Nostrum y Dupont

31 de Octubre de 2018
Act. 31 de Octubre de 2018

La tesorería de cualquier empresa tiene que circular del mismo modo como lo hace la sangre por el sistema arterial, deteriorándose gravemente la salud financiera de una organización si este flujo de caja se estanca.

La sociedad cabecera del grupo Nostrum, Hombre Meal Replacement, es un ejemplo de crecimiento acelerado, que ha acudido a varios mecanismos externos para financiarlo, asumiendo riesgos que se han materializado debido al hecho que su explotación no genera la suficiente tesorería.

La expansión de su red de distribución se ha hecho con establecimientos propios y con franquicias que asumen su coste de implantación. Ha accedido a afianzamiento a través de nueve entidades bancarias, entró en el MAB (Mercado Alternativo Bursátil) donde ahora cotiza, emitió deuda en forma de pagarés y de bonos convertibles, y manifestó también su intención de poner en circulación una criptomoneda propia.

Se puede afirmar que Nostrum ha incorporado un variado repertorio de fuentes de recursos para empujar la expansión, también internacional, de una oferta de la cual no hay muchas dudas.

Pero una empresa no se puede fundamentar sólo en su facilidad para acceder a financiación ajena o en la voluntad de ofrecer un producto comprometido con hábitos de consumo saludable. El que realmente mujer rentabilidad, continuidad y estabilidad, es la respuesta positiva del mercado, es decir, la demanda que paga el precio estipulado para disponer del producto que compra. Además, tiene que competir con otras organizaciones que hace años que se dirigen al mismo cliente.

Es difícil evaluar aquí si el modelo de negocio escogido es el adecuado, pero se puede afirmar que crecer, aunque sea con franquiciats, siempre es muy caro y sin liquid es difícil pagar las deudas que permiten mantener el ritmo escogido.

"La ineficiencia de la emprendida matriz también perjudica sus distribuidores, dado que el precio de un producto lo marca siempre el mercado"

Las cuentas de Hombre Meal Replacement son accesibles a todo el mundo, porque cotiza al MAB y es obligada la transparencia. Su lectura permite compartir algunas reflexiones basadas en números hechos con importes aproximados.

Independientemente de las pérdidas limpias que el 2017 suponen un resultado de -3,4 millones de euros por unas ventas de 15,3 millones, resulta determinando comprobar como la estructura financiera de un grupo que pretende impulsar un crecimiento tan acelerado, tiene tanta dependencia de deuda a corto plazo. Esta impresión se arrecia al comprobar como el elevado importe del inmovilizado no parece estar alineado con la recomendable financiación a largo plazo. Una empresa pide equilibrio entre las características de sus fuentes de recursos y las de las inversiones a que se aplican.

Todas las deudas se tienen que volver, pero los de corto plazo reclaman una mayor urgencia, que no se podrá atender si la actividad no genera un flujo de fondo relevante. Se tiene que decir que, a pesar de que los actuales costes financieros de mercado son aparentemente bajos, en las cuentas aparecen unos gastos financieros que suponen casi un 8% de sus ingresos anuales.

Paradójicamente el último EBITDA es mejor que el del año pasado, a pesar de que las pérdidas limpias son más del doble que las del ejercicio anterior, dejando muy patente, una vez más, la nula utilidad de este indicador para describir una empresa.

Cómo se ha expuesto, el crecimiento de cualquier organización tiene un coste altísimo, que se tiene que pagar con tesorería, sea qué sea el origen de esta. La expansión de una organización pide, inexcusablemente, cash y una estructura de balance equilibrada.

Para entender mejor casos como el que aquí se expone, disponemos de la fórmula de Dupont. Esta expresión, que a tantas organizaciones ha ayudado, describe que el beneficio neto respecto de los recursos propios (ROE) se puede expresar como el producto del margen, de la rotación y del palanquejament de la empresa. En el caso de la matriz de Nostrum, el resultado de Dupont coincide con un ROE aproximado del -44% (negativo), que da fe que la ecuación tiene elementos que no permiten un crecimiento sostenible si no se trabaja en la autofinanciación.

Adoptando importes aproximados, se opera con un margen del -22% (negativo), una rotación de 0,5 (por debajo de 1) que se tiene que interpretar como su eficiencia, y una rentabilidad sobre activos (ROA) del -11,5% (negativo). Unas ratios insuficientes, a pesar de que se parte de un excelente margen sucio del 42% que es perfectamente homologable con el de la más conocida de las cadenas de fast food.

"Es hora de valorar el que se ha conseguido y protegerlo con realismo, moderando la ambición de crecimiento, pasando de corto a medio plazo toda la deuda que se pueda"

El trayecto que hay desde el positivo margen sucio hasta el negativo beneficio neto es el campo de trabajo, donde se pierde mucho valor que probablemente incide en la rentabilidad real de los establecimientos que día a día sirven el producto al cliente final. Dedo de otro modo, la ineficiencia de la emprendida matriz también perjudica sus distribuidores, dado que el precio de un producto lo marca siempre el mercado.

Quizás es hora de valorar el que se ha conseguido y protegerlo con realismo, moderando la ambición de crecimiento, pasando de corto a medio plazo toda la deuda que se pueda y, sobre todo, no perjudicando la imagen de una marca en que han confiado tantos franquiciats. Probablemente esto comportará ceder parte del control, pero el que importa es entender que con la marca también van inversores, proveedores, acreedores, colaboradores y clientes, que desean la continuidad de un grupo en el cual también comparten intereses.

En cualquier caso, este y otros casos valoran el buen trabajo de muchos establecimientos que, con prudencia, han ido pagando sus compras y valoran el dinero no virtual que cada día entran a la caja. Son negocios que periódicamente tienen que hacer frente a nueva competencia que dispone de más recursos y que no siempre atiende todas sus obligaciones.