Una vez aplicados los planes de choque, sobre todo de tesorería, en los que quizás hemos tenido que decidir frente a alternativas a cada cuál peor, los empresarios tenemos que pensar en el día siguiente: Cuándo será? Cómo será? Tenemos que ser realistas (dicen que un pesimista es un realista muy informado). Desgraciadamente, no tengo una bola de cristal para adivinar el futuro, ni una varilla mágica para dar soluciones. Lo primero es recordar que no hay dos empresas idénticas. Igual que un koala, una ballena y un león son todos mamíferos pero tienen muchas diferencias, no es lo mismo una cadena de supermercados que un fabricante de muebles; una multinacional que la tienda de la esquina.
"Si es una crisis "V" habrán fallidas económicas, pero si es una "L" el caos puede ser imprevisible"
Estamos en una situación económica peor que de guerra, porque en estas los bares y las tiendas continúan abiertas. Si es una crisis "V" habrán fallidas económicas, pero si es una "L" el caos puede ser imprevisible. Seamos optimistas y pongámosle una duración de tres meses como en China. En otro caso, el riesgo de deflación puede ser muy importante, puesto que los tipos de interés ya eran negativos antes de la inyección de liquidez, y las materias primas están cayendo de precio como casi nunca.
Hace poco más de 100 años, el mundo estaba en plena guerra mundial y sufriendo una gripe de alta mortalidad (sobre 30 millones de personas) y el mundo no se acabó. Parece que ahora tampoco será el fin; pero lo peor quizás todavía está por llegar. Al Armagedon sanitario, famíliar y económico quizás hay que añadir uno de social. Las pestes de la edad mediana fueron el origen de los pogromos de judíos, seremos los empresarios las nuevas cabezas de turco para esconder la incompetencia de muchos políticos?
China fue el primer país en sufrir COVID-19 y el primero en salir. Esto junto con su cultura social y su sistema político quizás genera una nueva geopolítica en la que el mundo occidental pierde peso. Fake News? El gobierno chino ha aprovechado la caída de las bolsas para invertir.
"Seremos los empresarios las nuevas cabezas de turco para esconder la incompetencia de muchos políticos?"
Bien, dejando aparte la geopolítica tenemos que pensar en el futuro, que puede venir condicionado por las decisiones que tomamos hoy a corto plazo. Tenemos que preparar los planes de acción (Qué? Quién? Cuándo? Cómo? Dónde?) para el día siguiente; en lo que puede ser que las recetas del pasado no sirvan. Cuál será nuestro DAFO en la nueva situación? (Debilidades, Amenazas, Fortalezas, Oportunidades). Tendremos que hacer planes a corto, por ejemplo, por realización de stocks y gestión de precios; y planes a largo, por ejemplo para reposicionarnos.
Nuestros planes de acción pueden venir determinados en gran parte por cómo hayamos gestionado las relaciones durante la crisis con nuestros accionistas, colaboradores, proveedores y clientes. Sabiendo que siempre es más fácil aconsejar que hacer, diré que tenemos que ser creativos en la generación de oportunidades.
Recordamos que para llegar al largo plazo tenemos que acertar en la gestión del corto; y que si bien no siempre podemos evitar lo que pasa, siempre podemos decidir cómo reaccionamos.
KEEP KALM AND CARRY ON! Salud y ánimos!