(Exención de responsabilidad: La llegada del MWC me pilla volviendo a ver la serie Silicon Valley de HBO y por lo tanto tengo el modo ironía on con lo que vendría a ser el ecosistema de la economía digital. Especialmente con los gurús, visionarios, programadores, empresas emergentes, grandes tecnológicas e inversores que quieren "mejorar el mundo" con una app. Mención especial para la gente que antes iba con americana y corbata y ahora va con tejanos, vambas y jersey de cuello alto).
La buena noticia es que, con cierta normalidad, la semana que viene (lunes 28 y hasta el jueves 3 de marzo) el MobileWorldCongress se vuelve a celebrar en Fira Gran Via, acompañado por segundo año por el 4YFN. El 4YFN (Four Years from Now) es el congreso paralelo que tiene el foco en las empresas emergentes y el ecosistema local. Si el MWC es el escaparate global de la tecnología del mundo, el 4YFN es el escaparate global de la tecnología de KM0.
Si el medio es el mensaje, que decía McLuhan, el congreso es el mensaje; es igual el tema, la palabra de moda, la tecnología pujante, las novedades que se presenten, quién hable y qué predicciones se hagan de cara al futuro. tuvimos una cata en la edición de circunstancias que el año pasado, que a pesar de convocar solo 20.000 personas va de manifiesto poner el valor de la presencialidad en un congreso en formato híbrido. Todo un hito viniendo de la cancelación del 2020 después de un récord de 109.000 asistentes el 2019.
Si nos fijamos bien veremos que los grandes temas del MWC 2022 son una mezcla de tecnologías mágicas que nadie entiende, realidades que todos conocemos, y buenos deseos
Así pues el valor real de este MWC —no se ha dicho nunca— son las personas. Colegas del otra punta de mundo con quien nos conectamos diariamente pero que solo nos encontramos por la fiesta mayor, una vez el año, nos volveremos a encontrar en el MWC, el Sónar de las corbatas, y al 4YFN, el MWC sin corbatas. Estaremos todos: programadores, gurús, visionarios, cripto techies, inversores de capital riesgo, tecno-utópicos, creadores y especuladores; todos con un denominador común: "hacer del mundo un lugar mejor" (Silicon Valley: temporada 1, episodio 7).
Y a esto hace referencia el lema del MWC de este año Connectivity unleashed (Conectividad desatada), que según su director ejecutivo JohnHoffmann, aquel señor tan simpático enamorado de Barcelona y desde esta semana hijo predilecto de l'Hospitalet, la conectividad también tiene que ser física (sin la conectividad física en los congresos de la GSMA, él y el resto de directivos de la organización se quedarían sin trabajo). Nota al margen: desde enero de este año el presidente de la GSMA es lo también presidente ejecutivo de Telefónica José Maria Álvarez-Pallete, una persona que se dedica sistemáticamente a apropiarse de los tuits de otros; ¡ni un RT en su perfil!.
Volviendo al tema, los grandes temas de esta edición del MWC son: el 5G, la inteligencia artificial, la computación a la nube, las FinTech (tecnologías aplicadas a las finanzas) y el impacto de la tecnología en el futuro. Un déjà vu, junto con la nevera que encarga la compra sola y la realidad virtual. Si nos fijamos bien veremos que es una mezcla de tecnologías mágicas que nadie entiende (5G e inteligencia artificial), realidades que todos conocemos (computación a la nube y FinTech) y buenos deseos (la internet de las cosas o las tecnologías inclusivas diversas y respetuosas con el planeta). El equilibrio de los tres se el que nos tendría que llevar al realismo mágico tecnológico: una cotidianidad dónde gracias a la tecnología las cosas pasan de manera automágica y nos benefician a todos y también al planeta. Diría que estamos a muchos MWC de conseguirlo.
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P.S.: De momento la GSMA ha abierto una cuenta a Goco2neutral.com para que los 50.000 asistentes que se esperan a la edición de este año calculen la huella de CO2 que su asistencia comporta.