Este estafador se hace pasar por una empresa o institución en la cual el usuario confía, para que este le facilite los datos que pide. Normalmente se emplean mecanismos como el mail, un teléfono, un mensaje de texto o incluso, una página web que, aparentemente, es el oficial de la empresa en cuestión, pero que no lo es.
Hoy en día, estos estafadors son cada vez, más llestos y pueden emplear muchas herramientas o engaños, como una solicitud de una donación falsa, hacerse pasar por una ONG o, incluso, por la Policía Nacional. En este último caso, ha llegado a aparecer un mensaje al ordenador del usuario que le indica que tienes que pagar una multa por haber visitado páginas con pornografía infantil, por ejemplo.
Hace falta que lo tengamos claro. Este tipo de acciones constituyen un delito de estafa al Código Penal y también, incluso, puede ser constitutivo de un delito de descubrimiento y revelación de secretos, puesto que nos están pidiendo datos personales sin informarnos adecuadamente y sin un consentimiento válido. Además, en el supuesto de que haya daños económicos, también se podría reclamar.
Qué hacer ante estos casos? Si creemos que estamos siendo objete de una estafa de este tipo, no entramos a la página que nos aparece y, sobre todo, no llenar ningún dato. Ante la duda, trucar a la Policía o a los Mossos d'Esquadra, puesto que tienen unidades especializadas en estos temas que nos pueden informar. También, los mismos exploradores de Internet nos permiten notificar a las empresas que nos los ofrecen, el hecho que creemos que hay una suplantación de identidad con determinada página web.
Si, por mala suerte, hemos caído en la trampa, el más conveniente es, como mínimo, presentar una denuncia a los Mozos y asesorarse legalmente para emprender acciones, en función del perjuicio ocasionado. También es muy aconsejable que cambiamos las contraseñas de nuestras cuentas on-line, enviamos una alerta de fraude a nuestros informes de crédito, a nuestro banco y, si sabemos de una cuenta al cual se haya tenido acceso de forma fraudulenta, lo damos de baja.
Si somos la empresa suplantada, también hará falta que nos ponemos en contacto con la policía o juzgados competentes, para formular denuncia y poder presentar una posible reclamación por daños.