Los valencianos tenemos un problema. No nos queremos, no nos sabemos vender, no tenemos amor propio. Puede ser que esté generalizando, pero lo veo cada día, en distintos círculos profesionales, en diferentes foros, en la política, en conversaciones con amigos. Más que estar generalizando, estoy convencida de que es algo generalizado en la sociedad valenciana. Y es por eso que cuando se habla de ránkings, no aparecemos o lo hacemos tímidamente y en las últimas posiciones.
Sin embargo, València tiene como objetivo estar en cinco años entre el top 10 de hubs tecnológicos e innovadores de Europa. Y es que en València, además del clima, la paella, la corrupción –recuerdo la época de Salvados y la rabia que me daba que programa sí y programa también, Jordi Évole visitara València para ponernos como “ejemplo”- y los pactos de gobierno, tenemos innumerables atributos positivos que nos pueden hacer merecedores de entrar directamente en la parte alta de la tabla de innovación y tecnología a nivel europeo.
"València tiene como objetivo estar en cinco años entre el top 10 de hubs tecnológicos e innovadores de Europa"
Podemos ser una ciudad de vanguardia porque contamos con un sector económico potente y sostenible, fundamentado en la tecnología, la innovación y la digitalización, con un impacto en la sociedad y su bienestar.
Históricamente, València ha contado con un ecosistema startups pequeño y con apenas casos de éxito. Esto, sumado a su juventud -ocho años frente a los 20 que necesita un ecosistema para considerarse maduro- y a una escasez de talento que estaba poco formado, ha provocado que durante años se haya atraído muy poca inversión para startups en fases iniciales y que la visibilidad de València como hub tecnológico e innovador haya sido casi nula.
La comunidad de startups españolas creció sobre el 20% en 2017, según el informe Digital Startup Ecosystem Overview de 2017. De ese total de 3.258 startups en España, tan solo 5.5% se sitúan en Valencia. Sin embargo, la inversión alcanzada fue de 14.9 millones de euros en 2017 con un 14.3% de inversión proveniente de business angels.
Valencia ha sido la tercera ciudad en la que más se ha invertido, por detrás de Barcelona y de Madrid, pero por delante de Bilbao. Un motivo para sacar a pasear nuestro maltrecho amor propio valenciano.
Estas son algunas de los datos que han propiciado que se haya pasado de 275 startups en 2015 a 511 en 2019, según datos de la startup Startupxplore, con Javier Megías al frente.
El papel de las aceleradoras ha tenido mucho que ver en este crecimiento, pero también la suma de diferentes actores que juntos y bajo el paraguas de la iniciativa del gobierno local, Valencia Tech City, están consiguiendo cohesión y fuerza para impulsar ese objetivo de top ten europeo en cinco años.
"València no quiere ser Sillicon Valley"
Startups, espacios de coworking, inversores, incubadoras, universidades, institutos, centros tecnológicos y asociaciones conforman un mapa de emprendimiento que se despliega en todo el territorio valenciano y que apoya el crecimiento del ecosistema emprendedor en todas sus fases, desde la idea a la internacionalización.
València no quiere ser Sillicon Valley. València es una ciudad con una excepcional calidad de vida, que cuenta con un enorme talento creativo capaz de poner en marcha proyectos como Flywire (que con una inversión de 85 millones de euros es el primer unicornio valenciano), MrJeff (con otros 12 millones) o Zeleros Hyperloop.
Pero no solo tenemos estos tres casos de éxito. La aceleradora Plug and play, fundada por Saeed Amidi y con su sede principal en Sunnyvale, California, ha establecido en Valencia su backoffice financiero y de inversión para Europa.
La aceleradora e incubadora de empresas de capital privado, Lanzadera, impulsada por Juan Roig, sigue creciendo e incorporando corporates; la incubadora Demium abre en ocho países más. El Grupo Global Omnium y su Go Hub, un espacio de innovación abierta, ha invertido de 7 millones de euros en startups. Y así hasta un total de 25 millones de euros invertidos en startups valencianas durante los últimos 12 meses.
Si España es la tercera opción elegida por el talento tecnológico europeo, y la quinta cuando hablamos de profesionales de todo el mundo, València es una opción, sin duda ninguna, para ayudar a escalar posiciones en ese ranking europeo y mundial ofreciendo la ciudad como alternativa a Madrid o Barcelona. Porque el talento valenciano es indudable y más si tenemos en cuenta que hablamos de la primera generación de emprendedores. Saquemos pecho de esto también.
¿Qué nos falta para poder alcanzar ese objetivo de ciudad en el top ten europeo de hubs tecnológicos e innovadores? Lo primero, creernos que podemos. Porque podemos.
Y después, dar a conocer, dentro y fuera de España, las ventajas del ecosistema que ya está construido, las cualidades y posibilidades de València como hub tecnológico e innovador.
"Webit es uno de los principales eventos tecnológicos internacionales sobre digitalización e innovación y hemos ganado la carrera contra otras 26 ciudades"
Es precisamente esto lo que han visto los organizadores del Festival Webit al conceder a València la organización del evento en 2020. El Webit es uno de los principales eventos tecnológicos internacionales sobre digitalización e innovación y hemos ganado la carrera contra otras 26 ciudades.
Durante tres días seremos el centro del mundo tecnológico, podremos mostrar nuestro relato como distrito digital del Mediterráneo, podremos ser embajadores de nuestra ciudad, podremos demostrar porqué hemos de dejar de ser los eternos aspirantes a tercera ciudad tecnológica de España y convertirnos en ella de una vez por todas.
Como dice Javier Mateo, subdirector de Emprendimiento de València Activa, el festival Webit es una gran oportunidad para la ciudad.
No la desaprovechemos.