Mi hija tiene mente de ingeniera, piensa en términos de problema solución y escribe y dibuja en su libreta de ideas aquello que cree que puede cambiar. Hace un par de veranos, dibujó su propuesta para mejorar los toboganes de un parque acuático después de que pasáramos allí el día y no se pudiera tirar por el que era su favorito porque estaba clausurado por un accidente. Ella no dejó de preguntarse cómo podría mejorarlo para que no volviera a ocurrir, pero sobre todo para que no le aguaran la fiesta acuática si volvíamos a ir.
Seguro que hay lectores con Julias en casa, con niñas de 13 años que además de querer ser bailarinas porque aman la danza, como Julia, quieren cambiar el mundo con sus ideas, creando tecnologías, innovando con soluciones a los problemas que ven en su día a día, aunque sea un tobogán clausurado de un parque acuático. En definitiva, haciendo las cosas de otra manera.
Necesitamos más Julias, muchas más. Necesitamos mujeres emprendedoras e innovadoras, mujeres que, como diría el gran Xavier Marcet, nos ayuden a esquivar la mediocridad. Que emprendan negocios innovadores. Que creen tecnologías y que no sólo sean usuarias de ellas. Que aporten miradas diversas a los equipos. Que pongan el futuro en la agenda del presente como diría mi admirado Marcet.
"Necesitamos mujeres emprendedoras e innovadoras, mujeres que nos ayuden a esquivar la mediocridad"
Somos necesarias en los hubs de emprendedores y emprendedoras innovadoras, para llevar a las ciudades a otro nivel, al nivel europeo o mundial al que, por poner un ejemplo, Valencia quiere llegar. Algunos de vosotros pensaréis que estamos lejos, que es un moonshot, pero os aseguro que sin nosotras, será mucho más difícil conseguirlo.
¿Se podría conseguir igualmente sin talento femenino? Permitidme que lo dude. Sin embargo, tenemos un camino lleno de obstáculos. Un 85,4% de las personas que tienen estudios tecnológicos superiores en España son hombres.
Las mujeres son el 54,3 % del total de estudiantes universitarios; sin embargo, sólo el 7 % de las chicas universitarias optan por carreras tecnológicas, frente a un 34,7 % de los chicos.
El porcentaje de mujeres desde los años 70 hasta hoy en las carreras ha aumentado, sin embargo ha disminuido su presencia en ingeniería e informática. En este sentido estamos peor que en los años 80.
La Unesco confirma que sólo el 28% de los investigadores del mundo y el 35% de los estudiantes matriculados en las carreras vinculadas con las áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas por sus siglas en inglés) son mujeres.
"Existen problemas, también de sobra conocidos, que perpetúan estas cifras: los dichosos estereotipos de las profesiones tecnológicas"
En las grandes empresas tecnológicas, menos del 50% de sus empleados son mujeres. El 70% de las startups no tienen a ninguna mujer en su equipo directivo. Menos de un 3% del capital riesgo que se invierte en startups se invierte en lideradas por mujeres. Son datos conocidos pero no por ello menos desoladores.
Existen problemas, también de sobra conocidos, que perpetúan estas cifras: los dichosos estereotipos de las profesiones tecnológicas; la realidad de que hoy en día la tecnología está pensada y creada por hombres blancos y hetereosexuales en su mayoría, con lo que estamos dejando fuera otras diversidades, como la mirada femenina; el problema de llamarse Jeniffer, tener una familia o la falta de referentes.
Yo quiero que Julia tenga referentes, que sepa que hay mujeres en las que mirarse, como su abuela o su madre. Mujeres que hacen las cosas de otra forma, como ella quiere hacer. Mujeres como Dulce Iborra, fundadora de La embajadora y embajadora incansable del potencial que tenemos las mujeres para crear y brillar. O como Bianca Dragomir, CEO, Cleantech Cluster Valencia y premiada -por hombres- como la European Cluster Manager of the Year.
"Hay mujeres impresionantes, capaces de demostrar que sabemos romper estereotipos, que no tenemos sesgos de género"
O Mireia García Roca, que promueve el acceso de la mujer a puestos de alta dirección, socia fundadora de WeRock y socia de WA4STEAM, asociaciones de business angels mujeres que apoyan e invierten en emprendimiento femenino.
Julia, a tu alrededor hay mujeres impresionantes, capaces de demostrar que sabemos romper estereotipos, que no tenemos sesgos de género, que queremos mujeres diseñando y pensando tecnología, que tenemos mujeres emprendedoras e innovadoras sobresalientes y referentes.
Julia, sigue apuntando ideas en tu libreta de ingeniera mientras vas de camino a tus clases de danza contemporánea. Porque contamos contigo.