Las últimas cifras de paro conocidas han sido acompañadas por las declaraciones de la consejera
Dolors Balsa, quien ha afirmado que
las actuales cifras de paro nos sitúa en la misma situación anterior a la crisis. En este sentido, los Gobiernos, todos independientemente de su color, hace tiempo que están inyectando en los cerebros de la ciudadanía que
la crisis ya ha finalizado, proceso que cuenta con el terreno adobado de una
ciudadanía que desea creer que esto es así.Utilizar las cifras de desocupación sirven para tal fin porque, efectivamente, han descendido; pero los Gobiernos se quedan aquí.
Nada dicen de la calidad de la ocupación que se está creando ni donde se crea: ocupación temporal y a tiempo parcial subremunerat con las implicaciones que esto tiene en los ingresos por cotizaciones a la Seguridad Social.
Esta ciudadanía obvia estas circunstancias y consume, pero consume des-ahorrando y aumentando nuevamente el endeudamiento. La ocupación? Quedémonos con una cifra: entre los años 2001 y 2015 el salario real medio tan sólo ha subido, en todos estos años, el 1,98%. Con una ocupación precaria, temporal y subremunerada,
de que pueden sentirse satisfechos los gobiernos respecto a la ocupación?La segunda cifra que nos deja este inicio de año es
la subida de las pensiones un 0,25%. Con esta situación, el próximo año
los pensionistas perderán poder adquisitivo; desde el año 2005 no lo han perdido debido a la baixíssima inflación que ha habido en estos años, pero el problema de las pensiones no es de un año, sino de tendencia. En Alemania se ha publicado un estudio que pone sobre la mesa una cifra:
toda aquella persona que no tenga hoy en día un salario sucio mensual de 3.000 euros o más, tiene muchas posibilidades de ser pobre cuando se jubile. Trasladados estos euros en España, equivalen a 1.925 euros. Cuántas personas perciben esta cantidad mensualmente de tal manera que los permita un ahorro previsión?
El año que viene, el siguiente, a base de la emisión de deuda -una aberración, a mi manera de ver- se pagarán las pensiones, pero
en el mediano plazo esta situación es insostenible. De aquí la sugerencia que siempre hago:
quienes puedan seguir trabajando, que no se jubilen.