Cuando escuché la canción de Shakira con Bizarrap por primera vez no me gustó. Se ha pasado, pensé. Me pareció una crítica demasiado explícita, demasiado evidente. Pero después de cinco, diez, veinte reproducciones, después de ver toda la reacción que ha generado en las redes sociales y después, como siempre ocurre en estos casos, del alud de comentarios que se han generado sobre el tema, debo decir que he cambiado de opinión. Y ahora la escucho en todas partes.
Durante muchos años se nos ha dicho que "la ropa sucia se lava en casa", y que no debemos tratar asuntos personales en la esfera pública. Sin embargo, también ha quedado claro que la vida de las personas famosas tiene mayor trascendencia, y puede llegar a ser, o es en la mayoría de ocasiones, un asunto público. Y si toda su ruptura ocupa las portadas de los periódicos, las conversaciones en los bares o las discusiones televisivas, ¿por qué el dolor debería pasarse, entonces, en privado? Y aún con más razón cuando, encima, puedes hacer un hit mundial y, por qué no, ganar mucho dinero de ello.
Si toda su ruptura ocupa las portadas de los periódicos y las discusiones televisivas, ¿por qué el dolor debería pasarse, entonces, en privado?
Si tu pareja te engaña delante de todo el mundo, también deberías poder recuperarte delante de todo el mundo. Si eres famosa, puedes transformar esta dolencia en dinero, pero también en una forma de hacer que todas las personas que están pasando por un momento similar puedan beneficiarse de lo que ya es un himno de las cornudas. Como confesó la artista en un post en Instagram, escribir esta canción fue un ejercicio catártico. Y estoy segura de que lo es, porque para mí, una de las millones de personas que ha escuchado la canción en las últimas semanas, lo ha sido. Y no es que lo haya sido por la profundidad de las reflexiones o por lo de acuerdo que estoy con lo que dice, porque no estoy de acuerdo con todo lo que dice ni con todas las acusaciones que hace, pero es una canción, por su ritmo y por la comicidad de sus letras, que te permite reír frente a una ruptura dolorosa o un abandono amoroso.
Shakira ha sabido expresar lo que sentía a partir de una canción, pero también ha sabido canalizar una serie de emociones que, si bien no han cambiado su historia, han permitido que siguiera con la que ya era, antes de conocer a Piqué, su carrera musical de éxito global. Esto no quiere decir que la canción sea perfecta, así como tampoco significa que siempre tengas que hacer una canción sobre tu ex. Pero hay canciones que te ayudan a ver que incluso alguien como Shakira se puede sentir así. Y a ti, que ni eres rica, ni estás tan buena ni eres famosa, te consuela saber que, al menos, no eres la única que ha llorado por una persona que no la respetaba. Si una conclusión podemos sacar de todo ese alboroto es que de todo se aprende, y que ahora, las lobas pero también las mujeres corrientes, ya no estamos pa tipos como tú.