Pero se asemeja o las podemos comparar. Ambas tienen mar, una cerca de Barcelona, la otra de Bilbao y tienen poblaciones justo alrededor del medio millón de habitantes: Maresme (446.000) y Cantabria (581.000). Los datos corresponden a los registros del año 2019. Se podría pensar que sus economías son radicalmente diferentes. Una catalana y dinámica, la otra entre las comunidades autónomas españolas, subsidiadas, aislada y tradicional. Pero resulta que el tópico no funciona. En valor añadido bruto (VAB) por habitante, los datos nos dicen que Cantabria es más productiva que el Maresme.
Agricultura | Industria | Construcción | Servicios | Totales | |
Maresme | 273,68 | 3.191,97 | 1.493,04 | 15.873,67 | 20.832,14 |
Cantabria | 291,33 | 4.620,48 | 1.595,19 | 15.584,41 | 22.091,41 |
Cantabria/Maresme | 106% | 145% | 107% | 98% | 106% |
Fuentes: INE por Cantabria y el IDESCAT por el Maresme
Cantabria es un 6% más productiva que el Maresme en cuanto al conjunto de su economía, mientras que, por ámbitos, solo se debilita en servicios, pero nos supera, por poco, en agricultura y mucho en industria, con un 45% más. ¿Quién lo diría? Los datos indican que, más servicios y menos industria es un signo decadente de camino débil en una economía robusta.
La industria pesa en el Maresme un 15% de su VAB total, pero en Cantabria un 21%, esto es, más de un tercio superior. La diferencia de fuentes estadísticas (INE y el IDESCAT) podrían aportar alguna duda, pero la comparación a escala provincial de ambas fuentes nos indican que la fuente catalana tiende a aportar valores más elevados que la española, por lo cual el sesgo de las fuentes no enmienda la comparación, más bien la agrava.
Los datos nos dicen que Cantabria es más productiva que el Maresme
Los valores del VAB se cambian, pero, si atendemos a la renta familiar disponible por habitante. Aquí, el Maresme supera Cantabria con 18.400€/hab en el Maresme por 12.205 euros en Cantabria, y aquí sí que el sesgo de las dos fuentes estadísticas puede agrandar el Maresme respecto de Cantabria, pero no tanto como para anular la superioridad del Maresme. Un coste de vida superior y un grado más alto de la retribución salarial en comparación con el capital pondrían el Maresme en primer lugar, pero, por el contrario, a Cantabria la economía se capitalizaría más intensamente.
Aun así, esta mayor retribución salarial no rompe un dinamismo que en el Maresme es superior al de Cantabria. Entre las fechas del 2011 y el 2019, el conjunto del VAB en el Maresme habría crecido un 121% (un 118% en Catalunya), pero en Cantabria solo un 110%. Las fuentes son nuevamente el INE y el IDESCAT, pero los valores relativos de cada una se pueden aceptar como válidos, precisamente para ser respectivos, no mezclados.
Esta realidad de fondo no rompe el tópico de un Maresme (Catalunya) rico frente una Cantabria pobre, que en el debate corriente conlleva una mayor financiación como comunidad autónoma (CA) y a una permanente legitimidad de reclamación. La realidad, pero, es que el Maresme es también aportador neto al que serían las balanzas fiscales internas catalanas, siendo una de las comarcas aportadoras netas más relevantes, específicamente en inversión acumulada, sea de España como de la Generalitat.
¿Qué realidad es, aun así, muy diferente entre ambos territorios?, el Maresme es una simple comarca con una muy débil institucionalidad, mientras que Cantabria es toda una comunidad autónoma. Como comarca, el Maresme posee lo que sería una simple mancomunidad municipal para determinados servicios muy sobrantes y en la realidad metropolitana, no pertenece al Área Metropolitana de Barcelona, ni a nada similar.
Cantabria, como provincia convertida en CA, posee una institucionalidad con parlamento y gobierno, dispone de presencia del estado con organismos judiciales y representante del gobierno central. En las Cortes tiene 5 diputados y 5 senadores propios. Su diputación, convertida en CA, es directamente electa, con unos 35/45 diputados y su presupuesto es de 2.850 millones de euros (2019).
Cantabria posee una institucionalidad con parlamento y gobierno
No se trata de hacer el Maresme una comunidad autónoma, pero sí de plantear que, por subsidiariedad y por transparencia, el Maresme forme parte de la regionalización de Catalunya. Hay que disfrutar de las ventajas de la Catalunya en grande (7,5 millones de habitantes), pero también de alguna parte de la riqueza institucional de los espacios menores y próximos, como el caso de Cantabria nos muestra.
Esta no es una demanda de excepcionalidad, porque de autogobierno electo en dimensiones similares de población hay también lugares como La Rioja, Álava, Navarra, los consejos insulares de todas las islas y el mismo Arán. ¿Alguien puede dudar que un grado de institucionalidad en el Maresme, más sólido que la simple comarca, serviría para replantear su economía, su peso dentro de la región metropolitana de Barcelona y las posibilidades de políticas sociales, económicas o ambientales?
No se trata de hacer el Maresme una comunidad autónoma, pero sí de plantear que forme parte de la regionalización de Catalunya
Solo la desconfianza sentada en todo tipo de gobierno y de representación política, que los catalanes ostentamos y haciendo gala de espíritu ácrata, nos bloquean ante el cambio. Pero, mientras tanto, nosotros admitimos una Diputació de Barcelona aberrante, un consejo comarcal bajo mínimos y ninguna representación directa en el Parlament de Catalunya. En este caso, los representantes del Maresme son los 85 diputados de la provincia de Barcelona (85 de los 135 totales), que es como decir que nadie representa directamente al Maresme, porque nadie se debe, más allá de la buena voluntad de los cargos electos residentes en la comarca. Si el Maresme fuera distrito electoral, entonces le tocarían 8 de propios, responsables y con programa y oficina accesible a los electores.
El progreso del Maresme dependerá, en buena parte, de su propia gente y del grado de regionalización que Catalunya logre. El progreso y el salto hecho por varias CA se debe de a estos factores y Cantabria nos sobrepasa, al mismo tiempo que mantiene el papel reivindicativo, mientras que el Maresme, oficialmente rico, consigue una economía que es menor. Esta es una realidad que nos interroga.