El 19 de noviembre se celebra el Día de la Mujer Emprendedora, otra fecha que no deberíamos celebrar y que seguiremos celebrando hasta que suene tan absurdo como celebrar el "Día del Hombre Emprendedor" o el "Día del Hombre". Evolucionamos tan lentamente que sigue siendo necesario recordar lo obvio.
Personalmente, no me gustan la discriminación positiva, las cuotas… y aun así, lo practico y lo asumo necesario cuando la realidad demuestra que no hay muchas más opciones o que es mejor ir con todas las opciones para conseguir que evolucionemos de una vez.
Hace cinco años que dirijo Netmentora en Catalunya, una red de líderes de empresa que fomenta el desarrollo económico en los territorios a través de la reciprocidad y del aprendizaje continuo entre startups, pymes y corporates. Cinco años hablando con empresarias y emprendedoras para sumarlas a nuestra red. Cinco años con no más de un 20% de mujeres en Netmentora.
No podemos acompañar a las empresas que lideran nuestro futuro si no lo hacemos desde la diversidad, desde la igualdad, contando con el otro 50% de la población
En 2019, nos cansamos de hablar y, con empresarias y emprendedoras (y también hombres), creamos dentro de Netmentora un grupo para trabajar proactivamente en el cambio que necesitamos como red empresarial (y como sociedad).
No podemos acompañar a las empresas que lideran nuestro futuro si no lo hacemos desde la diversidad, desde la igualdad, contando con el otro 50% de la población. No podemos seguir replicando modelos masculinizados de liderazgo; y no pongo el foco en el liderazgo masculino, lo pongo en la falta de mujeres en posiciones de liderazgo.
Sabemos que el cambio pasa por la acción y ahora es uno de nuestros objetivos prioritarios como red. De estos dos años de acción proactiva, he aprendido a seguir trabajando con las desigualdades, pero evitando normalizarlas. He aprendido que los sesgos de género existen, en hombres y en mujeres. En mi. Que los replicamos inconscientemente y, por eso, debemos visibilizarlos, para cambiarlos.
He aprendido que me queda mucho por aprendre, que está todo dicho y solo nos queda hacer
Hablar de feminismo sigue pareciendo un tabú al que, con suerte, nos sumamos de puntillas para no ser tachadas de locas, histéricas o feminazis. He aprendido que me queda mucho por aprender, que está todo dicho y solo nos queda hacer. He aprendido que no estamos locas, que sabemos lo que queremos.
Feliz Día de la Mujer Emprendedora y por muchos menos.