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Smart Islands, las islas resolutivas

19 de Abril de 2017
Act. 20 de Abril de 2017
Cada vez que siento el prefijo smart recuerdo que Douglas Engelbart fundó el Augmentation Research Center para aumentar la inteligencia de la humanidad. Al 1960 creía que los ordenadores, conectados entre si, servirían para compartir información y crear una inteligencia colectiva que ayudaría a resolver los problemas importantes:

"La clave de todos los grandes problemas del mundo es que tienen que ser tratados de forma colectiva. Si no conseguimos ser colectivamente inteligentes, estambre condenados" - Douglas Engelbart

Para conseguir su ideal, el Engelbart fue precursor de Internet, de las interfaces gráficas e inventó el ratón. Cincuenta años atrás el papel era el apoyo del conocimiento y por eso las interfaces gráficas imitaban el papel. Los teclados servían para depositar el conocimiento encima el papel. Con el ratón, Engelbart fue algo más allá del teclado, e hizo el primer sensor. Servía para moverse mejor por la versión electrónica del papel.

Cincuenta años después el papel ya no es el apoyo principal del conocimiento. Hoy podemos leer las plantas, el aire, el trespol, el agua, los cuerpos, las máquinas y los edificios. Los sonidos, los ruidos, las voces humanas y las imágenes también son conocimiento que podemos desar en redes neuronales artificiales (ANN) que servirán para identificar patrones que nos ayuden a resolver problemas y encontrar oportunidades. El entorno -y no el papel- es la nueva interfaz del conocimiento. Por desar-lo, en vez de teclados y ratones usamos dispositivos de la Internet de las cosas (YATE), sensores y wearables .

Siguiendo el espíritu del Engelbart, una smart island es un entorno que contribuye a la creación de una inteligencia colectiva que sirve para resolver los problemas de la humanidad. Es el caso de las Islas Baleares por su situación, clima, paisaje e infraestructuras.

La insularidad dejó las Islas Baleares fuera de la segunda revolución industrial, y nos limitamos al turismo. La tercera revolución industrial -la de los ordenadores con teclado y ratón- pasó de puntillas. La cuarta es ideal para nosotros. Las Islas Baleares son un laboratorio perfecto para ayudar a resolver problemas energéticos, ambientales, tecnológicos, climáticos, turísticos, de transporte y salud. Las soluciones se pueden exportar en cualquier ciudad del mundo. Nuestro entorno es una fuente diversa de datos y un escenario extraordinario, porque es más fácil ser creativo e innovador al paraíso.

La segunda y tercera revolución industrial nos ha dejado solo y playa, pero la cuarta significa solo y datos que brotan de islas que son nodos de conocimiento; islas inteligentes y resolutivas.