No quisiera repetirme y aún menos autocitarme con artículos que he publicado en este medio, pero haciendo repaso de este último año, creo que no deberíamos pasar por alto como Madrid nos ha podido ganar terreno en actividad empresarial y en creación de puestos de trabajo de calidad. Esa sensación de “querer hacer negocios” y de ver restaurantes y terrazas a rebosar día y noche en la capital, confieso que me obsesiona por completo.
"No deberíamos pasar por alto como Madrid nos ha podido ganar terreno en actividad empresarial y en creación de puestos de trabajo de calidad"
Esta realidad volvió a ser palpable hace unas semanas, cuando acudí a la entrega del premio joven empresario organizada por CEAJE en Madrid. Concretamente en el Palacio de Cibeles o para ser más exactos, el Ayuntamiento de Madrid. A la cita acudieron desde representantes patronales hasta representantes políticos y cómo no, los jóvenes empresarios.
El alcalde de Madrid, Martínez Almeida, ejerció de anfitrión de la velada ofreciendo un discurso a los presentes extraído del mejor de los manuales sobre “cómo captar empresas” y seguido de un vídeo de la Comunidad de Madrid que reforzaba esa ilusión de hacer negocios lanzada por el edil. No solo quedé atónito por su implacable y desacomplejado discurso pro-captación, sino que por un momento mi subconsciente me lanzó una pregunta trampa: ¿Te imaginas a Ada Colau cediendo el Ayuntamiento de Barcelona para acoger un acto de empresarios de toda España y lanzando un mensaje activamente business friendly para que las empresas se establezcan en la ciudad condal? A día de hoy, imposible.
A lo largo de este año hemos visto como una vez más, desde Barcelona está siendo la sociedad civil quién está luchando por hacer “marca Barcelona”. Josep Sánchez Llibre va a apostar por una cumbre empresarial Barcelona-Madrid para re-impulsar la co-capitalidad. Una vez más es el sector privado que vuelve a sobrepasar a la administración pública con el fin de no perder fuelle en esta nueva liga de ciudades y no correr el riesgo que Javier Faus describió muy acertadamente en la presentación del informe de PWC sobre la situación de la economía catalana, la construcción de un “Madrid D.F.”.
El mérito de sostener la reputación y captación de empresas por parte del sector privado está siendo de un valor incalculable, pero si a esto le añadiéramos una administración Business Friendly, muy probablemente este servidor no estaría redactando estas líneas.
"Josep Sánchez Llibre apuesta por una cumbre empresarial Barcelona-Madrid para reimpulsar la co-capitalidad"
Si quieren hacer una breve comparativa de las “tendencias” del próximo año entre el Ayuntamiento de Madrid y el de Barcelona, basta con googlear “Impuestos Ayuntamiento de Madrid 2020” y “Impuestos Ayuntamiento de Barcelona 2020”. En el primero, la palabra más repetida es “rebaja fiscal” mientras que en el segundo es “creaciones de nuevas tasas y subidas fiscales”. Juzguen ustedes mismos, a partir de 2020 seguiremos disfrutando de vistas al mar, pero siendo más pobres.