Lolita es una mujer avanzada a su tiempo. A finales de los años 70, en un país 'en transición' y una cultura machista normalizada, ella era directiva en una de las compañías de tecnología más importantes del mundo, Philips. Dirigía la oficina comercial a España y, de hecho, era la única mujer en el equipo directivo de la multinacional en todo el Estado. Ella no podía recoger a sus hijos en la escuela ni hacer meriendas, y ella era quien llevaba el grueso más importante de dinero a su casa.
Berta tiene 5 años. Recibe una educación igualitaria, en un país avanzado y moderno. Todavía no sabe qué quiere ser de mayor, pero estudios científicos aseguran que, en poco tiempo, cuando tenga 6, es muy probable que empiece a descartar determinadas profesiones. La razón es que, todavía hoy, las niñas son menos propensas a pensar que son "realmente inteligentes" (¿increíble,no?) y empiezan a evitar actividades que consideran que son "para niños o chicos brillantes". Todavía hoy, les faltan referentes en quién reflejarse: mujeres matemáticas, empresarias, científicas, ingenieras, líderes.
¿Sabéis quien son mis grandes referentes? Lolita (la de Philips) es mi madre y mi gran referente. Una mujer valiente y un modelo que me transmitió la seguridad de que podía desarrollar una carrera exitosa en la industria tecnológica, o llegar a cofundar y coliderar una empresa tecnológica como Fibracat. Y que, a la vez, podía ser madre, mujer y esposa, si lo quería, sin culpabilidades malentendidas. A su lado tenía otro gran referente, mi padre, Josep. Un hombre listo y bueno a quien no molestaba que su mujer triunfara en el mundo de la empresa. De hecho, estaba muy orgulloso. El hombre que, en los 80, compaginaba su trabajo como mecánico-tornero y nos preparaba la merienda, cocinaba y compartía las tareas del hogar al 50% con normalidad absoluta. Mi padre era el gran entendedor del feminismo y la igualdad y lo llevaba a la práctica en una época donde no se estilaba y podía ser mal visto o tildado de "calzonazos".
"Dar voz a mujeres con talento, sea cual sea la posición que ocupemos, es un reto común para ir construyendo un futuro más igualitario"
Berta es mi hija. Y sólo deseo que sea lo que ella quiera ser, pero que nunca descarte determinados caminos por el hecho de ser mujer. Tiene la suerte de tener buenos referentes familiares: la abuela, el abuelo, la madre, el padre. Pero hace falta que se refleje en más mujeres con talento para imaginar y decidir su futuro sin ningún miedo.
Dice Núria Salan, presidenta de la Sociedad Catalana de Tecnología, química, profesora de la UPC, madre, abuela y referente clarísimo para mí misma, que existe un "ingenio invisible". El de mujeres que habrían tenido que pasar a la historia por su talento pero que han sido o son desconocidas. Y advierte: "Sin modelos no hay vocaciones". Ella me ha hecho conocer muchas de estas mujeres del mundo tecnológico o el científico. Mujeres que tenemos que visibilitzar, porque son referentes para otras mujeres y niñas.
En Fibracat TV, de esta necesidad hemos hecho nuestro gran propósito y ya hemos dado voz a más de 130 mujeres con talento: científicas, inventoras, ingenieras, empresarias, emprendedoras, matemáticas, etc. Si lo entendemos como un reto común, todos, sea cual sea la posición que ocupemos, podemos poner nuestro grano de arena e ir construyendo un futuro más igualitario. Y conseguir que niñas como Berta tengan mil Lolitas en quién reflejarse cuando piensen, sin ningún miedo, en su futuro.