a reducir los tiempos de diagnóstico, a comunidades de práctica o comunidades virtuales de profesionales como por ejemplo Sermo, donde estos pueden compartir información sobre pacientes y/o demandar segundas opiniones. En definitiva, se trata de herramientas que facilitan la difusión del conocimiento entre los profesionales y la adopción de nuevas prácticas.
4. Eficiencia en la gestión administrativa de los centros sanitarios
La cita por Internet, la receta electrónica o la gestión y petición de pruebas a través de Internet son sólo algunos ejemplos de las gestiones administrativas que permite el entorno digital. También existen servicios muy útiles vinculados a los datos abiertas, como por ejemplo la publicación del tiempo de espera a Urgencias.
5. Nuevos mecanismos de atención clínica: elaboración de diagnóstico y tratamiento
La atención clínica se está transformando de manera drástica debido a la incorporación de nuevos procedimientos para la elaboración de diagnósticos o por el tratamiento de enfermedades. Hoy se pueden elaborar diagnósticos a distancia mediante el envío de imágenes dermatològiques, tratar las fobias a través de la realidad aumentada, mejorar la adherencia al tratamiento mediante herramientas de comunicación, medir permanentemente las constantes vitales y avisar al profesional sanitario gracias a la conectividad ubicua.
La teleassistència y la telemedicina, pues, ofrecen un abanico de nuevas y beneficiosas posibilidades para la atención clínica.
6. Análisis de datos para la toma de decisiones
El sector de la salud dispone, desde hace tiempo, de grandes cantidades de datos sobre los pacientes, pero, hoy, más que nunca, la tecnología ofrece herramientas muy potentes para analizar y tratar estos datos. La conjunción de estas dos circunstancias ha dado lugar a interesantes iniciativas como el proyecto británico National Health Service Trust, que aplica el análisis de datos sobre la tasa de mortalidad de pacientes para estudiar la eficacia de los tratamientos.
Del mismo modo, la publicación de datos de salud a Internet por parte de la ciudadanía o el análisis de las buscas de salud a buscadors pueden ser fuentes de estudio muy útiles para casos relacionados, por ejemplo, con las epidemias. En cuanto a los procesos internos de los centros de salud, el análisis de datos puede contribuir a mejorar la gestión de los recursos disponibles.
7. Nuevos métodos de formación y adquisición de conocimientos
La aparición de nuevas tecnologías y nuevos formatos de contenido implica nuevas maneras de transmitir el conocimiento y requiere nuevas metodologías de formación . La retransmisión de una operación con unas ojeras Google Glass o el uso de videojuegos para el aprendizaje de la verificación de la lista quirúrgica son algunos de los casos más ilustrativos de estos escenarios emergentes.
En cuanto a las habilidades de los profesionales sanitarios, la gran cantidad de información disponible hace necesaria una revisión de la competencia profesional de la gestión de la información. Los cambios en la relación profesional sanitario-paciente requieren, a su vez, una actualización de las competencias de orientación al paciente y de aquellas relativas a la comunicación digital.
Finalmente y en cuanto a la competencia de conocimiento digital, esta acontece imprescindible para entender la implicación de las tecnologías de la información y la comunicación y el hecho digital en el ámbito de la salud.
8. Nuevos agentes y alianzas en el mercado de la salud
Nuevos modelos de negocio y nuevos agentes se están incorporando al sector de la salud con la oferta de nuevos productos y servicios para la ciudadanía. Grandes empresas tecnológicas como Google o Microsoft han ofrecido u ofrecen registros personales de los datos de salud, han surgido compañías dedicadas a la creación de contenidos o aplicaciones para la salud, agentes que certifican estos contenidos como por ejemplo Heath donde the Limpio Foundation o agencias de comunicación especializadas enel ámbito digital. En este contexto, la ciudadanía, con la publicación de sus datos sanitarios en entornos públicos, las comunidades de pacientes y el uso de los datos procedentes de sensores que miden parámetros medioambientales, juega un papel cada vez más central en el sector de la salud.
Además, la colaboración entre los agentes tradicionales y los nuevos actores del ámbito sanitario promueve la innovación y la aparición de nuevos proyectos comerciales como por ejemplo la lentilla que mide la glucosa de su usuario, fruto de la alianza entre Google y Novartis, o Mí vida sinti, una iniciativa para combatir el tabaquismo entre la ciudadanía.
Para permitir la transición por los 8 puntos de la transformación digital expuestos a lo largo de este artículo, resulta imprescindible abordar cuatro cuestiones. En primer lugar, la interoperabilidad de las herramientas tecnológicas con el objetivo de evitar la dispersión en los datos y facilitar la eficiencia y seguridad de las comunicaciones. En segundo y tercer lugar, el trabajo de un marco legal cada vez más común entre países y/o regiones, que facilite su despliegue y la necesidad de tener en cuenta la relación entre factor socioeconómico, la salud y el acceso y uso de las TIC porque estas transformaciones beneficien al número más grande de pacientes.
Finalmente, habrá que evaluar la dimensión y el impacto de todos los cambios realizados en el camino de la digitalización con indicadores propios del sector de la salud, como por ejemplo el rati de adherencia al tratamiento, el número de derivaciones desde Atención Primaria a especialistas, la reducción del número de visitas a Atención Primaria o la reducción de la no presentación de los pacientes a sus citas o del coste en recetas. La transformación es, sencillamente, inevitable. Aprovechar todas las oportunidades que nos ofrece este nuevo escenario y hacerlo con el objetivo de garantizar un mejor servicio a la ciudadanía está en manso de los principales agentes del sector sanitario.
Por eso, desde RocaSalvatella hemos identificado las 8 principales áreas de transformación del sector sanitario en relación al impacto digital:
1.Empoderament de la ciudadanía y del paciente: nuevas formas de autogestión de la salud
El hecho digital hace que el paciente tenga cada vez más acceso a la información relativa a la salud, que sepa más y, en consecuencia, que tienda a implicarse más en su proceso de cura. De acuerdo con un informe del ONTSI, el 48,3% de los internautas españoles consulta información de salud a Internet , una cifra que representa un 29,9% de la población.
Con todo, para hacer un buen uso de la información obtenida a la red, los ciudadanos tienen que adquirir los conocimientos y las habilidades necesarios para aplicar criterios que determinen la fiabilidad y la calidad de estos contenidos, es decir, tienen que ser competentes digitalmente en el ámbito de la salud. Por otro lado, la digitalización permite que los pacientes puedan acceder a sus registros personales de salud, una herramienta que fomenta el seguimiento del mismo expediente por parte de los ciudadanos y de los tratamientos que los sueño prescritos.
Los pacientes se informan y registran sus datos, pero también pueden organizarse fácilmente alrededor de intereses y afinidades, creando comunidades virtuales en las cuales los usuarios comparten experiencias sobre su enfermedad. Un recurso que en el caso de los afectados por enfermedades raras es de gran utilidad. PatientsLike Me, la comunidad virtual creada en el Reino Unido, Health Unlocked o la iniciativa impulsada por el Hospital Clínico, Forumclinic, son buenos ejemplos de este tipo de espacios virtuales. Cambios, en definitiva, que nos traen a una gestión de los servicios de la salud cada vez más participativa y orientada al paciente.
2. El impacto en la relación profesional sanitario–paciente.
El empoderament del paciente supone un cambio en su relación con el profesional sanitario que puede provocar que este último se sienta cuestionado y desconfíe del uso que los pacientes hacen de la información obtenida a la red.
Por eso, resulta imprescindible que los profesionales del sector aborden esta nueva realidad y reflexionen, por ejemplo, en torno a la gestión que tienen que hacer respecto de la valoración que los pacientes hacen de los servicios médicos a Internet. Además, los profesionales y los pacientes cuentan hoy con nuevos espacios de comunicación digitales como por ejemplo las redes sociales y el correo electrónico.
Una realidad que plantea la necesidad de establecer procedimientos y delimitar la función y el uso de estos nuevos canales. Por un lado, en relación a la seguridad de estas comunicaciones, pues las redes sociales son de dominio público, y, del otro, en cuanto a las posibilidades que ofrecen en relación a la divulgación de hábitos saludables y de la promoción de la salud.
3. Nuevos ámbitos de comunicación y relación entre profesionales sanitarios
Las herramientas digitales también ofrecen nuevas oportunidades de comunicación y relación entre los profesionales sanitarios: desde la videoconferencia y el correo electrónico, que pueden ayudar a reducir los tiempos de diagnóstico, a comunidades de práctica o comunidades virtuales de profesionales como por ejemplo Sermo, donde estos pueden compartir información sobre pacientes y/o demandar segundas opiniones. En definitiva, se trata de herramientas que facilitan la difusión del conocimiento entre los profesionales y la adopción de nuevas prácticas.
4. Eficiencia en la gestión administrativa de los centros sanitarios
La cita por Internet, la receta electrónica o la gestión y petición de pruebas a través de Internet son sólo algunos ejemplos de las gestiones administrativas que permite el entorno digital. También existen servicios muy útiles vinculados a los datos abiertas, como por ejemplo la publicación del tiempo de espera a Urgencias.
5. Nuevos mecanismos de atención clínica: elaboración de diagnóstico y tratamiento
La atención clínica se está transformando de manera drástica debido a la incorporación de nuevos procedimientos para la elaboración de diagnósticos o por el tratamiento de enfermedades. Hoy se pueden elaborar diagnósticos a distancia mediante el envío de imágenes dermatològiques, tratar las fobias a través de la realidad aumentada, mejorar la adherencia al tratamiento mediante herramientas de comunicación, medir permanentemente las constantes vitales y avisar al profesional sanitario gracias a la conectividad ubicua.
La teleassistència y la telemedicina, pues, ofrecen un abanico de nuevas y beneficiosas posibilidades para la atención clínica.
6. Análisis de datos para la toma de decisiones
El sector de la salud dispone, desde hace tiempo, de grandes cantidades de datos sobre los pacientes, pero, hoy, más que nunca, la tecnología ofrece herramientas muy potentes para analizar y tratar estos datos. La conjunción de estas dos circunstancias ha dado lugar a interesantes iniciativas como el proyecto británico National Health Service Trust, que aplica el análisis de datos sobre la tasa de mortalidad de pacientes para estudiar la eficacia de los tratamientos.
Del mismo modo, la publicación de datos de salud a Internet por parte de la ciudadanía o el análisis de las buscas de salud a buscadors pueden ser fuentes de estudio muy útiles para casos relacionados, por ejemplo, con las epidemias. En cuanto a los procesos internos de los centros de salud, el análisis de datos puede contribuir a mejorar la gestión de los recursos disponibles.
7. Nuevos métodos de formación y adquisición de conocimientos
La aparición de nuevas tecnologías y nuevos formatos de contenido implica nuevas maneras de transmitir el conocimiento y requiere nuevas metodologías de formación . La retransmisión de una operación con unas ojeras Google Glass o el uso de videojuegos para el aprendizaje de la verificación de la lista quirúrgica son algunos de los casos más ilustrativos de estos escenarios emergentes.
En cuanto a las habilidades de los profesionales sanitarios, la gran cantidad de información disponible hace necesaria una revisión de la competencia profesional de la gestión de la información. Los cambios en la relación profesional sanitario-paciente requieren, a su vez, una actualización de las competencias de orientación al paciente y de aquellas relativas a la comunicación digital.
Finalmente y en cuanto a la competencia de conocimiento digital, esta acontece imprescindible para entender la implicación de las tecnologías de la información y la comunicación y el hecho digital en el ámbito de la salud.
8. Nuevos agentes y alianzas en el mercado de la salud
Nuevos modelos de negocio y nuevos agentes se están incorporando al sector de la salud con la oferta de nuevos productos y servicios para la ciudadanía. Grandes empresas tecnológicas como Google o Microsoft han ofrecido u ofrecen registros personales de los datos de salud, han surgido compañías dedicadas a la creación de contenidos o aplicaciones para la salud, agentes que certifican estos contenidos como por ejemplo Heath donde the Limpio Foundation o agencias de comunicación especializadas enel ámbito digital. En este contexto, la ciudadanía, con la publicación de sus datos sanitarios en entornos públicos, las comunidades de pacientes y el uso de los datos procedentes de sensores que miden parámetros medioambientales, juega un papel cada vez más central en el sector de la salud.
Además, la colaboración entre los agentes tradicionales y los nuevos actores del ámbito sanitario promueve la innovación y la aparición de nuevos proyectos comerciales como por ejemplo la lentilla que mide la glucosa de su usuario, fruto de la alianza entre Google y Novartis, o Mí vida sinti, una iniciativa para combatir el tabaquismo entre la ciudadanía.
Para permitir la transición por los 8 puntos de la transformación digital expuestos a lo largo de este artículo, resulta imprescindible abordar cuatro cuestiones. En primer lugar, la interoperabilidad de las herramientas tecnológicas con el objetivo de evitar la dispersión en los datos y facilitar la eficiencia y seguridad de las comunicaciones. En segundo y tercer lugar, el trabajo de un marco legal cada vez más común entre países y/o regiones, que facilite su despliegue y la necesidad de tener en cuenta la relación entre factor socioeconómico, la salud y el acceso y uso de las TIC porque estas transformaciones beneficien al número más grande de pacientes.
Finalmente, habrá que evaluar la dimensión y el impacto de todos los cambios realizados en el camino de la digitalización con indicadores propios del sector de la salud, como por ejemplo el rati de adherencia al tratamiento, el número de derivaciones desde Atención Primaria a especialistas, la reducción del número de visitas a Atención Primaria o la reducción de la no presentación de los pacientes a sus citas o del coste en recetas. La transformación es, sencillamente, inevitable. Aprovechar todas las oportunidades que nos ofrece este nuevo escenario y hacerlo con el objetivo de garantizar un mejor servicio a la ciudadanía está en manso de los principales agentes del sector sanitario.
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