Los procesos de innovación empresarial requieren cuatro pilares fundamentales o bloques constituyentes para tener éxito: necesitamos estrategia, estructura, equipos y ecosistemas para innovar de forma sistemática y eficiente. Son las cuatro E's de la innovación:
- Estrategia: Toda empresa tiene que proteger, en primera instancia, su core business. Esta es la primera misión de cualquier organización. El core business sustenta la cuenta de resultados a corto plazo. Es la cash cow ("vaca lechera") en terminología del Boston Consulting Group. No obstante, en un mundo de cambio acelerado, las vacas lecheras duran cada vez menos. Por eso hay que tener también estrategias ofensivas, más allá de la defensa del core. En qué nuevas combinaciones de producto/tecnología/mercado creemos que podremos generar nuevas ventajas competitivas? Qué nuevas oportunidades de negocio exploraremos? Donde estaremos posicionados a cinco años ver? Qué presupuesto sobre ventas destinaremos a la actividad de exploración de nuevos negocios? Todas ellas son preguntas que pertenecen a la esfera estratégica de la empresa. Hoy, más que una actividad de planificación top-down, la estrategia tiene un componente creciendo bottom-up de desarrollo de una cartera diversificada de oportunidades estratégicas en ámbitos clave de futuro.
- Estructura: Toda empresa tiene que disponer de una metodología sistemática de evaluación de oportunidades, análisis del mercado relacionado, cuantificación del riesgo y dosificación del mismo. Un funnel (embudo) de la innovación, donde los proyectos van superando diferentes fases según una lógica "pasa-no pasa" similar a la de los fondos de capital riesgo. Las fases iniciales de todo proyecto de innovación tienen que ser de reducción de la incertidumbre (de investigación o exploración). Y las inversiones tienen que llegar de forma proporcional y escalada, a medida que la incertidumbre se reduce. Es bueno disponer de consejos de innovación (similares a los consejos de administración), que dosifiquin los recursos y validen la progresión de los proyectos. Y que los sistemas de la organización apoyen a los proyectos innovadores (por ejemplo, el sistema de recursos humanos incentiva y reconoce la creatividad, la singularidad y el trabajo fuera del core business? O únicamente promueve el trabajo productivo y la eficiencia en el core?). La innovación tiene que tener responsables, protocolos, disciplina organizativa, organismos supervisores, sistemas de apoyo, timings, indicadores y objetivos. Todos estos elementos conforman la estructura de la innovación.
- Equipos: Los equipos de innovación operan fuera del core business. Son equipos pequeños, tecnificados, formados por profesionales con talento, que trabajan con misiones ambiciosas ("desarrollar un producto trencador en seis meses"). Equipos que tienen otra cultura (posiblemente el embrión de una nueva cultura adaptada a otro negocio más joven y ubicado en otra combinación de producto y mercado). Equipos orientados a la exploración, al aprendizaje, a la iniciativa y al trabajo bajo condiciones de elevada incertidumbre. Sus clientes no tienen por qué ser los clientes del negocio core. Posiblemente tendrán que encontrar un nuevo colectivo de clientes iniciales (lead users). Y la forma de liderazgo, tampoco. Los equipos de innovación requieren liderazgo emprendedor y creativo, que suele contrastar con el liderazgo ejecutivo, rutinario y orientado al control que existe en el core.
- Ecosistemas: Henry Chesbrough, profesor de Berkeley, nos enseñó que la innovación es un proceso abierto, que requiere flujos de información externos, en el paradigma denominado innovación abierta. Pensar que las grandes ideas o los grandes conocimientos revulsivos de nuestra competitividad vendrán desde dentro de la organización es una rápida condena a la obsolescencia. El deal flow, la cantidad de ideas y oportunidades gestionadas es un factor clave de éxito en los procesos de innovación, y para incrementarlos hacen falta organizaciones porosas a los inputs externos, y la creación de un ecosistema (conjunto de agentes: universidades, centros tecnológicos, consultores, expertos...) que nos proporcionen de forma sistemática la información sobre nuevas tecnologías, nuevas tendencias o nuevas oportunidades de mercado que pueden ser la base de nuestra competitividad futura.