De libros y coches eléctricos

22 de Septiembre de 2022
Josep Maria Ganyet | VIA Empresa

Hoy acaba la Semana Europea de la Movilidad que se ha celebrado en Catalunya del 16 al 22 de este año. En Catalunya somos de semanas; acaba la del libro en catalán para fomentar los buenos hábitos en consumo cultural, y empieza la de la movilidad, para fomentar los buenos hábitos en movilidad. Resulta que ambas tienen más a ver del que nos pensamos.

Uno de los temas de la semana de la movilidad ha sido la tasa de adopción del vehículo eléctrico y las diferentes velocidades de implantación en los diferentes territorios. Los datos los daba Elena Busquets en ¿Qué regiones apuestan más por el vehículo eléctrico?: en el primer semestre del 2022 los vehículos eléctricos puros y los híbridos ya suponen el 18,7% de los coches nuevos matriculados en la Unión Europea (datos de ANFAC). Catalunya supera la media de la UE con un 4,77% de matriculaciones de vehículos eléctricos puros y un 15,6% de híbridos. Catalunya progresa adecuadamente. ¿Qué hace falta para obtener el excelente?

Pues resulta que hace solo un par de años los puntos débiles de la movilidad eléctrica eran la autonomía limitada de los vehículos y los largos tiempos de carga. Poco a poco estas limitaciones van desapareciendo: un vehículo eléctrico de gamma media ya sale con 500 km de autonomía y los puntos de carga rápidos (55 kW) cargan 100 km en 15 minutos o el 100% de la batería en una hora. La empresa suiza ABB ha tirado este año al mercado el Tierra 360, un cargador superápido capaz de cargar un vehículo en menos de 15 minutos o de cargar 100 km en tres minutos y de cargar cuatro vehículos a la vez.

Ahora los problemas son en la escala del modelo: la infraestructura de carga y en la producción de las baterías. habréis escuchado la versión del cuñado quema-ruedas de "está muy bien esto del coche eléctrico pero si todos nos compramos uno no hay bastante electricidad/baterías para todo el mundo".

Theodor Swedjemark, el CCSO de ABB (Chief Communications and Sustainability Officer) decía: "La adopción de la movilidad eléctrica para nosotros va del cliente, el usuario final. Cuando sientan que tener un coche eléctrico es tan cómodo y emocionante como un coche con motor de combustión, habremos llegado a su punto de inflexión".

La lentitud en la carga en cargadores públicos y el hecho de que seamos todavía pocos crea complicidades similares a las del principio de Twitter

Yo les diría, al CCSO de Swedjemark y al cuñado que no hay que correr. De hecho el ir poco a poco es una de las gracias de la movilidad eléctrica. Desde que subes al coche y ves el indicador de batería que te esfuerzas para conservar cada kWh y gestionar la angustia de la batería baja como mejor puedes: el coche eléctrico es un móvil gigantesco con ruedas. La todavía lentitud en la carga en cargadores públicos y el hecho de que seamos todavía pocos conductores de vehículos eléctricos crea complicidades similares a las del principio de Twitter, que cuando alguien te empezaba a seguir lo habrías invitado a dormir al sofá de casa.

Los cargadores eléctricos públicos se convierten en hubs de interacción presencial, aquella que, poco a poco también, vamos perdiendo y que sustituimos por redes sociales (este lunes hice años y solo recibí dos llamadas, eso sí, infinidad de tweets, whatsapps, telegrams e IG). Modelo de coches, kilómetros de autonomía, estaciones de carga, comparativas con Noruega y la distancia a la estación de carga más próxima que haya son los grandes temas de conversación con gente que como yo se espera mientras el coche se carga.

Los cargadores eléctricos públicos se convierten en hubs de interacción presencial, aquella que, poco a poco también, vamos perdiendo

Esto y libros, que sentarse en el coche mientras se carga te deja mucho tiempo para leer. Los de la Semana del libro en catalán podrían buscar patrocinadores entre las marcas de vehículos eléctricos, comparten filosofía público y velocidad.