Siento que estoy envejeciendo, porque últimamente me preguntan qué hubiera hecho de manera diferente a lo largo de mi carrera profesional pensando en mi yo actual. Y lo primero que siempre me viene a la mente es lo mismo, invertir más tiempo en networking. Sé que se habla mucho de esto y que es uno de esos anglicismos que suenan muy bien en conferencias y formaciones, pero realmente creo en ello.
He trabajado hasta mi última etapa profesional en sectores muy masculinizados, especialmente en el de la consultoría, donde hablar de conciliación sonaba como el silbato de la censura estadounidense cuando usas palabras que no son políticamente correctas. Por lo tanto, trabajaba muchas horas, viajaba mucho y me movía de casa al aeropuerto, el AVE o la oficina, haciendo el trayecto inverso cuando podía. Y el escaso tiempo que tenía disponible lo dedicaba a mis hijas.
"Debéis reservar unas horas semanales en vuestros calendarios para el 'networking'. Y esto tendrá claramente un retorno en vuestra carrera profesional"
Si podía tomar un avión a las 5 de la mañana y dormir en casa, lo hacía, lo que significaba que me perdía todas las cenas previas a las reuniones y los cafés donde se tejían alianzas para tomar decisiones.
Todo esto cambió hace unos años cuando me lancé al mundo del networking y recuperé muchos de los años perdidos en esta área. No es que os lo esté recomendando, es que creo que debéis reservar unas horas semanales a esta tarea. Y esto tendrá claramente un retorno en vuestra carrera profesional.
Y durante esta semana del Día de la Mujer, es más importante que nunca recordarlo, porque aún existe una gran desigualdad en este aspecto. Según un estudio publicado por LinkedIn que mide en un índice la red de contactos que tienen hombres versus mujeres, existe, según el país, una diferencia que va desde el 18% hasta el 38% inferior en nuestro caso. En concreto, en nuestro país es del 27%.
"Aparte de estar formadas y ejecutar con excelencia nuestro trabajo, es a través de los contactos donde nos valorarán por una promoción o proyecto"
Y esto significa que estamos perdiendo oportunidades de crecimiento profesional. Porque, además de estar formadas y ejecutar con excelencia nuestro trabajo, es a través de los contactos donde nos valorarán para una promoción, donde alguien apreciará el valor que podemos aportar a una nueva empresa o proyecto, donde descubriremos una posible alianza con una empresa emergente... Y todo esto no sucede ni en la oficina ni en Teams.
Y también hay diferencias de género en el networking. Una palabra que seguramente conozcáis, la homofilia, que es la tendencia a conectar con iguales, no es el significado de crear redes.
Si lo hablamos desde un punto de vista académico, existen dos tipos de círculos de conexiones que debemos cultivar. Existe el central circle como dicen los anglosajones y el closer inner circle. Y de nuevo, las mujeres lo tenemos un poco más complicado. Estudios demuestran que ellos pueden cultivar solo el "central", que básicamente significa hacer contactos con personas muy diversas a ti, que no estén dentro de tus contactos habituales, por ejemplo, de trabajo o de tu sector profesional (que no es cultivar la homofilia). Porque aquí se trata de expandir tu red fuera de tu zona de confort, y es ahí donde pueden surgir estas oportunidades.
"Las mujeres tendemos a buscar la reciprocidad, es decir, yo te pido un favor solo si sé que también te puedo ayudar a ti, o ya lo he hecho"
Nosotros también necesitamos cultivar este círculo "interno" que es crear una red de mujeres de confianza dentro por ejemplo de estas empresas donde nos gustaría trabajar. Para poder optar a información más privada y de posibles retos internos y políticos sobre estas posiciones. Es decir, para tener éxito necesitamos más información que ellos y obtenerla de dos fuentes, esta segunda fuente sí que está ligada a la homofilia.
Otra diferencia del networking entre géneros, y perdonadme que generalice, obviamente no hay nada ni blanco ni negro, pero estadísticamente sí que es así, es que estos contactos nos permiten "pedir favores" profesionales. Y los hombres tienen mucha más facilidad para hacerlo, y las mujeres tendemos a buscar la reciprocidad, es decir, yo te pido un favor solo si sé que también te puedo ayudar a ti, o ya lo he hecho. Y también tendemos a buscar crear antes una relación de confianza. Y está claro que en una cursa muchas veces de velocidad, cómo es por ejemplo una promoción, esto nos hace llegar tarde.
También aprovecho esta Semana de la Mujer para romper el falso mito de la competitividad entre nosotras. Soy afortunada de formar parte de diversas redes de mujeres y nunca he visto ningún grupo más generoso, rápido y eficiente para ayudar a otras. Recibimos solicitudes diarias de contactos profesionales, buscamos alianzas y también intercambiamos mensajes de felicitaciones entre nosotras. Cuando haces algo bien, el grupo se llena de celebraciones en mensajes de WhatsApp y emoticonos. Nunca te sientes sola.
Estas redes son un estallido de sororidad, ya que también nos ayudamos en aspectos personales, como necesitar ayuda para cuidar a nuestros padres o hijos, quedarnos sin hotel durante una conferencia en una ciudad llena o buscar recomendaciones de buenas lecturas.
"Aprovecho para romper el falso mito de la competitividad entre nosotras. Soy afortunada de formar parte de diversas redes de mujeres y nunca he visto un grupo más generoso, rápido y eficiente para ayudar a otras"
Por lo tanto, lanzaros al networking, hacedlo recordando, si sois mujeres, que necesitáis diversidad y sororidad, y pedid sin remordimientos. Además, un reciente estudio de Harvard liderado por el profesor Robert Balfinger demuestra que el "fitness social" es uno de los factores clave para prolongar la vida. Y yo me sumo a ello.