Si todavía no has visto la popular serie de Apple TV, Ted Lasso, te estás perdiendo algo grandioso. Pero si eres como yo y ya eres fan, probablemente te habrás dado cuenta de que este entrenador de fútbol americano que se encuentra en un equipo de fútbol británico nos está dando a todos una clase magistral de liderazgo.
Ted no es un líder típico al uso. Lo que le falta de conocimiento técnico sobre el fútbol británico, lo compensa con creces con su comprensión de las personas y su habilidad para inspirar y motivar. Pero, ¿qué es lo que hace que Ted sea un líder tan inusual?
Lo primero que salta a la vista es su integridad. Ted nos enseña que hacer siempre lo correcto nunca es la opción equivocada. No importa si está en juego su carrera o su reputación, Ted nunca se desvía de sus principios.
Siempre está dispuesto a aprender de los demás y a adaptarse a nuevas situaciones
Además, es un libro abierto. No tiene miedo de enfrentar la verdad, incluso cuando es incómoda. Como cuando Rebecca, la dueña del equipo, le confiesa que le contrató para sabotear al equipo. Ted no reacciona con ira, sino con comprensión y perdón. Y a pesar de no ser ningún santo, su honestidad y transparencia son un recordatorio de lo importante que es construir confianza en un equipo.
Ted también es un aprendiz perpetuo. Siempre está dispuesto a aprender de los demás y a adaptarse a nuevas situaciones. Su curiosidad y apertura a nuevas ideas son una fuente constante de crecimiento, tanto para él como para su equipo.
Otro aspecto no menos importante es que Ted nos enseña la importancia de elegir ser feliz. En lugar de quedarse atrapado en los errores del pasado, fomenta una actitud positiva y optimista.
Nos recuerda que nuestra actitud puede tener un gran impacto en nuestro rendimiento y bienestar.
Lo que más me gusta de Ted es que nos demuestra que para ser un buen líder no necesitas ser un tiburón despiadado para tener éxito, ni un superhéroe al que todos admiran. Puedes ser amable, considerado y emocionalmente inteligente y aún así ser un líder efectivo. Y eso no quita que a veces te sientas solo, o que incluso llegues a sufrir por los giros que te da la vida. ¿Quién está exento de eso?
Algo que resuena mucho conmigo es la idea de que no se necesita ser el más inteligente, el más fuerte, ni el más experimentado para ser un buen líder. A veces, simplemente necesitamos recordar que somos humanos y que está bien no tener todas las respuestas. Lo que realmente importa es que siempre estemos dispuestos a aprender, a crecer y a hacer todo lo posible para ayudar a los demás a hacer lo mismo.
Además, Ted nos demuestra que ser un líder no tiene que ser una lucha constante. De hecho, puede (y debería) ser divertido. El entusiasmo de Ted por su trabajo es contagioso y nos recuerda que, si no nos estamos divirtiendo, probablemente no estamos haciendo las cosas bien.
Ted Lasso nos reta a todos a replantearnos lo que significa ser un líder. Nos invita a liderar con bondad, a ser honestos y transparentes, y a adoptar una mentalidad de crecimiento. Nos muestra que, en lugar de concentrarnos en el éxito a toda costa, deberíamos esforzarnos por crear un entorno en el que todos puedan prosperar.
Y, por encima de todo, Ted nos enseña la importancia de mantenernos fieles a nosotros mismos. A pesar de todas las presiones y desafíos a los que se enfrenta, nunca deja que eso le cambie. Sigue siendo el mismo Ted amable y optimista, sin importar lo que le depare la vida.
Así que, ya seas un empresario, un directivo o simplemente alguien que busca hacer un cambio positivo en el mundo, te reto a que te tomes un momento para reflexionar sobre las lecciones de liderazgo de Ted Lasso. No importa en qué sector te encuentres o cuál sea tu papel, estoy seguro de que todos podemos aprender algo de este entrenador de fútbol americano convertido en entrenador de fútbol británico.
Sigue adelante, sigue aprendiendo y, sobre todo, no olvides divertirte en el camino
Así que, si buscas un poco de inspiración, te recomendaría que te pongas cómodo, te prepares un té (o una cerveza, si prefieres) y te pongas a ver Ted Lasso. Creo que te gustará. Y si ya lo conoces, sabes de qué hablo, ¿verdad?
Y recuerda, como diría Ted, "Sé un pez dorado" (no tengas resentimiento, olvídate pronto de ello). Sigue adelante, sigue aprendiendo y, sobre todo, no olvides divertirte en el camino.
Si dejamos atrás los errores del pasado y nos concentramos en el presente, siempre nos irá mucho mejor. Al fin y al cabo, ¿no es eso lo que todos deberíamos aspirar a hacer?
Preguntas de autorreflexión
1. ¿Estoy liderando con integridad y honestidad, incluso cuando nadie está mirando?
2. ¿Estoy dispuesto a escuchar y aprender de los demás, incluso cuando las verdades son difíciles de enfrentar?
3. ¿Estoy manteniendo una actitud de aprendizaje constante, incluso cuando enfrento desafíos?
4. ¿Cómo puedo cultivar más felicidad y positividad en mi vida y en mi trabajo?
5. ¿Estoy poniendo demasiado énfasis en el éxito a toda costa, en lugar de crear un entorno en el que todos puedan prosperar?
6. ¿Estoy siendo auténtico en mi liderazgo, o estoy tratando de ser alguien que no soy?
7. ¿Estoy disfrutando de mi trabajo y transmitiendo ese entusiasmo a mi equipo?
8. ¿Estoy dando un paso atrás y permitiendo que otros también tengan un papel de liderazgo?
9. ¿Estoy tratando a las personas con respeto y dignidad, independientemente de su posición o estatus?
10. ¿Estoy viviendo en el presente y dejando ir los errores del pasado, como un "pez dorado"?