En realidad, el rescate del BCE a España no es tan silencioso. Es verdad que aquellos shows que se montaban alrededor de los hombres de negro ya no se dan: ahora, se hace todo con más discreción, pero es público y notorio que la economía de España, sin el BCE, no sería viable y tendría que solicitar un verdadero rescate a la Comisión Europea.
Para ver esto en toda su amplitud, es preciso partir de la situación existente en España antes de la llegada del virus y las previsiones que el FMI ha hecho recientemente para el país, concretamente en el World Economic Outlook de abril de 2021:
Quien hoy está comprando la inmensa mayoría de la deuda pública de España y parte de la privada es el BCE: ya acumula el 25% de la deuda pública española. Eso supone dos cosas para España: que alguien compra su deuda y que los mercados ven que España coloca su deuda.
Pero eso tiene consecuencias: España depende directamente de las anfetas que el BCE inyecta en su economía e, indirectamente, de las que inyecta en otros países ya que, con sus compras, esos países contribuyen a la economía de España.
Viene de lejos...
La dependencia de España, no en concreto del BCE, sino en términos más amplios, viene de muy atrás: en el siglo XVI España ya dependía del exterior, ya que la plata traída de América generó tal nivel de inflación en España que a finales del siglo le era más rentable importar bastantes bienes que fabricarlos en España. Yendo más allá, varios países europeos se hallaban totalmente inmersos en la I Revolución Industrial hacia 1870, mientras que España tardó un siglo en entrar en ella. Podríamos seguir, pero para centrarnos en la actual dependencia monetaria, lo cierto es que España no puede hacer nada.
España depende directamente de las anfetas que el BCE inyecta en su economía e, indirectamente, de las que inyecta en otros países que, con sus compras, contribuyen a la economía de España
En los ejemplos históricos que he descrito, la culpa recaía en la falta de mentalidad burguesa de las autoridades y de gran parte de las fuerzas económicas españolas, y como de aquellos polvos son estos lodos, la estructura de PIB que España muestra y que se manifiesta en el modelo productivo que desde hace medio siglo caracteriza a España, supone una baja productividad, lo que se traduce en un reducido nivel de PIB per cápita que da lugar a un bajo nivel de recaudación fiscal y de la Seguridad Social agravados por el nivel de economía sumergida existente en España (entre el 15% y el 25% del PIB, según estimaciones) y en un volumen de fraude y elusión fiscal que oscila entre los 65.000 y los 90.000 millones de euros anuales.
El problema de España es que no llega, por lo que necesita esas anfetas a las que me refería. Pero como eso no es mantenible en el tiempo, la evolución será hacia la reducción en el gasto público, bien a través de recortes, bien incorporando tasas para cubrir parte de su financiación, como el copago sanitario y el pago por uso para circular en las vías terrestres de alta capacidad.
Los trajes de Draghi y Lagarde
Mario Draghi, un banquero de Goldman Sachs, y Christine Lagarde, una abogada de Baker McKenzie, fueron ascendiendo profesionalmente hasta llegar a la política (en mi opinión, ser gobernador del Banco de Italia o directora gerente del FMI es un cargo político con otro traje), y ahora a la muy alta política, pero con una carga enorme de conocimientos técnicos.
"Draghi y Lagarde están haciendo lo que los grandes fondos y los mercados esperan que hagan"
¿Su gestión? Pienso que están haciendo lo que los grandes fondos y los mercados esperan que hagan, es decir, aquello que les es más conveniente a estos.