Los atentados de París se produjeron el pasado viernes por la noche. Este detalle no es menor. Tuvimos dos días sin mercados abiertos para conocer mejor el alcance de qué había pasado. Una perspectiva de dos días - inmunes al ruido mediático- es mucho tiempo.
Los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y los del 11 de marzo de 2004 en Madrid se produjeron un día laborable a primera hora de la mañana y durante toda la sesión las bolsas estuvieron expuestas a imágenes y testigos terribles y, en ambos casos, la jornada acabó con caídas del 7%. Pero también en los dos casos, las cotizaciones se recuperaron en poco tiempo.
Si los ataques terroristas de París hubieran ocurrido con los mercados abiertos, la reacción habría sido similar a las ocurridas el 2001 y 2004. Sin embargo, al ser viernes por la noche se pudo asimilar la información durante todo un fin de semana y las bolsas, el lunes, apenas se movieron y este jueves ya han sido por encima de los niveles anteriores a los atentados. Una buena lección.
Es difícil pero hay que aislarse siempre el máximo posible del ruido mediático, en cualquier situación -por extrema que parezca- y refugiarse en la Historia, en los datos, en la estadística...puesto que son inmunes a la histeria, a las opiniones, a la confusión... y nos permiten tomar mejores decisiones.