No hace falta que diga que soy de los que creen que el progreso tecnológico está en la base del progreso humano. A diferencia de otras especies, la nuestra ha avanzado gracias a la mayor capacidad de nuestro cerebro, que le permite procesar mejor la información, generar y compartir conocimientos, y utilizarlos para finalidades que ayuden al bienestar, tanto material como emocional, tanto individual como colectivo. Esta aplicación práctica del conocimiento es lo que conocemos como "tecnología", y gracias a ella hemos conseguido desarrollar un conjunto de "herramientas" que mejoran y aumentan nuestra capacidad personal, tanto para adquirir recursos necesarios para la vida, ya sea de tipo material o inmaterial, como para producirlos artificialmente, o como para protegernos del entorno.
"La tecnología nos permite adquirir recursos necesarios para la vida, materiales o inmateriales, así como producirlos artificalment o protegernos del entorno"
Digo todo esto porque quiero llamar la atención sobre una serie de aspectos menos positivos, o claramente negativos, que puede tener la tecnología si no hay suficiente cura en su utilización y en su regulación. Descarto totalmente la creación y la utilización de herramientas tecnológicas pensadas exclusivamente para finalidades perversas (matar, destruir, engañar...). Hablo de todas aquellas otras que tienen diferentes aplicaciones y que pueden producir consecuencias buenas, pero también no queridas.
1. Neutralidad. El primer aspecto a tener en cuenta es la ambigüedad de la tecnología. Algunos le llaman neutralidad, pero yo prefiero no usar esta palabra, puesto que puede hacer pensar que las herramientas no son ni buenas ni malas. Yo creo que no es cierto, puesto que toda herramienta que aumenta nuestras capacidades es algo bueno, aunque pueda tener aspectos malos. Estos aspectos no dependen de la herramienta si no de la finalidad por la cual es utilizada. Un buen cuchillo es algo bueno, pero puede servir para cortar un buen "jabugo" o para cortarle el cuello a alguien. Internet es muy bueno, pero puede servir para aumentar mucho los niveles de conocimiento de las personas, o puede ser utilizado para esparcir mentiras de forma masiva. La calificación no está en la herramienta sino en la finalidad, y por esta razón todo progreso tecnológico comporta una exigencia de regulación de su utilización, puesto que supone una ampliación y un cambio de las capacidades humanas que nos sitúan en nuevos escenarios.
2. Sustitución. Las herramientas tecnológicas, sean máquinas o sean algoritmos, permiten hacer cosas que nosotros no podíamos hacer (volar), permiten hacer cosas que hasta ahora teníamos que hacer nosotros (ensamblar las piezas de un coche, o hacer cálculos complicados), o permiten hacerlas mejor y con más seguridad (operar un tumor a distancia por un especialista). Estas situaciones nos suponen tres retos: a) No tenemos que considerar la parcial sustitución como una desgracia sino como una liberación, pero tenemos que cambiar la organización del trabajo y los orígenes de las rentas, para evitar que acontezca de verdad un problema. b) No tenemos que aceptar una excesiva dependencia de las herramientas tecnológicas, para evitar que cuando no tenemos una al alcance nos convirtamos en inútiles; tenemos que seguir sabiendo multiplicar.... y c) Tenemos la obligación de saber adquirir nuevas capacidades personales para podernos mover con seguridad en los nuevos escenarios tecnológicos, tanto desde el punto de vista personal como profesional.
3. Desigualdades. Tenemos que ser conscientes que el progreso tecnológico crea más riqueza y permite mejorar los niveles de bienestar, pero no asegura que haya una adecuada distribución de la primera ni que todo el mundo experimente este bienestar. Si una parte de la sociedad acapara la riqueza y las oportunidades creadas, el resultado puede ser muy negativo, puesto que las desigualdades se hacen más claras. Las sociedades con más progreso tecnológico pueden ser mucho más injustas que las sociedades pobres, puesto que el aumento de las posibilidades tecnológicas aumentan la distancia entre los que las tienen a su alcance y los que no. La aparición del coche o de la TV ha sido un gran progreso pero también un motivo de desigualdades. Cuanto más importantes son los adelantos tecnológicos más importantes tienen que ser las políticas que se preocupen por la equidad social.
"La actual combinación de progreso técnico y de liberalismo político está siendo muy peligrosa"
Resumo: Hay que promover la tecnología, puesto que está en la base de nuestro bienestar, pero hay que regular mejor su utilización, hay que adaptar las normas de convivencia y la organización económica de las nuevas situaciones, hay que revisar los procesos de formación y capacitación de las personas para adaptarse, y hay que intensificar mucho nuevas políticas sociales. La actual combinación de progreso técnico y de liberalismo político está siendo muy peligrosa.