El otro día al podcast Engaging Leader en Peter Bregman presentaba su nuevo libro Leading with emotional courage (liderando con coraje emocional) en que repasaba qué eran las claves de un buen liderazgo de aquellos que inspiran, motivan y trascienden en el tiempo.
El podcast incluía reflexiones muy interesantes referentes en el liderazgo, pero la que me sorprendió más fue esta: "Uno/a líder dispuesto/da a sentir cualquier cosa, puede afrontarse a cualquier cosa." Me pareció verdaderamente interesante, puesto que no sólo habla de emociones, sino que se atreve a usar el verbo "sentirlas".
"Cuando hablamos de liderazgo, ya no tenemos bastante con hablar de emociones. Ahora tendremos que incluir la habilidad y el coraje de poderlas sentir"
Incorporar las emociones, la empatía, la boy escout activa y un largo etcétera a la hora de liderar no es ninguna novedad. Lo promueve la inteligencia emocional de Daniel Goleman, lo defienden los abogados del liderazgo transformacional propulsat por James McGregor y lo incluyen otros teóricos como Otto Scharmer en su teoría Uno donde habla de liderar desde una mente abierta, un corazón abierto y una voluntad abierta para poder acoger aquello que nos aporta el futuro emergente típico de los entornos VUCA.
Sin embargo, la frase de en Bergman va un paso más allá. Si lo trasladamos a nuestra cotidianidad, al fin y al cabo todos somos líderes en algunas situaciones, y en última instancia somos líderes de nuestras vidas. Podemos pensar en una conversación que tenemos pendiente y analizar el motivo por el cual no lo estamos teniendo, seguramente no será por falta de herramientas comunicativas y verbales, sino más bien porque no estamos dispuestos o dispuestas a sentir aquello que nos provocará aquella interacción: ya sea incomodidad, rabia, vergüenza, frustración, desconexión, etc.
Por lo tanto, en un mundo globalizado que tiene lugar en un entorno VUCA donde la gestión del cambio y la adaptación a la incertidumbre y la volatilidad serán esenciales para poder tener éxito en las organizaciones, cuando hablamos de liderazgo, ya no tenemos bastante con hablar de emociones. Ahora tendremos que incluir la habilidad y el coraje de poderlas sentir todas con naturalidad cuando haga falta y nos visiten.
Cómo, pero, podemos mejorar un terreno tan intangible y efímero como las emociones? Volviendo a Peter Bregman él nos propone la siguiente formula: nos explica que el primer paso hacia el coraje emocional es sentirnos seguros/se de nosotros mismos/se, añade que también nos hay que estar conectados y conectadas con el resto y acaba diciendo que es fundamental estar comprometidos/se con una causa que nos mueva y nos importe y que nos permita dar sentido a aquello que hacemos.
La manera de llegar a esta conexión y serenidad es a gusto del consumidor, puede ser meditando, haciendo yoga, saliendo a correr, yendo al gimnasio, estando en contacto con la natura y un largo etcétera, todo aquello que nos conecte con nosotros mismos/se y que nos ayude a la vegada a conectar con el resto será una buena práctica para fortalecer estos músculos emocionales que tan bien nos irán de cara al futuro personal y empresarial.
"El dominio de las emociones será clave en el liderazgo 4.0"
Sea cual sea la manera que escogemos, el que es indudable es que el dominio de las emociones será clave en el liderazgo 4.0. Cómo ya decía Maya Angelou: "La gente olvidará el que dijiste, olvidará el que hiciste, pero nunca olvidará como la hiciste sentir".